El amigo de la
Villa de la Orotava: MAXIMINO HERNÁNDEZ “TAPIZADOR” remitió entonces (14/06/2025)
esta fotografía referente al desaparecido carrito de la Villa de La Orotava,
que habitaba frente al desaparecido e inolvidable cine teatro Atlante. En la
fotografía vemos a TOMÁS RODRÍGUEZ, el ultimo que administró el carrito
acompañado de tres niños que desconozco su identidad.
Me cuentan que fue VÍCTOR POLO ROCÍO, el que primero instaló los carritos
de golosinas y demás en la Plaza de La Constitución de La Villa de La Orotava.
En el tiempo se tuvo que hacer cargo del bar – pensión – fonda “El Suizo”,
que adquirió su padre oriundo de Málaga don Paco Polo Verdugo en la
Calle de García Beltrán.
Los carritos desaparecieron de su propiedad, y fueron distribuidos
(vendidos) a; Manuel Regalado (su cuñado), Paco Luis Expósito, a Consuelo y
Aurora de la parada de guaguas y el que se instaló por fuera del desaparecido
Cine Teatro Atlante (de don Felipe con su sobrero y sus hijos; Nano y Tomás
Rodríguez) famoso por el suministro de los garbanzos tostado y los rosquetes
salvavidas.
Con el tiempo el santacrucero don Miguel Monasterio, entonces
administrador del hospital de la Santísima Trinidad de La Orotava, montó un
carrito similar frente a dicho recinto sanitario en la calle – plaza de San
Francisco. Este carrito que ya lo trabajaba el orotavense Eusebio Delgado Luis
(como operario), se trasladó a la plaza de la Constitución, en el lado oeste
frente al famoso estanco de Anita, mientras que los otros dos estaban en el
lado este.
Al final el amigo “Eusebio” lo adquirió en propiedad, ampliando sus ventas
de golosinas, cigarrillos y demás que la niñez de la villa se enamoró, y
siempre se reencontraban en el Carrito de “Eusebio”.
Cuando tuvo que realizar el servicio militar obligatorio, se lo arrendó al
defensa central del UD. Orotava Jesús Hernández “Chuchito”, cambiando el
denominativo durante esa temporada por “Chuchito el del Carrito”. Hasta que se
reincorporó de nuevo “Eusebio”. Existía en el Carrito de Eusebio un Radio –
transistor de grandes dimisiones, donde nuestra savia juvenil solíamos
sentarnos en sus alrededores para escuchar los carruseles deportivos de los
domingos, referentes al campeonato de liga de la primera y segunda división del
fútbol español.
A título anecdótico, menciono dos acontecimientos que se me quedaron
grabados en la rutina: Un encuentro correspondiente a la primera división del
Fútbol Nacional (radiado en directo por una emisora de Las Palmas) de la
temporada 1967 – 1968, en el Estadio Valenciano “Mestalla” (actual Luis
Casanova), entre los conjuntos Valencia CF. – UD. Las Palmas, en ambos
conjuntos jugaban dos primos hermanos de la Orotava; Francisco Sánchez García
en la UD. Las Palmas y Nolito Hernández Sánchez en el Valencia CF. El encuentro
acabo en empate a dos tantos, marcando ambos primos para sus equipos
respectivamente. En segundo lugar, aquel famoso combate por el título Europeo
de los pesos súper ligeros entre Carrasco y el tinerfeño Velásquez, el cual fue
vencedor por puntos el peninsular, aparecer no lo mereció. La retrasmisión en
directo por radio nacional de España a través de la sonora voz de don Matías
Prat, se realizó un jueves Santo por la noche.
Recordar que los carritos de la Plaza de la Constitución, al diario por las
tardes, bajaban por la Calle El Calvario a pernoctar sus noches en unos garajes
de la calle “El Tejar”, propiedad de los herederos de don Justo Díaz, al día
siguiente regresaban por la misma calle cuesta arriba hasta la plaza. La misma
operación realizaba el Carrito del Teatro – Cine Atlante, pero por la calle de
Juan Padrón, subía por García Beltrán y bajaba por la del Calvario. El Carrito
de Eusebio, hacia el mismo recorrido que los primeros, pero pernoctaba en el
Salón Industrial de mi padre Juan Álvarez Díaz. Al final los Carritos de la
Plaza se quedaban amarrados y bien cerrados en sus lugares respetivos, bajo las
sobras de los arboles de la Alameda, que recibían los reverberos de Luna llena
en noches estrelladas y el del Atlante de esta fotografía lo encerraban en el
anexo de la terraza.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario