El amigo de la
Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (31/03/2025)
estas notas y fotografía que tituló “LA SAGRADA UNIDAD DE ESPAÑA Y MI
ABUELO PEDRO.-LA REBELIÓN DEL FARROBO. (VII)”: “…En el linchamiento de
Bressan se vio a un andaluz que para dejar constancia de su “destacado”
papel protagonista, ante todo el mundo y a plena luz del día, apuñaló al
desdichado francés. ¿¡Buscaba el andaluz el aplauso, como quien vive su minuto
de gloria para “el telediario del mediodía”!? o ¿¡ solo se trataba de su odio
etéreo a “los otros”—a “todo lo demás”—a quienes culpaba del fracaso de
su propio proyecto vital, cosa que le tenía siempre de muy mala
uva…..!?
También era francés el señor Broual, profesor de primaria, que
llevaba años en el Puerto de la Cruz, estaba casado con una portuense y vivía
en una casa-escuela que pertenecía a la familia Cólogan. Se le acusaba de
“agravio a la monarquía y a Fernando VII” por pasear a su perro, aquella tarde
del carnaval, ataviado, el perro…., con un gorro que lucía el escudo de
armas del monarca.
Para ser interrogado se le llevó, custodiado como se pudo por los más
pacíficos del Farrobo, a la Batería de Santa Bárbara, (foto) convencidos de que
era el lugar más seguro donde proteger la integridad física del francés.
En el trayecto arreciaron los insultos, las amenazas e intentos de
agresión, igualito a como ocurre en la actualidad en las puertas de los
juzgados cuando la chusma se salta la presunción de inocencia y quiere tomarse
la justicia de forma inmediata. Y ya con Broual protegido en el recinto militar
la situación adquirió tintes dramáticos y cundió el pánico ante la amenaza de
lo que parecía inevitable: el asalto a la batería por centenares de hombres
enardecidos y violentos, muchos de ellos con evidentes signos etílicos, que
pretendían hacer justicia en la persona del inocente “maestro de escuela”.
Vista parcial de cómo se conserva la Batería de Santa Bárbara en el Puerto
de la Cruz. Allí, la brisa y el sonido del oleaje, placenteros, no han
cambiado. El retumbo de los cañonazos puede que se conserve entre los
antiguos legajos de los archivos.
El coronel Medranda, jefe en “Santa Bárbara”, desde el primer minuto tuvo
muy claro lo que NO tendría que hacer: apuntar los cañones para asustar, y
mucho menos dispararlos contra la multitud con consecuencias catastróficas.
¡Sería peor el remedio que la enfermedad! Aconsejó probar empleando la palabra
en un discurso apaciguador y conciliador que calmara los ánimos de los
amotinados.
El culto portavoz del Farrobo tomó la palabra y en tono ceremonioso,
mayestático, con voz clara, grave y profunda, como si viniera de un YO SUPERIOR
al que habría que obedecer, habló de patria, monarquía, de Dios y hasta
de la Virgen del Carmen. Y nombró a Fernando VII, que de estar
presente llamaría a la serenidad, a la equidad, a la concordia, a la paz y,
sobre todo, a las sagradas Legalidad y Justicia que solo podría sentenciar el
juez competente en La Orotava.
Las palabras convirtieron el griterío en murmullo de bajo tono, lo que se
aprovechó para sacar a Broual de “Santa Bárbara”. Pero apenas recorridos unos
cuantos metros la chusma, la manada aleccionada por sus cabecillas, “gente ruin
y sin escrúpulos”, decían las crónicas, asaltó la comitiva y Broual fue
apaleado y linchado hasta la muerte.
Luego su casa y, por ende la escuela, fue asaltada y saqueada destruyéndose
mobiliario, utensilios y enseres de la vivienda y de la escuela. Siguieron el
vandalismo y el pillaje, el ultraje y la profanación del cadáver, cual orgía de
sangre con exhibicionismo macabro y se extendió por determinados lugares
emblemáticos del Puerto de la Cruz.
Por cierto, y eso sí que ….¡¡ manda huevos!!,-( exclamación, aclaro, sin
connotaciones testosterónicas)- para coronar la hazaña se intentó lo
mismo con el médico : el francés Juan Emeric, veterano y
honrado, casado con una portuense y ciudadano
de pleno derecho que, de milagro, escapó disfrazado y logró salvar
su vida.
(Continúa).
Isidro Fuentes Melián.- Médico. Marzo 2025…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL