sábado, 30 de septiembre de 2017

LAS SIRENAS Y LA PLAZA DEL CHARCO



El amigo del Puerto de la Cruz; AGUSTÍN ARMAS HERNÁNDEZ. Remitió entonces (29/09/2017) estas notas que tituló; “LAS SIRENAS Y  LA PLAZA DEL CHARCO”: “…Todos conservamos grabado en nuestra memoria el encuentro de Ulises, el héroe griego, con las sirenas encantadoras. Es tradición constante de la humanidad que existen estos seres en el plano etérico y astral, igual que las ninfas, ondinas, silfos, gnomos, hadas, duendes, etc. Y siempre hubo y hay videntes que vieron y ven estos entes semiracionales. Con no mucha fantasía y algún dato histórico, podemos imaginarnos cómo eran antes el puerto pesquero y la plaza del charco portuense. Estos «peñones», designados  otrora como islas afortunadas, son, según muchos científicos e historiadores, restos de la Atlántida, que se hundió cuando el diluvio universal, por los pecados de los atlantes. Antes de este cataclismo, estaban unidos todos los continentes. Mucha fama por su benigno clima ha tenido siempre las siete islas, y especialmente nuestro Tenerife. Los numerosos turistas siguen dando un buen testimonio. Bien sé que el Valle de La Orotava no es actualmente como hace doscientos años, cuando cayó de hinojos, a su vista, Alexander von Humboldt, el gran sabio naturalista alemán. Ahora soy yo quien me concentro en este mi pueblo natal, el Puerto de la Cruz, objetivo de este artículo. Visito la plaza del Charco, contemplo sus aledaños. Encáuzome hacia el muellito pesquero, ¡qué bonito!, qué inspirador el panorama y qué poético! Observando nadar a los pececillos, quedó inerte mi cuerpo, y mi alma fue transportada a otra dimensión, a otro plano de conciencia. Desde ese nivel contemplaba el mar tranquilo y transparente. El cielo de azul puro como zafiro. El sol radiante en todo su esplendor, me bañaba en una atmósfera de paz y dulzura. De pronto... pero, ¿qué veo?, parecen delfines. ¡No, que son sirenas! y veo que tienen el busto de mujer y la cola como de peces. Hanse ya acercado y juegan entre los riscos. Me aproximo a una: «oye, ¿sabes castellano? —sí, lo comprendemos. —¿Qué hacéis por aquí? —Venimos a protestar por la conducta de los portuenses, por la de ahora y la de antaño, cuando vinieron los primeros pobladores a lo que llamáis Puerto de la Cruz. —Y ¿qué pasó entonces y ahora? ¿Puedes ser más explícita? —Verás: son por lo menos tres los problemas que nos preocupan y queremos dar a conocer —debes saber que nosotras, cuya vida se prolonga por cientos y miles de años, morábamos en estos riscos, y muy felices, antes que naciese este pueblo. Surgió en los aledaños del Charco de los Camarones, hoy plaza del Charco. Era, nosotras lo recordamos, el más bonito lugar que se puede concebir. Semidulce, el agua del gran Charco, pues lo surtían no sólo el mar, sino también la lluvia y diversas fuentes naturales que circundaban el lugar. Contemplábamos desde estos riscos la belleza del Valle y la majestuosa cima del Teide. También nos recreábamos en las aguas del gran Charco. Nos deslizábamos por el veril, que fue luego este muelle pesquero —durante la pleamar el Charco rebosaba, limpio y transparente cual un espejo. Nosotras nos componíamos el cabello y jugábamos sobre las aguas. El charco fue terraplenado y por el trajín de los pescadores tuvimos que alejarnos de estos parajes. Sólo volvíamos en el solsticio de verano, cuando las hadas y gnomos celebran su fiesta anual, terminada la tarea de hacer crecer las plantas. Últimamente, por la gran contaminación, ni siquiera en esa fecha. Ingentes materiales de desechos y monstruosos muros de cemento afean el litoral. Huyen peces, crustáceos y moluscos. Por fin decidimos volver y protestar, al conocer por telepatía que desean remodelar la plaza del Charco, construyendo con el horrible cemento un bar restaurante de alarmantes proporciones. Pero decidme: ¿dónde habitáis al presente? —entre las ruinas de los palacios, que habitaron los Atlantes, y que yacen ahora en las profundidades marinas, cerca de las islas Azores. —Yo pro-pagaré vuestras inquietudes. Pero decidme: ¿podéis encantar a nuestros ediles, para que no deterioren esta plaza del Charco? —«lo intentaremos. — de pronto recobré mi conciencia en este plano físico, y vi mi cuerpo tendido al borde de las aguas. Esto de las sirenas, pensarán muchos que no es realidad, sino pura ficción. Bueno, pero al fin: ¿no puede ser una cosa intermedia? Los sueños, sueños son, nos recuerda Calderón de la Barca; pero la bullente plaza del Charco es una realidad tangible. —
Posdata: este escrito fue publicado, por el periódico “El DIA”, hace ahora algunos años, con motivo de la última remodelación de la citada plaza. El disgusto de las sirenas aun persiste, por tal inmensa chapuza. Quizás esta nueva corporación haga algo por remediarlo….”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

LA AVENIDA VII



Fotografía del principio de los años cincuenta del siglo XX, que remitió entonces la amiga de la Villa de La Orotava; MONTSE QUINTERO, referente al comienzo de la construcción de lo que se llamó Avenida de José Antonio (actual Avenida Canarias) en la Villa, en el antiguo e histórico callejón que  unía la calle El Calvario con La Sidrona y posterior Barrio de Los Cuartos.
Sorprendente, debido a la toma en un invierno lluvioso de los de antes, sobre todo al uso de la gabardina  y el sombrero masculino.
En la esquina de la izquierda se observa la primitiva Churrería (techo de tela blanca de sabana) de Amaro “El Cojo”, al lado del último Plátano de Líbano, que estaban ubicados en ese lugar desde la trasera del templo de San Agustín del ex convento agustino de Nuestra Señora de Gracia.
Al fondo los tres edificios de estilo neoclásico diseñado por don Mariano Estanga; El que albergaba el Instituto de Previsión, la casa de la familia Méndez – Jiménez González, Bar “Almeida” y comercio de don José Álvarez, en el interior tenía su barbería.   Por la izquierda el primer edificio que se construye en la ampliación de la citada Avenida que aún se conserva (comenzando en lo bajo El Bar Tapia de don Eduardo Hernández, le sigue el primer Merendero donde estuvo ubicada la famosa “Academia” de la familia Quintero – Santos. Y por la derecha, la vieja mansión también de estilo neoclásico diseñada por don Mariano Estanga, de la familia Martín – Travieso, donde estaba la primitiva imprenta de Vicente Martin Travieso (vemos el cartel en la puerta exterior de entrada a la misma), y el portón de acceso al patio del inmueble en forma de rampa, donde estaba el recordado Merendero de la familia mencionada. Una foto, para el recuerdo y para la historia de la Villa de La Orotava.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

LA OROTAVA Y EL BALONCESTO SEPTEMBRINO



El Torneo de  Baloncesto Villa de La Orotava (CATEGORÍA CADETES DE BALONCESTO), que siempre se celebra en las pistas; del colegio San Isidro y en el polideportivo municipal El Quiquirá de la Villa, se ha convertido en un referente del final del tiempo estival orotavense.

Punteros a nivel de Europa, tiene una característica ya tradicional en la Villa por fomentar este deporte.
El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; SIXTO TRUJILLO GARCÍA remitió entonces (2014) estas notas: “… y seguimos en la brecha. Un año más y nuevo torneo a la vista. Volvemos de nuevo a la forma tradicional de ocho equipos solamente ya que tenemos nuestras limitaciones tanto de presupuesto como de capacidad de trabajo pero no por ello deja de ser igualmente interesante, como siempre, por la gran calidad de los asistentes, por lo que esperamos hagan disfrutar con su baloncesto a todos los que se animen a venir a las canchas del Colegio Salesiano de La Orotava. Como todos los años agradecer a los equipos participantes su asistencia…”.
El ya tradicional torneo orotavense (CATEGORÍA CADETES DE BALONCESTO), ha tenido muchas curiosidades en su historia, han pasado muchísimos jugadores. Muchos de ellos destacado en el panorama nacional e internacional.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

MI EX ALUMNO JESÚS EULOGIO ANCEUME ACOSTA, CONOCIDO POR “EULOGIO”, EN EL RECUERDO.




Aniversario de su fallecimiento. Por el mes de Noviembre del año 2012, me reencontré en la puerta principal de mi vivienda en la calle El Calvario de La Orotava, a un ex alumno de la Perdoma llamado Pedro, el cual me comunicó una triste noticia que me dejó unos instante totalmente inquieto, me comunicaba que su compañero Eulogio había fallecido al final del mes de Septiembre del 2012, no me lo creía, pero Pedro me lo confirmaba enseñándome su esquela a través del móvil. Le pregunté que le había pasado, me respondió que una cruel enfermedad se lo llevó al paraíso infinito en poco tiempo.
A partir de ahí me quedé pensando cómo es posible esto, aún no me lo creía, le conté a Pedro, lo caballero y muy buena persona que era Eulogio, como alumno en el  entonces Instituto de Formación Profesional de San Antonio (actual IES La Orotava Manuel González Pérez), y en la vida laboral, profesional, familiar y habitual.
Un día apareció por mi domicilio, a pedirme un favor para su querida familia. Le contesté que no me era inconveniente. La sorpresa, fue tres meses después, cuando se presenta de nuevo en mi domicilio, puesto que le estaba agradecido, ya que mi simple ayuda le había salido de maravilla. Esto fue lo primero que me vino a mi pensamiento, la calidad humana de Eulogio con sus compromisos.
Eulogio que había practicado deportes; escaladas, y sobre todo baloncesto, formó parte de la plantilla y las bases del CB San Isidro de La Orotava, en esta faceta siguió con los pasos de su padre Eulogio Anceume, que le conocíamos por “El Calor -  frio o Charlys”, este último se le puso de un jugador de los viejos Globetrostes americanos, puesto que la forma de jugar era muy similar. A Eulogio (padre), lo veo a diario jubilado, triste y reprimido  (perder primero su hogar familiar y después un hijo que tanto quería) por las calles de la Orotava, vivió en la calle de Juan Padrón antigua del Loro, en el Barranquillo de Araujo, era pintor de la construcción, trabajó con su hermano Carmelo en el Kiosco de la Música en la plaza de la Constitución en la época de la explotación de Antonio Hernández García conocido por el de “Las Maquinas”, también ambos hermanos vendieron ambulante la prensa diaria. Una vida romántica de aquella difícil época de los años cincuenta y sesenta del siglo XX.
Jesús Eulogio Anceume Acosta, conocido como “EULOGIO”, nació el 24 de Diciembre de 1970 (bonito día de noche buena). Cursó sus estudios en el Colegio de San Isidro con Los Salesianos de La Orotava, hasta que pasó a Formación Profesional, Rama Administrativa en el Barrio de San Antonio de La Orotava (actual IES La Orotava Manuel González Pérez). Allí pasó su mejor época de estudiante ya que practicó muchos deportes como; escaladas, baloncesto, senderismo…. Con la ayuda de sus amigos y profesores como Cecilio  Vera e Iluminada Pino (educación física), donde hicieron muy buena amistad. Era una persona muy querida por todos lo que le conocían ya que era muy sociable y muy buena persona. Casó en el año 2002 con el amor de su vida Magdalena Díaz Pérez conocida por “MALE”, tuvieron un hijo llamado Sandro Anceume Díaz.  Inesperadamente le vino una enfermedad cruel, un cáncer de páncreas, fue operado pero a los cuatro mese, el día 30 de Septiembre del año 2012 con 42 años de edad, nos dijiste adiós a todos. 
Eulogio, prefiero que en este mensaje sea tu mujer la que te hable desde este terruño, yo solo te pido que seas feliz,  como lo fuiste aquí entre nosotros, que sigas practicando tu deportes favoritos, en ese lugar totalmente desconocido, pero lleno de sosiego, de esperanza y de paz. Por lo que dejo este espacio para tu querida esposa y compañera que se quedó con nosotros aquí y que te quiere y te sigue queriendo: “… Hemos sido uña y carne siempre con una buena relación de pareja, ha sido el hombre de mi vida y le doy gracias por todo lo bueno, que me ha dado desde que lo conozco y  buen marido y padre que ha sido siempre. Fue una persona muy luchadora y muy trabajadora, unos de los primeros trabajos en la ITV de Los Realejos, seguido de JESUMAN, luego GESTIÖN DEL MEDIO RURAL, y por ultimo en la empresa del agua FONTEIDE, donde estuvo trabajando hasta antes de ser operado de ese cáncer de páncreas, que a  los pocos meses de operado nos dijo adiós. Decirle que es la mejor persona que he conocido nunca, mejor corazón, con muchos amigos y conocidos y querido por todos. Le deseo todo lo mejor donde quiera que se encuentre…. TE QUIERO Y TE QUERRÉ SIEMPRE…
Eres un regalo que la vida puso a  /  nuestro lado… sin pensar que años  /  más tarde te perderíamos, pero la huella  /  que dejaste, es tan profunda que seguirás  /  siempre vivo en nuestros corazones.  /  ¡¡ Cómo duele estar sin ti… MI AMOR ¡!!  /  La vida quiso sepáranos EULOGIO, pero  /  tu sonrisa será la luz que nos ilumine el camino hasta el día que nos volvamos a encontrar… / TE QUEREMOS…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL