LA
SAGRADA UNIDAD DE ESPAÑA Y MI ABUELO PEDRO.-LA REBELIÓN DEL FARROBO. (XII)
El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO
FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (02/05/2025) estas notas y fotografía
que tituló “LA
SAGRADA UNIDAD DE ESPAÑA Y MI ABUELO PEDRO.-LA REBELIÓN DEL FARROBO. (XII)”: “…Ya se da por seguro que Don
Domingo Serís Granier fue un soldado francés que con el ejército de Napoleón
intervino en la batalla de BAILÉN (1808). Esa batalla fue un triunfo
del ejército español a las órdenes del General Castaños. Don Domingo, en aquel
momento “Domingo” a secas, salvó la vida, fue hecho prisionero y posteriormente
enviado a las cárceles canarias, como ocurrió con muchos más (se habla de
2500-3000 ??) dispersos por las 7 islas.
A Domingo le tocó Tenerife e
imaginemos que, por suerte, la cárcel de La Orotava. Allí en la cárcel, sin
duda, tendría noticias de primera mano de la muerte de los inocentes franceses
por la turba de “gente ruin y sin escrúpulos”….. del Farrobo y, comentarían
entre los presos débiles, indefensos y atemorizados, las intenciones de la
chusma de continuar la orgía de sangre con los jóvenes saldados franceses
prisioneros. Aquello se pudo evitar por la intervención de fray Escobar y
los sensatos del Farrobo.
Cuando Domingo Serís Granier,
por fin, quedó en libertad, lo tenía todo muy claro: no más noches de
intemperie malsana, ni zafarranchos de combate, ni los cuarteleros chuscos de
furriel, ¡pasables, sí!, pero sin comparación con los compuestos
humeantes, los salmorejos con sus papas bonitas y los sabrosos postres que los
corazones caritativos de La Orotava les llevaban a la cárcel en las horas de
visita. No más trincheras tétricas, de sobresalto en sobresalto,
aterradores, por la “bala perdida” o por el horripilante “ruido de sables”; ni
andanzas sin rumbo fijo buscando batallas a las órdenes de algún fanático, que
los hay, sordo y ciego por sus antiorejeras resistentes a todo tipo de juicio
razonable o consejo sensato que podía llevarte directamente a la
emboscada….
Sintió Domingo nuestro clima
primaveral, acogedor, el ambiente edénico de la isla que siempre había
soñado; el suave alisio que apacigua cada poro de tu piel desnuda; el mar
y la montaña al alcance de las manos para mojarte los pies en la espuma de sus
olas dejando tus huellas sobre las arenas negras o embelesarte en las faldas
del volcán pendiente, eso sí, del inquietante latido telúrico de sus
entrañas……..
Y Domingo se dijo: ni
Castilla, ni Andalucia, ni París, ni Madrid, ni Francia, ni España….ni la madre
que los parió: ¡¡ yo de aquí no me muevo !!
.png)
Esquema.: El Llano de mi abuelo
Pedro entre las calles, León, Rosa de Ara, San Juan y Marqués.
Se casó y tuvo hijos. A uno de
ellos le puso también su nombre, Domingo, que con el tiempo fue el progenitor
de Imeldo Serís, destacado por su ejemplaridad como político y por su
amor a la isla, sin mancha y a prueba de bomba.
Si el abuelo de Imeldo Serís
Granier y Blanco hubiese tenido la potestad de viajar al futuro, vendría a La
Orotava en este año 2025, visitaría los alrededores de donde se ubicaba la
cárcel, querría saludar a los descendientes de aquellos orotavenses que tanto
le protegieron durante su presidio y subiría al barrio del Farrobo para sacar
fotos de la iglesia de San Juan, de la Calle Nueva y de los restos
arqueológicos del Convento Franciscano de San Lorenzo.
Quedaría profundamente
consternado y sorprendido al comprobar que, en lo que fue “El Llano” de mi
abuelo Pedro, (ver esquema)existe una calle sin salida a “Rosa de Ara” con el
nombre de “General Castaños”, el militar que le hizo prisionero en Bailén,
cuando, por los años milochocientos, solo había en la limítrofe calle de San
Juan, una explanada con el nombre de “Huerta del castaño” y, un poco más allá,
una calle con el nombre “Calle del Castaño”(hoy “Doctor Domingo
González”).
El abuelo de Imeldo
Serís, por aquello de “no hay mal que por bien no venga”, tendría
sentimientos ambivalentes: sacaría una foto de la casa de “El Llano” en
la esquina León- Rosa de Ara (ver esquema) donde vivíeron Adela y Agustín que
trabajaban con mi abuelo Pedro, pero, para borrar malos recuerdos, no la haría
de la calle “General Castaños”, que, por cierto, allí nada pinta…….
(Continúa)
Isidro Fuentes Melián.-
Médico. Abril 2025…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL