Fotografía que remitió entonces (22/12/2016) el amigo;
MANOLO FARIÑA SÁNCHEZ.
Referente a una comida
de piñas y costillas que La “ASOCIACIÓN JUVENIL “TAURO”
DE LA OROTAVA (1973-1978)”organizaron en el Barrio de Los Pino de la Villa de La Orotava en el mes de
agosto del año 1978.
El amigo y compañero de docencia en el IES La Orotava
Manuel González Pérez; AGAPITO DE CRUZ FRANCO expone en su libro “LA OROTAVA,
CURRÍCULUM VÍTAE”, en las páginas 101, 102, 103, 104, 105, 106, 107, 108 y 109,
y tituló “ASOCIACIÓN JUVENIL “TAURO” DE LA OROTAVA (1973-1978)”: “…En el marco social y
político del año 1973, cuando faltaban casi tres años para la desaparición
física del dictador Franco y el país vivía un momento de tránsito hacia una
nueva sociedad, surgió en La Orotava un movimiento juvenil de clara base
estudiantil denominado “Tauro”. Sin su existencia, sería imposible entender la
historia política y social de los últimos cuarenta años de La Orotava. Se
produjo en los ambientes del entonces único Instituto de Bachillerato situado
en La Torrita, el 17 de marzo de 1973 –fecha de su acta fundacional–, debiéndose
su nombre al ser este signo del zodíaco el mayoritario entre los 32 alumnos/as
que pusieron en marcha esta asociación.
Tuvo su caldo de cultivo, alimentado por un
profesorado que en una época como esta rompía ya moldes en la educación. Me
refiero sobre todo al entonces director del mismo y profesor de Dibujo, el
valenciano Francisco Vicente Ballester, “Paco”, que, aunque con un carácter
peculiar, conectaba con el alumnado en base a una pedagogía comprometedora y
participativa ajena al sistema político imperante, y de la que este movimiento
juvenil sería una de sus consecuencias.
De hecho, el espíritu de “Tauro” (respeto,
cordialidad, complicidad, compañerismo, autonomía, aprendizaje compartido,
intereses sociales y culturales, actitud emprendedora, deseos por cambiar el
sistema, acción directa, etc.) fue imbuido en parte por él. La vertiente
operativa la capitalizaría otro de los profesores, José Florencio La Vieja
Fernández de Yepes, “La Vieja”, asturiano, profesor de FEN (Formación del
Espíritu Nacional) y Gimnasia y en el polo opuesto al anterior, pues pertenecía
al “Movimiento Nacional”. Este último fue el catalizador y a través del que se
dan los pasos formales para su legalización, cuya primera sede, tras el uso de
un aula vacía del viejo instituto, sería el local de la OJE (Organización
Juvenil Española) en el nº 20 de la calle Sor Soledad Cobián, hoy un centro de
actividades culturales gestionado por el Cabildo Insular de Tenerife. Sin
embargo el choque de mentalidades e idiosincrasia entre la OJE (una entidad
tradicional y franquista) y Tauro (movimiento mixto en cuanto a sexos, ideas
democráticas, etc.) hizo que antes de un año se rompiera el acuerdo (se les
abriría un expediente por considerarlo un insulto a la OJE pues “La Vieja”
quería una cosa diferente y perseguía su integración en esta ante su declive).
Es entonces cuando el movimiento juvenil despega y comienza a volar solo,
yéndose –previo paso por una casa que hoy ya no existe, en la confluencia de
las calles Calvario y La Sidrona– a un local alquilado en el número 5
(actualmente se corresponde con el nº 4) de la calle Fernando Fuentes, al lado
de la iglesia de San Juan, en la Villa de Arriba. Aquí disponía de una amplia
planta, además de un sótano para sus actividades con escenario y cantina
incluidos. El local sería arreglado y amueblado por la propia asociación, que
pagaba una cuota mensual de 6.000 Ptas. por el alquiler.
Llegó a planificar incluso una campaña popular: “La
silla”, con el fin de recabar muebles y reciclar más de uno.
Esta sería la sede definitiva de “Tauro”, la cual se
mantendría hasta su desaparición a finales de 1977 y comienzos de 1978, con las
primeras elecciones políticas, aunque el último documento oficial que yo he
encontrado de la asociación es de fecha 22 de abril de 1977, con motivo de las
actividades del Día del Libro.
En ese sentido no se puede delimitar una fecha exacta
de clausura, sino un período difuso a caballo de esos dos años en que
desaparece de la escena y otros actores ocupan el espacio que deja.
Disponía de una junta directiva que se reunía cada 15
días y se renovaba teóricamente cada dos años. Sus presidentes fueron:
Sebastián Hernández Gutiérrez, Ernesto Rocío, Domingo Hernández Pacheco, Julio
Hernández Belza, Abel Hernández Belza, Raúl González y Sixto Sánchez Perera.
Contaba también con secretarios, vicepresidentes,
tesoreros y un equipo de vocales que a su vez se repartían la coordinación de
las diferentes comisiones: información, cultura, deportes, arqueología, música,
historia canaria, cine, teatro, fotografía, biblioteca, etc. Bien como parte de
las diferentes juntas directivas, como socios o como colaboradores o, de alguna
u otra forma, participantes en Tauro, he encontrado nombres como: Casiano
García Torrens, Eduardo Gadella, Eliseo Álamo Domínguez, Rafael Gómez León,
Azucena Val García, Demetrio García Álvarez, Daniel Fernández Galván, Federico
Rodríguez Franco, Antonio Hernández, Angelita Correa Santana, Mila Expósito
González, Tere Trujillo Delgado, Ricardo González García, Ignacio Rodríguez,
Miguel García García, Fermín Delgado García, Nicolás Rodríguez Luis, Fernando
Delgado, Toño Sánchez Perera, Antonio Hernández, José Luis Hernández Pérez
“Orozco”, Jesús Franco, Cecilio Arbelo, Silvestre Marrero, Toño Mesa, Concha
Reyes, Maikel Breen, Cayetano Barreto, Juan Luis Fernández (Chela-2), Benjamín
Afonso, Miguel Ángel y Aníbal Reyes, Paco Polo, Adolfo Travieso, Miguel Ángel
Martín entre tantos y tantos otros nombres que pueden darse aquí, por citados
dado el gran número de ellos.
Los socios supusieron un total de 125 y disponían de
su propio carnet. Pagaban una cuota mensual de 25 Ptas. siendo el 75% de
ellos aproximadamente de la Villa de Arriba y el 25% de la Villa de Abajo.
Algunas de estas personas ya han desaparecido como: Inma Ortiz, Domingo
Domínguez Luis, Javier Montesdeoca de Las Casas, Juan “García”, Manuel González
González, el periodista José H. Chela o el ya citado Domingo Hernández Pacheco,
un auténtico genio del dibujo. Contaban también con la figura de socios
protectores, los cuales aportaban la cantidad de dinero que creían conveniente.
Aunque la mayoría preferían el anonimato, han quedado
registrados nombres como; Vicente Miranda (Librería Miranda), Carlos Arguelles,
Urbano Sosa (carpintero de la calle Nueva), Rafael Hernández, Milagros Sánchez,
Antonio García, etc.
Tauro, al menos como yo lo he podido analizar por los
documentos y contrastar con testimonios directos, tuvo cuatro fases: una
primera propiamente “escolar” por transcurrir en el ámbito del Instituto La
Torrita y que tiene que ver con su estancia en el mismo y en el local de la
OJE; una segunda “central y autónoma”, que coincide con su traslado a la Villa
de Arriba, en la que despliega una frenética actividad, con una especial
efervescencia creativa y donde Tauro se consolida como tal movimiento juvenil.
De hecho llegan a recibir el Primer Premio Nacional a
la Asociación Juvenil con más actividades culturales de España, y es en esta
etapa cuando evolucionan del estilo jerárquico de junta directiva a la amplia
participación de los socios/as que se involucran en comisiones diversas; una
tercera de “declive” donde es clave la infiltración de las élites políticas de
extrema izquierda que surgían entonces; por fin una cuarta, que, en mi modesto
entender, sobreviene paradójicamente al extinguirse y que tiene tanta
importancia como la segunda: la influencia, reflejo o efectos que luego tuvo en
los nuevos movimientos sociales o políticos en La Orotava.
Su actividad ha quedado en la memoria de muchos
orotavenses, aunque existen revistas que editaba la propia asociación cuyos
contenidos se corresponden con cada uno de sus períodos. “Chinguaro” fue la
primera, con una estética propiamente estudiantil y escolar.
Las dos siguientes las denominarían “Época-1” y
“Época-2”. La amplia actividad que desplegó “Tauro” puede catalogarse en seis
apartados: –Cultural: Creación de un cine-club, cine social no comercial con
mucho rigor y desarrollado en el Cine de Arriba (actual “Sala Teobaldo Power”).
Hay que resaltar que desde 1974 a 1977 realizan cada
año y de forma consecutiva la alfombra del Corpus Christi en el lugar que
actualmente la lleva a cabo el grupo gallego de “Ponteareas” frente a la
fachada de la iglesia de La Concepción, con uno de sus presidentes, Julio
Hernández Belza como diseñador. –
De ocio: Bailes, guateques (modalidad de encuentro
juvenil en un momento histórico con casi todo prohibido a este nivel),
excursiones tan dispares como las habidas a los “Sanfermines” o al Barranco del
Infierno en el Sur de Tenerife, por ejemplo, sorteos varios (cassettes, libros,
etc.).
Hoy recuerdan “Tauro” con nostalgia –y como congelado
en el tiempo–, quienes de una u otra forma vivieron como actores su aventura o
disfrutaron como espectadores y espectadoras de su acción humanista, cultural,
medioambiental, deportiva, social y política…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Magnífico artículo estimado Bruno. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar