martes, 25 de noviembre de 2025

LA PIRÁMIDE DEL PODER Y SUS COYUNTURAS. (I)

El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (25/11/2025) estas notas y fotografías que tituló “LA PIRÁMIDE DEL PODER Y SUS COYUNTURAS. (I)”: “…El “Poder” tiene distribución piramidal. En el vértice se encuentra el “Mando” y hacia la base se extienden ramificaciones, a veces, si no demasiadas, sí con límites imprecisos que pueden originar confusión en la toma de decisiones.  En ese follaje de la pirámide de mando hay que andar con muchos ojos avizores para que no se cuele   el desleal, el traidor, el desagradecido, el adulón, el renegado,  el trepa meritorio ,  el chivato, el caricaturesco espía tras las cortinas fisgoneando intimidades, el “pincha teléfonos” y su flagrante atentado a la s a g r a d a intimidad………También las cloacas adversarias con sus esbirros –hasta sicarios si fueran necesarios….,  el saboteador ,el “fiel enemigo”, el felón, el envidioso, el iracundo, el fanático con, el vengativo de su propio fracaso…… Todos, por mimetismo, camuflados, se hacen difícilmente  detectables, actuando  como “quinta columna” con devastadores efectos en la política que se pretenda llevar a término.

Y digo esto porque a lo largo de la historia por circunstancias especiales o muy especiales en estos niveles bajos de la pirámide del poder se han tomado decisiones, ya erróneas, ya negligentes, a veces descabelladas por desconocimiento o bárbaras en sus resultados, incluso, con la “mala voluntad” de meter cizaña horadando el proyecto…. En la base de la pirámide nos encontramos los últimos monos…..con el  poder compartido de ir a las urnas cada 4 años. Que ni eso,  si la cosa sigue por el camino que va (noviembre 2025), al menos hasta que vuelva a imponerse el sentido común, lo más razonable, la civilidad y no el retroceso en un afán extemporáneo de detener el fluir histórico. 

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Mirando con lupa ciertos acontecimientos históricos de indudable importancia podríamos encontrar analogías entre unos y otros que nos harían pensar que las decisiones fueron tomadas por los últimos monos o casi……; es decir, en el último eslabón de la cadena de mando cuando la estructura de las instituciones de un Estado debilitado o, peor aún, en descomposición, han dejado de cumplir su función presas de la desorganización y la confusión. Es decir, ponérselo en bandeja al enemigo infiltrado que campa a sus anchas motivado, muchas veces, por la ira y el odio.

Algo de eso pudo ocurrir en los trágicos finales del zar Nicolás II y su familia, en el asesinato de José Calvo Sotelo (1893-1936) gran líder de la derecha y tío  de Leopoldo Calvo Sotelo, Presidente del Gobierno después de Suarez;  masacre en Paracuellos del Jarama, de la que aún no se conoce al verdadero responsable;  los asesinatos en la Cárcel Modelo de Madrid el 22 de agosto de 1936 tras juicios sumarísimos por “Tribunal Popular” ad hoc, con Sandoval (¡¡¡ manda huevos !!! ) como protagonista en primera línea. Franco (estilo Gaza) había bombardeado Madrid unos días antes  (7-agosto-36). También el fusilamiento en Alicante (20 de Noviembre de 1936) de José Antonio Primo de Rivera el fundador de La Falange, cuando Madrid era un auténtico caos ante la creencia generalizada de la llegada inminente del ejército africano y la represión inmisericorde a la que sería sometida la capital, como amenazaba la difundida propaganda, grosera y justiciera, de  los rebeldes con los legionarios al frente…..  Y, por último, la  anécdota macabra de  lo que pasó con los 22 inocentes, indefensos, débiles y simpáticos (lo de simpáticos lo añado yo) capuchinos, frailes catalanes, y su singladura secular allá por el Orinoco y sus tierras fértiles porque nadie sabía qué hacer con ellos. Fue  cuando la lucha de los mantuanos (la aristocracia venezolana, con su Simón Bolívar a la cabeza) contra los españoles por la independencia de Venezuela.

   El trágico final de Nicolás II y su  familia fue consecuencia de una coyuntura en la que las soluciones se tomaron en un nivel bajo o muy bajo de la pirámide del poder.  Yo al menos así lo creo y  para comprenderlo, o, mejor, s e n t i r l o ,  lo encuadro en un lapso de tiempo, como preámbulo, que va desde 1905 a 1918.


El buenazo e inocente Nicolás II. Y así lo parece.

 

Los últimos años del siglo XIX  fueron, si no  boyantes, si de bienestar social, económico, cultural y político en el difícil contexto del inmenso Imperio Ruso. El Transiberiano con sus 10.000 Kms de vías férreas era el icono del progreso y se exhibía como la mejor propaganda del sistema.  Nicolás II sacaba pecho por doquier orgulloso de su mandato que, junto a su esposa Alexandra se creían  “asesorados” por la “Divina Providencia”.  


La bella emperatriz Alexandra. Las fotos nunca han captado  el efluvio cautivador de la belleza femenina........

 

Y nadie o casi nadie, quería oir hablar de revoluciones o inestabilidades.… Las mayorías vivían contentas y felices, sin pretensiones utópicas. Pero a todo apogeo sigue una fase de estabilidad hasta que empieza a sentirse la decadencia…..que puede terminar en crisis.

…Y eso fue lo que ocurrió  al principio del siglo XX cuando una serie de circunstancias desencadenaron los acontecimientos de febrero de 1905.

 Un crudo invierno trajo escasez en productos de primera necesidad con el consiguiente aumento de los precios y la especulación a todos los niveles que incluía hasta  el pan nuestro de cada dia…..

Al estraperlo de puerta en puerta se fueron sumando las huelgas de los obreros pidiendo mejores salarios, con cierre de las fábricas; los campesinos con sus reivindicaciones de toda la vida sobre el dominio y el reparto de las tierras. Se criticaba la “rusificación” (solo el ruso en todo el imperio…; tal cual nuestra castellanización) con la oposición de los nacionalismos periféricos y sus sueños de autonomía, con sus etnias y sus dialectos (En España tres….o cuatro, si contamos Canarias; en el imperio ruso ¿cerca de 100? Confirmar el dato.)

 Rapiñas, robos, asaltos incontrolados, a la luz del día, rencillas y  violencia física de todo género con especial inquina hacia los judíos (pogromos) en ambiente social que se fue haciendo irrespirable.

Pronto se sumaron grupos, que no eran revolucionarios, ni bolcheviques, pidiendo mayor libertad y mayor participación democrática frente al zarismo absolutista. Hubo quejas en el ejército y hasta ciertos motines en la marina. Y Nicolás II quedó bajo el punto de mira de todas las furias.

Dos “tsunamis”  desbordaron la situación: la descerebrada, disparatada y calamitosa (los adjetivos son míos) guerra perdida contra Japón  y el “Domingo Sangriento”.

Hasta este momento, la revolución bolchevique dormitaba aparcada en un rincón mientras  Lenin, con treinta y pocos años, tomaba apuntes desde la grada comentando en voz alta: “la fruta va madurando”.

(Sigue)

 

Isidro Fuentes Melián.- Médico.-  Noviembre de 2025…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

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