sábado, 5 de diciembre de 2020

PROEMIO


El amigo de Icod de los Vinos: ÁLVARO FAJARDO HERNÁNDEZ remitió entonces (05/12/2020) estas notas que tituló: “PROEMIO”: “…Cuando es El DRAGO de Ycod  el recuerdo más antiguo anclado en algún lejano rincón de la memoria,  y se me pide el prólogo de un libro cuyo tema central es el drago, se convierte  en  compromiso ineludible, al producir su lectura una revitalización del recuerdo ¿dormido?  alojado en la sala de espera de mi vida, en la que ocurren misteriosas coincidencias significativas, siendo nuestro común amor y entusiasmo por los dragos y otros saberes uno de ellos, que ,desde mi punto de vista, han sido tratados ,por el autor,  de forma novedosa, con  planteamientos  matemáticos, geométricos, y un lenguaje sapiencial propio, complejo e inusual .

Hoy cuando empleamos la palabra DRAGO, evocamos muchas cosas. El drago tiene una historia llena de significado, un significado que no es univoco para el que lo nombra. El DRAGO está en la mitología, la leyenda ,en la historia,  la ciencia, la medicina, la iconografía, la poesía   y,  sobre todo en el corazón de todos los canarios  por ser el símbolo identitario  de Tenerife  y , de forma especial, en los ycodenses  ya que, en torno a  Él y bajo su tutela , nuestros sueños y aspiraciones  encuentran cauce y existencia .Arbol-drago  en el que subyace una tradición ancestral de fecundidad renovada que ,de alguna manera  relaciona el autor con la creación del Cosmos, siguiendo el rito arcaico de asociar la creación del universo planetario con el Reyno Vegetal que fueron los primeros seres vivos sobre el planeta Tierra, en la que el representante antediluviano más significativo es El Drago Milenario de Ycod .Árbol intemporal que guarda las claves de todos los tiempos, y que consigue  liberarse de su corporeidad fractal vegetal para convertirse en mítico dragón neoténico viviente ,genitor planetario y árbol oracular de tiempos arcanos  al que Alberto Luengo  se rinde a su vetusto tronco en gesto místico de comunión y transformación cosmovisional.

Recuerda Alberto que el Reyno de Ycodem del Mencey Pelicar vio desde la lejanía, hace ahora 1074 años, el nacimiento de  este coloso vegetal, y te puedo asegurar que contará sus días por otros milenios más. Hoy el Drago de Ycod es portada del libro  de Thomas Pakenham ;”Árboles excepcionales del Mundo”  que lo encuadra entre los Matusalenes existentes en el planeta

Mi amistad con el autor Alberto Luengo y su hermano Hugo,  aunque reciente y casual  me ha permitido profundizar en aspectos poco conocidos de los dragos en general y en particular los de canarias aunque en el libro  estén representados los de otros continentes. Su visión como arquitecto, no exenta de conocimientos botánicos y científicos  ha  logrado transmutar  información y saberes  en experiencia,  aunque más de forma  fenomenológica que racional.

Recuérdese que  La palabra  alemana wissen (saber) procede  de sehen (ver) . Los griegos  relacionaban  el saber con el  ver. El sabio (ve) lo que ocurre a su alrededor. Ve profundamente. Ve lo auténtico, la esencia de las cosas, la verdadera estructura  de todo ser ; (animal, planta, y también de seres inanimados; edificio, pinturas ,columnas…) Los griegos sostenían que la sabiduría  se puede adquirir, pero es también un don, cuasi innato .Aunque las leyendas  sostienen que ,en un  principio, la sabiduría  estaba  en poder de los dioses (Atenea o Minerva y A polo) eran las musas las  responsables de  trasmitirla  a los poetas , y también a algunos  humanos afortunados,  que en el caso que nos ocupa tiene nombre y apellido.

Para los romanos, la sabiduría se llamaba sapientia , que viene de sapere, que significa “tener sabor o gusto”  por todo aquello que hacemos o emprendemos. El libro que prologamos está lleno de sabores y saberes  que nos lo presenta en un formato novedoso e inédito, tras el  que hay manos femeninas  que, por fortuna, tienen otra forma de ver el mundo que les rodea.

No se limita el libro a la  compleja morfología del drago y otras especies vegetales (cardón ) y animales (tortuga) sino que analiza sus dimensiones  que no se expresan con números enteros, porque se distribuyen  en el interior de sus volúmenes o superficies , y los denomina fractales, porque su dimensión (en el sentido de la geometría no es un  número entero).Con los fractales de los dragos se pueden encontrar formas  irregulares, caóticas y en continuas fluctuaciones, pero ¿ Son las formas de algunos dragos  de naturaleza fractal  o más bien de la naturaleza de azar? Cuestión aún por aclarar .Recuérdese que el Nobel de Química de 1977 Ilya Prigogine  sostiene  que; “En condiciones  alejadas de equilibrio, la materia viva (el drago lo es) tiene la capacidad  de percibir  diferencias  en el mundo que le rodea  y de reaccionar con grandes efectos a pequeñas fluctuaciones” De ahí que los criterios de algunos prestigiosos botánicos  para determinar la edad de árboles, no leñosos, por el número de ramificaciones , entre los que se encuentra El Drago Milenario de Ycod, sean falibles.

Dedica el autor un capitulo a la sangre de drago y su importancia en el pasado y presente, haciendo alusión al magnífico trabajo del botánico Lázaro Sánchez Pinto y el biotecnológo   Rafel Zárate Méndez  publicado en Rincones del Atlántico, al que me permito añadir  la importancia que tuvo  en 1605 cuando el médico Daza Chacón escribió el libro-tratado “ Práctica y teoría de la Cirugía en romance y en Latín”  que dedico a Felipe II, en el que describe el uso de la sangre  de drago como cicatrizante y que había empleado en 1574 en la Batalla de Lepanto,  librada entre el Peloponeso y Epira, actual Grecia .El doctor  Dioniso Daza Chacón, conocido como “El buen Doctor “utilizó la sangre de drago de Tenerife , en una fórmula magistral  mezclada  con otras sustancias, como eficaz cicatrizante en la cauterización de heridas producidas por armas de fuego.

Generosa y oportuna la reivindicación de la Y griega frente a la I latina, para mentar a mi pueblo, que, en otro tiempo se escribía YCOD. El  meticuloso estudio  que hace el autor  sobre su evolución   es concluyente. Echo en falta la representación  en forma  de Y griega de la “teoría de cuerdas”.

Alberto Luengo  ha logrado un libro eminentemente  visual. Para ver detenidamente  y  leer, más de una vez, de forma serena, reflexiva  y crítica. Un libro meticuloso, con dibujos  rotulados con la pulcritud, paciencia  y buen hacer del auténtico arte-sano, símil de anónimos maestros  rupestres de Altamira, El Pendo, Lascaux o Chauvet.

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Un libro de estas características no hubiese sido posible sin la estrecha y eficaz colaboración de Belén  león Arvelo  Y  Nuria Couto Expósito. Es producto de un paro activo provocado por un  confinamiento obligado, que no deseado. De igual forma, que en otro tiempo, el matemático Isaac Newton idea las leyes de la Gravitación Universal, en la casa donde había nacido, en un confinamiento impuesto cuando la peste negra desbastó gran parte de Europa, o la del físico cuántico y premio Nobel   Werner Heisenberg , que afectado por la epidemia de la  fiebre del heno ,en un retiro obligado, buscó la solución a la mecánica matricial  de las órbitas de electrones ,esperando el amanecer en la cima de una montaña. O la del físico Erwin Schrödinger que en un retiro romántico, en un hotel del Tirol, realizó el descubrimiento más importante de su carrera, como científico, al encontrar la solución  a una ecuación que describía  “ la función  de onda “ de los estados de energía del átomo. Y algo más próximo y local ;el retiro de 14 días a Laos   del biólogo canario Antonio Machado Carrillo que “parió” un generoso y existencial  libro, escrito con pluma estilográfica mezcla de cuaderno de viaje  y ensayo filosófico, difícil de etiquetar, con el que se aprende e invita a la reflexión como el que prologo.

La historia está llena de descubrimientos  y hallazgos  afortunados  que se se han producido en situaciones extremas  de despreocupación y/o cansancio. La doctora Von Franz,

discípula de Carl Jung, al que debemos el término “sincronicidad” relata dos empleos ilustrativos .Uno , el caso del prestigioso polimata, matemático, físico, científico teórico y filosofo de la ciencia  Henri  Poincaré que una noche muy cansado  haciendo guardia en el cuartel donde hacia el servicio militar ,encuentra la solución  a lo que conocemos, hoy ,como “funciones automorfas” Algo parecido lo ocurrido al famoso matemático  Gauss cuando descubrió  un teorema numérico en una situación de confinamiento voluntario en el que expresa  “ Se me abrieron las conexiones sincrónicas  del conocimiento”

En un libro de estas características  no solo se necesita saber lo que se desea buscar, sino había que buscar lo que se desea saber, y  recurrió Alberto Luengo  a la revista más prestigiosa que se edita en Canarias. Me refiero a Rincones del Atlántico, editada por Daniel Fernández y, a todos los colaboradores que han escrito sobre dragos (Arnoldo Santos .Lázaro Sánchez, Rafael  Zárate ,  Aguedo Marrero Juan Manuel Luis…).     

Juan Manuel auscultando las ramas de El Drago de Ycod . Diciembre MMXX

Desde “Las Castras” El Tanque, recóndito lugar de medianías y cumbres ideal para serenas reflexiones, donde los dragos de cualquier filum y la amistad con los hermanos Alberto y Hugo Luengo Barreto  tienen especial significación. Diciembre  MMXX…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

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