sábado, 7 de marzo de 2020

LETRAS Y PENSAMIENTOS CON SONETOS ENTRAN


El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (07/03/2020) estas notas que tituló; “LETRAS Y PENSAMIENTOS CON SONETOS ENTRAN: “…Presentación del libro Cincuenta sonetos lingüísticos, de Ramón Alemán. Casa de los Capitanes. San Cristóbal de La Laguna. Marzo 6/2020.

<La idea se te instala en la mollera
más fácil si la escuchas verseada;
con ese noble fin fue redactada
esta obra didáctica y austera.

Mis sonetos indagan en misterios
de la gramática sutil y arcana,
de la sin par ortografía hispana;
te enseñan con humor, pero son serios.

Este libro confiesa que yo amo
a mujeres y hombres elevados
que miman el idioma de Cervantes.

“Guardianes de la lengua” yo los llamo,
y estos guardias no riñen: son soldados
de una hueste de sabios tolerantes.>

No hay Violante que ordene a Ramón Alemán la elaboración de un soneto, como lo prueba este que acabamos de leer el cual sirve de contraportada al libro Cincuenta sonetos lingüísticos, editado por 'Pie de Página', con prólogo de Juan Cruz Ruiz e ilustraciones de Ventura Alemán, que anoche presentamos en La Laguna.
Y como no la hay, hasta pareciera un estrambote de la producción poético-literaria del autor. Los presentes, los lectores y el propio autor saben de su celo creativo, de su pasión por las letras y la escritura: aquí sale a relucir el espíritu emprendedor de quien, corrector de textos, exprime sus largas e interminables horas ante la pantalla, los archivos -impresos y de los otros- y puede que ante los manuscritos para revisar, corregir, puntuar y pulir lo que escriben otros y lo que escribe él mismo, capaz de hacer un guiño con la cantidad que ideó la escritora británica, de origen chileno-escocés, E.L. James, seudónimo de Erika Leonard Mitchell, para su célebre trilogía sobre las sombras.
La originalidad de Alemán, en este sentido, es indiscutible. Convertir en estrofa de endecasílabos, los dos cuartetos y los dos tercetos, las vivencias, los episodios, los perfiles y los sucesos, no es chiste fácil. Todo eso que se encuentra en los pliegues de la infinita lectura, hasta que se rinden los párpados, se va plasmando desde la mollera con esa redacción austera y de neta vocación didáctica.
Enfrentar -en el sentido de poner en páginas contrapuestas y consecutivas- la poesía -a la izquierda, faltaría más- con la prosa analítica, reflexiva y hasta cargada de humor y gotas sarcásticas o de ironía sencilla, para contrastar las aristas de la acentuación, la puntuación, la gramática y la “incesante transitividad” -título de uno de los sonetos: ¡manda trillos!- invita a una lectura detenida que, automáticamente, resultará amena, gusten más o gusten menos los malabares de la escritura.
El maestro Juan Cruz Ruiz prologa con tino todo ese caudal: “Un soneto es la más juvenil de nuestras memorias poéticas”, hasta el punto de que él retornaba a casa “transido por esos cánticos rimados”, consciente de que los sonetos, verso a verso, imponen: “la perfección buscada, -escribe Cruz- la palabra que no ha de desmerecer la exigencia de la rima”. Por eso, califica este conjunto de sonetos de Ramón Alemán como un “consejo coral”, sustrato de “un relato completo, un cuento”, plagado de versos antiguos y modernos “que han hecho del idioma un artefacto de usos y costumbres obligatorios e íntimos, no sujetos al invento o al equivocado albedrío”.
Al autor le dijeron que está como una cabra, “por textos corregir y vivir de esto”, y él admite su locura, pero rubrica que “con palabra”, que es tanto como decir que nada ni nadie le detendrán en su afán creativo e investigador, ya haya cinismo o morosidad por medio, aunque el suyo sea, según autodefinición, un oficio invisible.
Alemán recuerda que el idioma es de todos y que todas las palabras existen. Por eso, para cuidarlo y vigilarlas, dedica un amplio capítulo a los que considera “guardianes de la lengua”, entre quienes figura quien aquí se encuentra, venido expresamente para la ocasión,  Álex Herrero.
Nada mejor que el soneto que le dedica para entender lo que Herrero representa en su oficio y en su quehacer:

<Dos cadenas me ayuntan a un lingüista
de nombre Álex Herrero, madrileño
que ejerce con rigor y terco empeño
su oficio de gramático analista.

La primera, el amor apasionado
que entrambos profesamos al lenguaje,
al misterio que esconde su engranaje,
al código ancestral que nos fue dado.

La otra es una fobia razonada
al mal de titulitis, torpe intento
que el saber encasilla y estabula.


Aparte de eso, hoy dejo confesada
una envidia envidiosa por su bula
de ser un joven sabio, raro invento.>

Y no digamos más de Cincuenta sonetos lingüísticos, que el propio Álex tiene ideas que señalar. Solo invitamos a su lectura, ahora que a los periodistas se nos está pidiendo, entre otras cosas, rigor, también a la hora de redactar.
Y agradecemos, como es natural, esta aportación de Ramón Alemán, bendita mollera en prosa y en verso, con la que aprendimos, disfrutamos, nos divertimos y percibimos que las letras y los pensamientos con sonetos entran…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

miércoles, 4 de marzo de 2020

LOS CUARTO 1965


La amiga de la Villa de La Orotava: REME PÉREZ ACOSTA, remitió entonces (03/03/2020), esta fotografía color sepia referente a la antigua bajada del Barrio de La Villa de La Orotava “Los Cuartos.
Tomada en el año 1965, desde la trasera del Colegio de la Milagrosa de las Hermanas de la Caridad (actualmente está ubicado el polideportivo, anteriormente eran huertas de millos).
En primer término los hermanos; REME Y CAMILO PÉREZ ACOSTA. Detrás observamos la bajada hacia la mansión “Villa Remedio” (Parque de doña Chana). Sin asfaltar, era de piedras.
En primera representación el inmueble que construyó don Fernando Álvarez Arbelo recordado maestro nacional. Le sigue la primera calle de entrada a Los Cuartos. La Ciudadela, donde entonces vivían varias familias, zapatería de NINO,  casa de don Silvestre Suarez González (Taxista) y un poco más abajo en la misma esquina, estaba el campito, catedralicio de la infinita y numerosa cantera futbolera  de cuarteleros.
Una fotografía para el recuerdo, de todos los orotavenses que acudíamos al estadio Municipal de la Villa “Los Cuartos” y al Barrio del mismo nombre.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

lunes, 2 de marzo de 2020

UN CUARTETO FUTBOLERO PARA LA HISTORIA DE LA VILLA


El amigo de la Villa de La Orotava: JAVIER LIMA ESTÉVEZ, graduado en historia por la universidad de la Laguna, remite (02/03/2020) esta histórica fotografía, referente al futbol de la Villa de La Orotava.
UN CUARTETO FUTBOLERO PARA LA HISTORIA DE LA VILLA; Pedro Real (Presidente del CD. Puerto Cruz, Luis Guiance (Presidente del decano de Canarias, Real Unión de Tenerife), José Pereira (Delegado del Recreativo de la Coruña), y Buenaventura Machado Melián (Presidente del UD. Orotava).
Los cuatros decidieron, en el mes de julio del año 1971, coincidiendo con la inauguración del césped natural del estadio Municipal “Los Cuartos” de la Villa de La Orotava, formalizar el trofeo Teide, en la actualidad decano de los trofeos estivales de Canarias y uno de los más de España.
La fotografía está tomada en el sótano de la casa Sindical de la calle Cantillo de la Villa de La Orotava, donde se celebró a través de una cena de despedida,  el final del primer trofeo Teide de ese año 1971, que se lo adjudicó el Deportivo de la Coruña, tras ganar la final al CD. Puerto Cruz (2 – 0).

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL


domingo, 1 de marzo de 2020

ASTUCIAS PARA ROBAR


El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ. Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna remitió entonces (01/03/2020) estas notas y fotografía que tituló “ASTUCIAS PARA ROBAR”“…La obra del cronista portuense José Agustín Álvarez Rixo (1796-1883), bajo el título Miscelánea o bien sea Floresta Provincial, custodiada en la Universidad de La Laguna gracias a la donación de sus herederos, representa una fuente de notable interés para aproximarnos al contexto de numerosos relatos que giran sobre la realidad canaria, con especial atención a su núcleo natal, desde diversas perspectivas. Álvarez Rixo incluye en un capítulo la descripción de determinadas estrategias para robar que, por sus características, no podía dejar de citar. El capítulo se inicia con el análisis de la acción desarrollada en la Villa de La Orotava por el escribano Curras. También recoge la existencia de episodios que tendrían como protagonista a los barqueros del Puerto de la Cruz y las pilladas de algunos que desembarcaban pipas de vino en el muelle, aportando, como ejemplo, lo ocurrido ante los Blanco. Otras anécdotas presentan como tema principal el vino y la tentación que representaba el robo de los preciados caldos. También sería objeto de su atención la curiosa forma desarrollada en El Hierro para camuflar el robo de los higos, mientras que, en la isla de La Palma, realizaban el robo con una particular forma sobre el barril que almacenaba la miel. Resulta curioso advertir la picaresca de las personas para buscar soluciones ante circunstancias adversas o el fraude realizado por algunos individuos, tal y como llegaría a ocurrir con la actuación de un marchante de carne conocido como Recobero, en la isla de Lanzarote. Otro ejemplo de tal comportamiento sería el robo de un asno en Arrecife o las trampas que desarrollaban en Tenerife los depositarios del mosto, aprovechándose de las personas con barriles que tenían más capacidad de la que, en principio, afirmaban poseer.
En definitiva, relatos de un minucioso cronista que nos aproximan ante episodios y realidades de nuestro pasado…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

JÓVENES PROMOTORES DE LA AGRUPACIÓN JUVENIL TEIDE


El amigo de la Villa de La Orotava y compañero de pupitre en el Colegio de San Fernando: FRANCISCO SUAREZ (CHICHO), remitió entonces (01/02/2020), esta fotografía de los sesenta del siglo XX, referente a los entonces jóvenes orotavenses promotores de la Agrupación Juvenil Teide de la Villa de La Orotava.
Supuestamente la panorámica esté tomada en la playa de los Cristianos del sur de la isla Tinerfeña.
Estos jóvenes que se reunían con frecuencias en la acción católica juvenil de la Villa, por el año 1963, decidieron participar en la romería de San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza, primero intentaron hacerlo con una carreta, pero al final se decidieron por una parranda que bautizaron con el apelativo de “Agrupación Juvenil Teide”, para ello aumentaron el cupo de componentes, incorporando féminas para los bailes.
La Agrupación Juvenil Teide, hizo su debut, en la festividad de María Auxiliadora en la pista de baloncesto del centro de la plaza de Franchi Alfaro, en el mes de mayo del año 1964, y participaron por primera vez en la romería orotavense en las Fiestas Mayores de ese mismo año (1964).
De izquierda a derecha de arriba abajo: Nicolás Fariña, Juanito Pérez, Lorenzo Pérez, Antonio Báez, Pedro Coronado, Juanito “Capulina”, Francisco Suarez (Chicho), González, Rafael Méndez, Juan González, Goyo Domínguez, Domingo Rodríguez y ¿?.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

UN PARRANDERO Y UN MÚSICO

El amigo desde la infancia y compañero de pupitre en la Academia mercantil Atlántida de la Villa de La Orotava: JOSÉ POLEGRE ARBELO, remitió entonces desde la octava isla “Venezuela” (01/02/2020), esta fotografía del final de los cincuenta o principio de los sesenta del siglo XX, referente a un “tocaor”, parrandero y folklorista: Agustín Regalado “El Gigante” y un músico que conocíamos por “Lalo”.
Agustín Regalado “El Gigante”, siempre frecuentaba las calles y bodegas de la Villa de La Orotava, con su timple de su propia singularidad, era barbero, “tocaor”, parrandero y folclorista.
“Lalo”, fue Tapizador en el taller del maestro orotavense; Pepe Hernández Quevedo. Músico Fiscorno, primero de la Banda de Música Municipal de la Villa de La Orotava con don José Berenguer Sánchez de director, y posteriormente forma parte de la entonces creada Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava, con don Ernesto Correa Negrín de director. Emigrando posteriormente a Venezuela donde falleció.
Ambos eran amigos del buen  vino de la Villa de la Orotava, y siempre frecuentaban el recordado merendero de la calle León – Tostones que conocíamos por  “LA MEREJA”, donde fue tomada esta fotografía. Lugar que sirvió de casino a distintas capas sociales de la villa, en el que se hablaba de todo, desde el futbol a la política prohibida de aquellos años.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

UNA CUARENTENA EN 1823


Fotografía referente a un grabado hecho por un inglés en 1820. San Telmo, y como fondo la fuente de Martiánez.

El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (01/03/2020) estas notas que tituló; “UNA CUARENTENA EN 1823”: “…Si este es el tiempo del coronavirus, que tantos estragos causa en la economía mundial en tanto las autoridades sanitarias de todo el mundo se esmeran para determinar cómo prevenirlo o atajarlo, en octubre de 1823 el Puerto de la Cruz, aún sin turismo pues no se había inventado como tal, hubo de afrontar, con el contagio de la peste, una situación bastante delicada.
Resulta que la Junta Superior de Sanidad determinó el 14 de octubre de aquel año que los buques nacionales procedentes de los puertos americanos fuesen admitidos en las islas, con veinte días de observación para aquellos tripulantes o pasajeros que estuviesen sanos y en cuarentena en caso de estar presumiblemente afectados por la enfermedad. Los extranjeros, precisaba la circular correspondiente, no serían admitidos.
El Ayuntamiento, reunido el 17 de octubre, acordó dar traslado inmediato de copia autorizada de la solicitud que había dirigido a la Diputación el 25 de septiembre anterior, en la que se pedía que fuesen admitidos todos los buques nacionales y extranjeros que llegasen cumpliendo la cuarentena que se señalase, sin que estuvieran obligados a pasarla en Mahón (Islas Baleares). La solicitud se fundamentaba en los perjuicios notorios que se originaban, si bien el cronista oficial Nicolás Pestana Sánchez hablaba de “razones incontrastables” que los sustanciasen.
Se veía con sorpresa, según su relato, que la Diputación resolviese que los buques extranjeros efectuasen su verificación de cuarentena en estos puertos, sin que fuera concebida la idea que dio motivos a la Ju nta Superior para hacer una distinción de banderas cuando el perjuicio solo estaba en la introducción de epidemias. Casi todos estos buques procedían del puerto de La Habana (Cuba), donde se padecía casi todo el año el denominado 'vómito negro', al paso que los extranjeros que acostumbraban a llegar lo eran de los puertos de Estados Unidos de América, donde no se padecía con tanta frecuencia (Era la fiebre amarilla, una enfermedad aguda e infecciosa, causada por el virus del mismo nombre. Se trataba de una hemorragia digestiva. Está asociada a otros síntomas como mareos, sudoración fría y heces con sangre).
Entonces, palpando cierto estupor, el consistorio portuense se refirió a las mismas razones que tenía acreditadas en su citada solicitud sobre el particular, en la que probaba las consecuencias perjudiciales en el caso de que los barcos, tanto nacionales como extranjeros, atracasen en Mahón para efectuar la cuarentena. ¿Cuál era el problema? Evidente: si los nacionales corrían el riesgo de ser apresados por el solo hecho de ser españoles, los extranjeros que solían venir a Canarias conducían cargamentos de la propiedad de españoles, como ha sucedido casi continuamente. Claro, ello presuponía que dicha propiedad, estando a bordo de un buque extranjero, iba a ser poco respetada una vez que los enemigos descubriesen la documentación y advirtieran, a su aire, cualquier irregularidad.
Consigna Pestana que “ni aún las personas eran respetadas a bordo de un buque extranjero, según lo sucedido con dos pasajeros españoles que, desde la isla de Canaria (por Gran Canaria) se trasladaban a Tenerife en un bergantín inglés y fueron hechos prisioneros”.
La situación debía entrañar serias complicaciones, de modo que el Ayuntamiento no adoptó acuerdo alguno sino que se limitó a levantar acta y remitirla a la Junta Superior de Sanidad, a la espera de resoluciones competentes…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL