Esta fotografía habla por sí mismo,
una belleza de las primeras décadas del siglo XX. Vemos la mansión con su
ermita que aún se conserva atrapada por la autopista. Cuando su iglesia se le
ofrecía el culto a SAN NICOLÁS DE TOLENTINO, y en la Mansión continua estaba
habitada por varias familias, y la escuela pública de San Nicolás, tal como
vemos la bandera en la ventana central.
San Nicolás era un Barrio rural, cuyos
habitantes se dividían entre los dos pueblos La Orotava y el Puerto de la Cruz,
actualmente existe un parque en homenaje a los pueblos, con una mano gigante en
honor a doña Lola Barroso.
A título anecdótico se relata que en el lugar falleció el primer
agente de tráfico de Tenerife, el cariño de doña Lola Barroso fue tan
licencioso como lo fue en toda su vida, colocar una Cruz en homenaje al agente
y asediarla de flores en su memoria.
San Nicolás – Los Martillos es el lugar fronterizo entre el Puerto de la
Cruz y La Orotava, franqueados por los Barrancos Tafuriaste y las Carretas.
Sus vecinos lo componen dos núcleos de población diferenciados entre Los
Martillo en la parte de La Orotava y San Nicolás en la parte del Puerto de la
Cruz.
Al estar enclavada en una zona totalmente agrícola la mayoría de sus
habitantes trabajaban en este sector, con la llegada del turismo, se inician
otros trabajos de servicios, como carpintería, albañilería, hostelería entre
otros.
El nombre de San Nicolás irrumpió fuerte en el valle en los años cincuenta
con el alumbramiento de la galería de agua del mismo nombre situada en el
Barranco de la Carretas, en la zona conocida como la Majada.
También San Nicolás a diferencia de otros Barrios cercanos de La Orotava
tenía escuela para niñas, y en el Durazno para niños.
El teléfono, un artilugio muy necesario en ese tiempo se instaló en dicho
barrio siendo de los primeros de la zona baja de La Orotava. Asimismo siempre ha
existido venta de comestibles y bar, sirviendo de reunión de chicos y mayores,
también la cartelera del cine La Vera llegaba hasta el barrio, lo cual aparte
de anunciar las películas, era una novedad para los vecinos, acostumbrados a
una rutina diaria de muchos trabajos.
Todo esto terminó con la ampliación de la autopista, el polígono
industrial, (hoy flamante comercial….), donde desaparecieron todas las casas
antiguas del barrio en su mayoría de La Orotava, quedando en pies dos flamantes
casonas con capillas probablemente del siglo XVII.
Según nos cuenta el amigo desde la
infancia de la Villa de La Orotava; ANTONIO LUQUE HERNÁNDEZ en su libro “LA
OROTAVA CORAZÓN DE TENERIFE”, PAGINA 287: “…Capilla fabricada en el siglo XVII, aneja a la
casa principal de la hacienda perteneciente al mayorazgo fundado por Nicolás
Ventura de Valcárcel Lugo y Molina, III alférez mayor hereditario de Tenerife.
Enajenada a finales del siglo XIX por María de Gracia de Urtusáustegui y Urtusáustegui, esposa de Juan de Ponte y
Llarena, a quienes correspondía la histórica dignidad del alferazgo mayor.
La
ermita de nave única, tiene el techo cubierto por artesonado mudéjar. En el frontil
destaca el arco de cantería, de medio punto, sobre el que están colocados los
blasones del erector y la pequeña espadaña. Conserva un retablo barroco, de un
cuerpo y ático de hornacinas. En la capilla central se venera una meritoria
talla de la Virgen del Rosario, las colaterales están ocupadas por las figuras
de San Nicolás y San Juan Bautista y en
el ático un San Miguel de pequeño tamaño.
Conserva un óleo que representa los Desposorios de la Virgen,
posiblemente del orotavense Cristóbal
Hernández Quintana y una antigua imagen de Nuestra Señora del Carmen…”
En el año 1982, coincidiendo con el inicio
de la expansión del boom del ladrillo, la ermita y la mansión fueron
restauradas por el entonces empresario de la construcción y amigo MANUEL
RODRÍGUEZ ACEVEDO; al presente es propiedad de sus herederos.
Por ese año la ermita, capilla y la
mansión fueron declaradas BIC (Bien de Interés Cultural).
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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