El amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER
LIMA ESTÉVEZ Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió
entonces (17/10/2018) estas notas que tituló; “EL LEGADO DEL REALEJERO MARCOS FUENTES
BENCOMO”. Publicado el sábado 17
de noviembre de 2018 en La Opinión de Tenerife: “…La trayectoria histórica de Los Realejos, marcada por
más de cinco siglos, nos aproxima ante numerosos individuos con biografías de
notable interés desde diversas parcelas del conocimiento. En el ámbito
científico y, vinculado a tal municipio tinerfeño, no podríamos dejar de citar
al recordado Premio Príncipe de Asturias, profesor universitario y nominado en
tres ocasiones al Premio Nobel de Química, Antonio González González. La obra
de tal ser es el resultado de un esfuerzo incansable materializado en numerosas
acciones en pro de la ciencia, colocando al archipiélago en una posición nunca
antes conocida y reconocido y valorado su legado con numerosos actos durante
los últimos años en su municipio natal, llegando a tener reconocimientos como
la rotulación con su nombre de una vía, un busto, exposiciones e incluso un
mural en el que comparte rostro con el ilustre polígrafo realejero, José de
Viera y Clavijo (1731-1813). Sin embargo, tal trayectoria no es la única
referencia que tenemos respecto a la relación entre la ciencia y el municipio.
En ese aporte debemos destacar, sin lugar dudas un miembro de la amplia familia
formada por Marcos Fuentes Albelo, recordado practicante local, así como su
mujer, Isabel Bencomo Luis. Ambos trabajaron con profundo tesón con la
finalidad de salir adelante en un contexto histórico marcado en nuestro país
por innumerables problemas. Conocí y conversé en numerosas ocasiones con uno de
sus hijos, Francisco Fuentes Bencomo, conocido popularmente como Paco.
Desarrolló numerosos trabajos, sin embargo, la faceta que más le conocí fue su
precisa y cuidada labor como artesano del alambre.
Quien redacta el
presente artículo no deja de admirar también en tal familia el nombre del
doctor en Ciencias, Marcos Fuentes Bencomo. Los pocos datos que conocemos
respecto a su perfil se deben a lecturas en prensa histórica, referencias en la
red y comentarios con familiares y vecinos. Sin embargo, al intentar ordenar y
dar forma a todo ese material, advertimos la biografía de un ser de extraordinaria
valía científica que, con indudables dosis de esfuerzo y trabajo, consiguió un
nombre propio en el panorama científico español a mediados del siglo XX. El
interés por convertir líquidos en forma sólida le llevaría a crear un proyecto
de notable utilidad. Su fórmula, presentada y registrada bajo patente junto a
la licenciada en Ciencias, María del Sagrario Ramírez Gallardo, con el número
252286 y con el título “Perfeccionamientos en el procedimiento para presentar
líquidos en forma sólida”, con fecha de 24 de septiembre de 1959. Su utilidad
se llegaría a extender a cualquier derivado del petróleo líquido, así como
aceites vegetales y tintas grasas con agua, o dispersar el propio líquido con
agua. La memoria también apunta las cantidades necesarias para lograr tal
procedimiento y los distintos resultados que, a partir de ello, se podrían
llegar a generar.
Consultando e
intentando ampliar más cuestiones relacionadas con las características de tal
procedimiento, localizamos en la hemeroteca de la Oficina Española de Patentes
y Marcas, del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, un video en el
que se describe de forma breve la utilidad y aplicaciones del invento. En ese
aporte se observa que el producto, convertido en una masa sólida, se puede
llegar a modificar para su utilización. Es curioso ver como se llega a exprimir
entre las manos el material hasta convertirse nuevamente en líquido. En
utilidad doméstica se expone como ejemplo su uso como combustible, al ser de
fácil transporte y la posibilidad incluso de cortar la masa dependiendo de su
necesidad con un cuchillo. Además, se podría trasladar a lugares como el campo
para cocinar en lugar de aparatosos hornillos. La sustancia también se destaca
por su fácil capacidad para encender ante las heladas y el bajo precio de su
producción.
El realejero Marcos
Fuentes Bencomo dejó un legado y una huella que merece ser conocida, valorada y
difundida por cuanto su contribución aportó al ámbito científico y a todas
aquellas actividades que, a partir de su propuesta, se llegaron a materializar…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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