martes, 17 de diciembre de 2019

CUMPLEAÑOS DE CHAGO MELIÁN


El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (17/12/2019) estas notas que tituló; “CUMPLEAÑOS DE CHAGO MELIÁN”: “…Chago Melián obsequió a los invitados a su cumpleaños con unas folías sinfónicas, fruto de su trabajo más reciente en el que fusiona a Canarias con Hawaii para alardear de su voz y probar que en la música, con trabajo, esfuerzo y dedicación, todo es posible.
El cantante de Punta del Hidalgo les convocó en La Victoria, donde cada lunes, comparte con la peña habitual de hace muchos años ratos de desenfado y de armonía amistosa. Todos le quieren y le dispensan afecto, gozan con su desenfado y acentúan su admiración mientras bromean, hacen por imitarle y conversan, probando cualquier guiso y un buen caldo. Hasta que degustan un exótico café de macadamia con vainilla.
Melián ha popularizado Ave María, de Franz Schubert, uno los cantos sacros católicos más trascendentes. Ha creado escuela: en muchos pueblos, acaso donde él mismo haya actuado, han salido personas de toda condición social, de distintas edades, que rendidas a la voz del artista, han ensayado y se han atrevido a replicarle con desigual fortuna. Chago ha cantado en los más variados escenarios de las islas: al aire libre, con frío o calor, y en los recintos más insospechados. Lo hace con modestia, tal cual es su personalidad, sencilla y desenfadada: nació para cantar, dotado de una voz singular, con la que ha paseado el nombre de la Punta por múltiples rincones a los que ha hecho llegar su afán creativo, sus dotes de intérprete que no se conforma sino que investiga y trabaja para ofrecer montajes e innovaciones con las que ido madurando su estilo.
Los amigos valoran y agradecen la conexión con esa trayectoria musical que un día le llevó a Hawaii y que, hace ya dos años, plasmó en un espectáculo musical de alto nivel, estrenado en los actos culturales de las Fiestas del Cristo de La Laguna. La Orquesta Sinfónica de Tenerife (OST), bajo la dirección musical de Julio Tejera y Lepoldo Ortí, plasmó primero una formidable grabación. Después llegó la puesta en escena en La Laguna: una suerte de hermanamiento músico cultural entre dos archipiélagos, arropado por la OST, dirigida por Chris Cameron y Francis Hernández, junto con los solistas Andrés Molina, Badel Albelo, Javier Hernández, Domingo 'el Colorado', Patricia Muñoz, Tony K. Y Yurena Namahana.
Chago ha querido involucrar al pueblo canario en este proyecto, compartir las inquietudes y las experiencia con escuelas, academias y bandas de música. Se trata de unir el timple con el ukelele, las folías con el hula, el Teide con el Kilahuea y el Atlántico con el Pacífico.
Pese a las adversidades, el Chago Melián perseverante continúa insistiendo para llevar a cabo un proyecto lleno de alicientes. Entre ellos, el respaldo que, en torno a un vaso de vino, le prestan amigos que le aprecian de verdad y saben de su valía. Por eso le cantaron, emocionados y pletóricos, un más que merecido ¡cumpleaños feliz!...”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

lunes, 16 de diciembre de 2019

ANTONIO PÉREZ DÍAZ, UN EXTRAORDINARIO AMIGO Y UNA EXCELENTE PERSONA



Fotografía; promoción (1965 -1966), sexto curso de bachillerato y revalidas superior del Colegio de San Isidro de la Villa de La Orotava. Antonio Pérez Díaz: tercero de la fila de arriba por la izquierda.

Antonio Pérez Díaz (lo conocíamos por CHICHO), nació en la Villa de La Orotava en el año 1948, y falleció el 13 de diciembre del 2019.
Estudió en los colegios de la Villa de La Orotava: San Fernando y San Isidro.
Terminada las revalidas superior con extraordinarios resultados, se matricula en las escuelas industriales de Las Palmas de Gran Canarias, en la que se gradúa como Perito Industrial (Ingeniero Técnico Industrial).
Trabaja en empresas como técnico, jubilándose anticipadamente en la Telefónica nacional de España.
Contrajo matrimonio en la Villa de La Orotava, con la dama villera y amiga: Rosario (Rosarito) Miranda, de cuyo matrimonio tuvieron dos hijos: Carlota y Marco Pérez Miranda.
Perteneció a la Agrupación Juvenil Teide, donde conoció a su inseparable Juanita.
Excelente y extraordinario amigo desde la infancia. Tenía un corazón de oro, una personalidad totalmente humana y comunicativa, con todos sus amigos y demás.
La verdad que siempre que hablábamos, lo hacíamos más que un hermano.
Querido amigo Antonio, espero que descanse en el paraíso eterno en paz y misericordia, allí están tus padres, muchos de tus amigos de la infancia y de la juventud.
Aquí dejas a una esposa maravillosa “Rosarito”, unos hijos majestuosos y unos nietos que nunca te olvidaran, y que te seguirán queriendo.
Un abrazo querido Antonio, hasta siempre.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

NOTA INFORMÁTICA SOBRE LAS PRIMERAS PROMOCIONES DEL COLEGIO SALESIANO DE SAN ISIDRO DE LA OROTAVA



El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELÍAN “ESPECTADOR”, segunda promoción 1948-1955, remitió entonces (16/12/2019), estas notas que tituló;NOTA INFORMÁTICA SOBRE LAS PRIMERAS PROMOCIONES DEL COLEGIO SALESIANO DE SAN ISIDRO DE LA OROTAVA: “…Con el comentario que suscribí sobre el reciente fallecimiento del condiscípulo salesiano,  José Enrique Codesido Ascanio, he de añadir lo siguiente:   
El curso Preuniversitario (Preu) (años más tarde llamado COU, y que en la actualidad ya no existe) no se impartió los primeros años con regularidad en el Colegio Salesiano de Don Bosco de La Orotava. La primera promoción (1948-1954), la segunda Promoción (1948-1955) y la tercera (1948-1956) tuvieron que ir a otro centro docente a realizar el referido curso Preu, que era obligatorio para poder ingresar en el primer curso o selectivo de las carreras universitarias de licenciatura y de ingeniería y arquitectura superior.
Algunos ex alumnos  de esas tres primeras promociones, realizaron el Preu en colegios de Santa Cruz, y otros en la calle de La Hoya de la Villa, en el Colegio de Santo Tomás de Aquino, regido por el polifacético, versátil, inolvidable Don José Estévez Méndez,  (conocido por don Pepe), a la sazón (1955-56) alcalde de la Villa de las Alfombras.
En este edificio de la calle de La Hoya--desde 1952, oficialmente calle del Hermano Apolinar--se realizaron las primeras promociones de Bachillerato a cargo de los Hermanos de La Salle, o Hermanos de las Escuelas Cristianas, desde el año 1909 hasta 1919 en que se inauguró el espléndido edificio de la Plaza Franchi Alfaro, obra del benefactor don Nicandro González y Borges. Aunque por aquellos años, hasta la época salesiana que comienza en 1948, aún estaban algunas dependencias inacabadas.
La cuarta promoción salesiana de Bachillerato Superior (1948-1957), fue  la primera que  realizó el Preu en el referido colegio de la plaza de El Llano orotavense. Me comenta uno de los alumnos de dicho curso Preu, que ya no se formaban en filas antes de entrar a clase; la dirección del centro docente los consideraba suficientemente adultos y personas responsables; se evitaban de esta manera, hacer las escabrosas filas que se hacían a golpe de pito (y algún que otro pescozón…) en formación cuasi militar para moverse dentro del colegio, en el extenso horario de los días laborables: desde las 8,25 de la mañana hasta casi las 8,00 de la noche, con una ‘paradiña’ para ir a comer a casa, desde las 12,45 a las 2,15 de la tarde. Algunos alumnos eran residentes en  pueblos limítrofes, y se sumaron e hicieron el Preu o COU en la Villa Capital del Valle…
Ya en 1954.55 funcionaba el internado con escasos seis alumnos internos, que se fueron multiplicando en cursos posteriores hasta llegar a más de cien. Años más tarde, se suprimió el internado.
Pero hubo algún problema más, como el que voy a contar: la sexta promoción empezó en 1959 el curso Preu en los Salesianos de La Orotava, pero a mitad de curso –probablemente por motivos burocráticos administrativos y de falta de  profesorado exigible—hubo de paralizar el desarrollo de la impartición de las clases, y anexionarse a algún instituto de la zona metropolitana tinerfeña, para terminar dicho curso Preuniversitario.
Evaristo Fuentes, Espectador y Antiguo Alumno…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

domingo, 15 de diciembre de 2019

JUAN NEGRÍN, POR SU NIETA


El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (15/12/2019) estas notas que tituló; “JUAN NEGRÍN, POR SU NIETA”: “…El archivo de Negrín, la estatura política de Juan Negrín... El Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC) acogió dos convocatorias de las IV Jornadas sobre científicios y tecnológos canarios 2019, dedicadas al que fuera presidente del Gobierno de la II República española, promovidas por el Instituto de Estudios Canarios (IEC) en colaboración con la entidad portuense y las fundaciones Juan Negrín y Telesforo Bravo.
El presidente de la primera, José Medina, habló el miércoles sobre “El archivo errante. El regreso a España”, una síntesis para aproximarnos al curso y las peripecias de un archivo, nada menos que el del presidente del Gobierno, que salió de nuestro país hace ochenta años y que, en opinión de Medina, era “decisivo para mantener y proyectar la vida de la República en el exilio”. Este conjunto documental, una parte del cual se encuentra en la sede de la fundación, en Las Palmas de Gran Canaria, explica muchas claves y decisiones políticas adoptadas durante la contienda que dividió a los españoles y que se prologó durante casi tres años.
Carmen Negrín, nieta de Juan, sabe mucho de ese archivo, de su custodia, de los riesgos, de los hurtos y de los ultrajes. Imposible condensarlo todo pero se aproximó durante su intervención en la fría noche del pasado jueves. Carmen lo cuenta con dulzura y responde a las preguntas sin rencor alguno, como si quisiera extender un mensaje pedagógico, el que trasmitió el abuelo a su hijo, a Severo Ochoa, a ella y a su hermano.
Ese pensamiento, posiblemente, sería fruto de la filosofía de la Institución Libre de Enseñanza, a la que Negrín estuvo vinculado. Carmen Negrín destacó que en el legado hay que incluir el nombramiento que hizo el presidente del Gobierno de la primera mujer para desempeñar un alto cargo institucional.
“Mi abuelo fue perseverante con la ética, hasta el final de sus días”, explicó durante su intervención. Puso un ejemplo: “Me correspondía hacer la primera comunión. Cuando se lo comuniqué, le pareció bien; pero me advirtió que primer debía leer un libro, la vida de Cristo en la Biblia. Con solo ver el tamaño del libro, me asusté y lo discutimos. Pero él insistía en la necesidad de que ese paso había que darlo con pleno conocimiento”.
Carmen Negrín reveló que nunca hizo la primera comunión “pero el abuelo me dio una lección memorable para diferenciar entre el ser y el aparentar”.
El historiador hispanista estadounidense, Gabriel Jackson, fue el primero que tuvo acceso al archivo de Juan Negrín López. Ya había calisificado el de León Trotski, el político revolucionario ruso de origen judío. Jackson se encontró con documentación envuelta en páginas y recortes de periódicos “que seguro eran también muy valiosos para entender lo que sucedía en la época”, dijo la nieta de Negrín quien se preocupó de que las memorias que iba preparando no fueran publicadas en vida: “No quería más disensiones entre los españoles y en el PSOE” (del que fue expulsado), apuntó Carmen Negrín.
Cuando su abuelo murió (París, noviembre de 1956), tenía nueve años. “Mi hermano y yo aprendimos a escuchar con él, a preguntar... Y a preguntar más. Siempre, al final, interrogaba él con esta frase '¿Habéis entendido?' Y las conversaciones se prolongaban”, explicó al reconocer que aquella fue una auténtica escuela de aprendizaje de tantas y tantas materias. “No solo de la guerra de España -él nunca dijo la Guerra Civil- sino de la filosofía, de la anatomía humana y animal, de la estrategia política”, añadió.
Una enseñanza, para concluir, también inolvidable: “En la vida hay que superar riesgos, fue lo que nos dijo una tarde”.
Un prolongado y respetuoso aplauso selló su intervención…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

sábado, 14 de diciembre de 2019

SÍ QUE SON SOLIDARIOS


El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (14/12/2019) estas notas que tituló; “SÍ QUE SON SOLIDARIOS”: “…“La poesía es un arma cargada de futuro”, escribió el poeta e ingeniero guipuzcoano Gabriel Celaya, uno de los más destacados representantes de la que se denominó poesía comprometida o poesía social, musicalizado posteriormente, en plena revolución de 1968, por el cantautor valenciano Paco Ibáñez.
“Luego llega el momento/ de los gestos,/ y las preguntas desarmarán/ la ruinosa historia/ que guardo en el bolsillo/ de los pantalones,/ esa que empuja,/ silenciosa y firme,/ hacia la frágil telaraña del verso”, responde José Javier Hernández García, cuando En el cuarto, en plena conversación del cielo con los árboles de la noche y en medio del bosque devastado de sus papeles, descubre que el autor guipuzcoano anticipaba para el universo poético una suerte de sentencia genérica:
“No es una poesía gota a a gota pensada./ No es un bello producto. No es un fruto perfecto./ Es algo como el aire que todos respiramos/ y es el canto que espacía cuanto dentro llevamos”.
Pero la telaraña verseadora de José Javier no es frágil, no. ¿Cómo va a ser frágil cuando un título tan imaginativo despliega tantas sugerencias? ¿Ruinosa historia? ¡Qué va! Estas páginas son una sucesión de metáforas y otras figuras literarias, alentada por la memoria rediviva, aquella que robustecieron los recuerdos de infancia y adolescencia, de la vida forjada en las aulas, en el ejercicio de la docencia y en el pálpito familiar. En las soledades, en las reflexiones, en los valores de la amistad que ha cultivado sin reserva. No se ven vestigios ni huellas de ruinas; al contrario, afloran los sentimientos de “la historia que empuja”, una idea que sustancia toda la obra.
La historia personal e íntima que es futuro vitalista, o sea, presente en forma de poemas que acompasan la medida y el orden para ser leídos con sensibilidad, que no se esconde sino que se adivina en los pliegues de cada verso.
Vivió, escuchó, le contaron, almacenó en su memoria y pergeñó ideas y oraciones entre apuntes de destino ignorado. Estaba claro que era de letras y así lo decidió cuando había que escoger entre las humanidades o ciencias en aquella disyuntiva del bachiller superior. Lo plasma en Así te siento, “con precisión de arriero”, cuyo fin es doblar o enderezar sendas, “para cruzar animosos/ el lígamo de los campos”.
Dice el poeta:
“Inexcusable hacer un alto/ en lugares familiares,/ espacios de juego/ que guardaron las huellas/ de la adolescencia,/ y sostuvieron las palabras que significan nombres/ enraizados en la sangre”.
Y a partir de aquí, descubran o imaginen los lugares que el autor describe:
“...el templete inaccesible,/ la torre de la iglesia de la Peña/ a la que por miedo nunca subí,/ o el naciente en el acantilado/ de Martiánez que calmó mi secura...”.
En este sentimiento, José Javier Hernández García alude a su padre, Juan, que cita en otros pasajes poéticos para alumbrar sus perfiles humanos, los más tiernos, y puede que los más dulces, contrastados cuando le acompañaba por pascuas a comprar pasteles en casa Padilla, apellido que da título a otro poema:
“Como un prodigio que se vivía/ todos los años,/ nos echábamos al camino,/ se nos quebraba el espíritu/ de volver a ese lugar”.
Dice el hijo poeta que “nada quebraba aquella serenidad de mi padre”. La última estrofa es reveladora:
“Pasteles de Padilla,/ pesebrera de caña,/ niño de barro que nunca duerme”.
Pero ese ánimo de retornar se adivina también en Verso, precisamente introducido por las interrogantes de Gabriel Celaya, (“¿quién nos llama?... ¿quién me busca?”) cuando las olas rompen, y Hernández, desde “este charco ahora sin agua”, encuentra una respuesta cósmica “enhebrada al rumor/ oscuro del bajío”. Ahí están las olas, el no tan pálido reflejo del hombre de mar que, en su juventud, contaba las olas de siete en siete, “...seguros de poder frenar,/ cara al viento del norte,/ tanta espuma,/ tanto abrazo,/ tanto mar azul chocando,/ y las parábamos con el corazón,/ más que con el pecho”.
Ana se quedó con el corazón de José Javier, una Fuente que nos recuerda al Miguel Hernández más sentimental y más enamorado. También dejó una parte de ese órgano vital en aquel Peñón cercano al domicilio familiar que la piqueta mecánica destructora asoló casi en un santiamén modificando por completo la fisonomía de la calle, pese a lo cual, siguió llamándose Peñón. El autor define: “Una estrella de vértice afilado/ ancló su cuerno de fuego/ en un extremo de la calle...”. Y a continuación, rindiéndose al bucolismo, hace un auténtico canto de elementos naturales y plenos de vitalidad.
“...en la soledad de aquel risco/ se asentaron los insectos/ que andaban solos por el mundo,/ sin amigos:/ los dípteros, los coleópteros,/ el longicorno del cardón,/ la chinche de la calabaza,/ la araña tigre...”.
Exponentes de vegetación aparecen, expectantes, seguidamente:
“El día que llegó la lluvia/ se introdujo ese agua bendita/ por grietas y hendiduras,/ y anegó las raíces/ de las siemprevivas/ que andaban esperándola/ con la ilusión de la primera vez”.
Fue bautizado Peñón de Blanco “y tenía la costumbre de abrir/ las intrincadas galerías de sus brazos,/ para que las corujas/ y después los guirres,/ aprendieran a soñar/ como los humanos”.
Quizás -o sin quizás- porque le gusta caminar sin prisa y respirar el aire del monte, este filólogo de inglesa, jubilado de la docencia que siguió los pasos de sus padres, Juan y María Teresa, ensalza con mesura los valores cotidianos, domésticos y personales del paisaje urbano más próximo. Se titula Dioses este poema que leemos completo, pensando en hacer efectivo el pensamiento del mejicano premio Nobel de Literatura, Octavio Paz, “recordar es volver a vivir”:
“Pasan los cómicos junto a las máquinas/ de la imprenta de la calle Santo Domingo/ a esa hora que reposa la vieja linotipia/ de los pasquines, de las esquelas y los libelos/ que no chamuscó la entintada penumbra del tiempo,/ pasan.../ y con ellos el clamor del viento afilado/ que viene a templar la rima y los octosílabos./ Y entra en la estancia doña Luminosa,/ y entra detrás don Jesús,/ y entra luego doña Antoñita/ del brazo de maese Patelín./ Y en la confusión de encuentros y saludos,/ la vidriada memoria de un espejo/ cae de golpe sobre el canapé/ de rejilla trenzada”.
Y es así cómo el firmamento va dialogando con los árboles nocturnos, acaso buscando la respuesta a la célebre pregunta del escritor uruguayo Mario Benedetti que los diarios no hicieron: “Los árboles ¿serán acaso solidarios?”. Y esta otra, que alumbra el enigma poético: “¿Qué se revelarán de árbol a árbol?”.
Pues Brígida, Manuel Catalina, Pancho, Augusta, Carolina MacKenzie, Cándido Chaves, Gervasio, Pancho, Carola... son, además de los ya mencionados, los árboles de José Javier Hernández, sembrados para siempre en la niñez y en la juventud, en las edades tempranas, cuando se guardan tantas cosas que algún día, como este, como ahora, hacen brotar una poesía intimista o introspectiva hasta desnudar sentimientos y emociones. En esa etapa se cultivan los adentros, la intimidad que luego fructifica en llamativas metáforas que invitan a reflexionar y a releer para interpretar su significado, desencadenando un efecto de eco “que reverbera por los perfiles de nuestra fisonomía conceptual”, como diría el catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Eduardo de Bustos. La preferencia de una metáfora, escribe De Bustos, “es por tanto el recordatorio de que no solo se tiene en común esta o aquella migaja de conocimiento, sino todo un mundo o forma de vivir compartida. Es, al mismo tiempo, una reverencia y un convite, una leve inclinación de reconocimiento ante el que se presume igual y la sugerencia de reafirmar esa igualdad en el juego del lenguaje”
Ojalá pudiéramos decir que los árboles están en todas partes pero los del autor de este poemario se encuentran en esos pasajes o rincones de la ciudad como la Esquina redonda, el Sitio Cúllen, el Charco de la soga o la embarcación donde su amigo Eduardo Galeano, el escritor y periodista uruguayo, se hubiera sentido feliz, repartiendo abrazos, escribiendo de profecías, sucedidos, sueños, memorias y desmemorias. La historia, desde luego, de ruinosa no tiene nada.
El cielo habla con los pájaros de la noche, el título de una especie de friso que sobrevivió a una librería incendiada, “es poesía narrativa que se presenta como memoria de la experiencia”, según relata en el prólogo escrito desde Puerto Rico, Osmán Avilés. Y es que, en efecto, estamos ante la emoción tangible de la poesía, de su poesía, donde encuentran vida hechos y personajes, recreados a través de los versos.
Van a disfrutar con su lectura. Harán un viaje al pretérito con afán de saber qué eran, cómo eran, qué pasó. Descubrirán la dimensión poética que trasciende los ámbitos locales y la sutileza que la embarga. Los recuerdos que le acompañaron siempre en versos llenos de sencillez y profundidad, de reflexión, de remembranzas, de sentimiento y nostalgia portuense, isleña y a la vez, universal.
Después de la lectura, y de la conversación, los árboles, a cualquier hora de la noche, por responder a Benedetti, sí que son solidarios. ¿Verdad, José Javier?
Nota del autor.- Texto que leímos anoche en el Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias en la presentación del libro El cielo habla con los pájaros de la noche, original de José Javier Hernández García y publicado por Del Medio Ediciones…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

jueves, 12 de diciembre de 2019

DULCE MARÍA LOYNAZ EN EL PUERTO DE LA CRUZ


El amigo desde la infancia de la calle El Calvario: ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA, remitió entonces (12/12/2019), estas notas que tituló: “DULCE MARÍA LOYNAZ EN EL PUERTO DE LA CRUZ”: “…Un año más la poeta Dulce María Loynaz vino espiritualmente al Puerto de la Cruz para celebrar el 117 cumpleaños de su natalicio. Fue el martes 10 de diciembre de 2019. Primero, al mediodía, se acercó al Mirador de la Atalaya en el Parque del Taoro y por la tarde al IEHC que había conocido en 1953 junto con Carmen Conde.
Cuando accedimos al Mirador que tanto le gustaba visitar Dulce María  cuando se hospedó en el Hotel Taoro, en los años 1947, 1951, 1953 y 1958, nos acercamos con diez rosas rojas  al busto de bronce que esculpió el joven cubano de La Habana, Carlos Enrique Prado. Pudimos contemplar las strelitzias que ya otro cubano, el pianista habanero, Othoniel Rodriguez, había colocado ante el busto loynaziano y entonces comentamos el excelente artículo que el citado pianista había escrito ese día en una columna del Diario de Avisos. En pocos minutos nos congregamos once personas alrededor del busto, de las cuales cuatro eran mujeres y siete eran hombres. Y como siempre venimos celebrándolo desde 2002, año del centenario, algunos de nosotros contamos cosas sobre Dulce María. En primer lugar la rapsoda portuense Elsie Ribal recitó un poema repleto de amor hacia la ilustre escritora cubana, Hija Adoptiva del Puerto de la Cruz y Premio Cervantes en 1992. Luego el poeta portuense José Javier Hernández nos leyó unos apuntes sobre su admirada poeta que pudo escribir mientras venía en guagua desde la capital tinerfeña. La amiga Antonia y este ciudadano que les habla completamos nuestro homenaje recordando nuestras vivencias con Dulce María, tanto en Cuba como en Canarias pero de manera especial en La Habana.  Como viene siendo habitual cerramos el acto con café, como le gustaba a Dulce María.
Por la tarde asistimos en el IEHC portuense a la proyección del documental LA GRACIA DEL VOLVER, editado en 2005 por el joven director cubano, Luis Leonel León.  El sitio resultó adecuado por cuanto las paredes del Instituto estaban cubiertas por fotografías de flores y plantas del Jardín del arquitecto, Francis Álvarez, que en algunos momentos nos llevaron a La Habana para recordar a la señora Loynaz. Durante cuarenta y cinco minutos pudimos disfrutar de la poesía y de la prosa de Dulce Maria en actividades varias celebradas en la capital cubana, así como de los recuerdos que nos dejaron amigos y amigas de la ilustre Dama de las Américas, la poeta del Agua como le llamaron algunos estudiosos de su obra. En el documental fueron apareciendo amigos  y admiradores de su obra literaria. Nos llamó la atención las manifestaciones de Yaya Reimers, de Elisa Machado, de Hortensia Viñes, de Guillermina Hernández, y de manera particular las de Ana Luisa González Reimers.   También las de José Javier Hernández, de Luis Espìnosa, de Jesús Hernández Acosta,
del cubano Juan Carlos Sánchez, de Celestino González, y de Domingo González. La ventaja de haberla conocido en los años de 1990 en La Habana me permitió adentrar en el documental y divulgar  detalles de la vida y obra de esta ilustre señora, que casó en segunda nupcias con un periodista tinerfeño afincado en La Habana, Pablo Álvarez de Cañas, y escribió entre otros libros la novela de viajes, UN VERANO EN TENERIFE.  Después de un interesante coloquio quedamos emplazados para celebrar en el Puerto de la Cruz en 2020, los 118 años de Dulce María y proyectar el documental, UNA SEMANA FUERA DEL MUNDO, que vivió en la isla de La Palma cuando vino por vez primera a las islas Canarias en 1947…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

miércoles, 11 de diciembre de 2019

JOSÉ ENRIQUE CODESIDO ASCANIO


Fotografía del libro de don Guillermo Navarro (Historia de los Salesianos en la Villa de la Orotava), pagina 71.  
JOSÉ ENRIQUE CODESIDO ASCANIO, debajo del cuadro de María Auxiliadora.

El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELÍAN “ESPECTADOR”, segunda promoción 1948-1955, remitió entonces (11/12/2019), estas notas que tituló;JOSÉ ENRIQUE CODESIDO ASCANIO”: “…JOSÉ ENRIQUE CODESIDO ASCANIO, arquitecto superior municipal de la ciudad de SANTA CRUZ DE TENERIFE, falleció hace unos días.
Fue alumno SALESIANO, TERCERA PROMOCIÓN 1948-1956, en La Orotava, todo el Bachillerato, desde la clase Media, total ocho Cursos.
DESCANSE EN PAZ el compañero condiscípulo del aula del estudio grande (aula del pasillo fachada este, ventanas hacia el patio de futbol de
tierra, y cerca del patio central pavimentado).
SENTIDO PÉSAME a sus familiares…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL