miércoles, 27 de marzo de 2024

AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. (III DE IV).

El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (19/03/2024) estas notas y fotografía que tituló “AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. (III DE IV)“…Siempre haciendo un relato muy simplificado, muy simplista, tratando de aclarar conceptos más generales y básicos, la Diabetes Tipo II  engloba en diferentes estadísticas entre el 80 y el 90 % de todos los diabéticos.

También este Tipo II (no insulinodependientes)...  ...nunca se llegaría a ser diabético, sean cuales fueren su forma de vida y/o hábitos alimentarios. Siempre estará relacionado con alteraciones genéticas de los cromosomas. Una compleja interacción entre múltiples genes y diversos factores ambientales aún no completamente entendidos. Sin esta condición genética  nunca se llegaría a ser diabético, llévese el tipo de vida y hábitos de comida que se lleven…..

Los páncreas de estos diabéticos fabrican insulina, pero con baches en su producción, digámoslo asi, y , tal vez, defectos en su “construcción” a los que se puede sumar, para complicar más las cosas, cierta “resistencia” del motor (las células ) para utilizarla en el momento que la necesite. Es decir, el coche tiene gasolina, que puede ser de dudosa calidad, que a veces falla o es insuficiente y otras, para colmo, se encuentra con que el motor tiene dificultades  para utilizarla,(¿problemas del “motor” en estudio?) aunque, mal que bien, la utiliza.

Esto conlleva una serie grande de casos de diabéticos que van desde los más benignos, incluyendo a los prediabéticos, que solo han heredado la propensión a padecerla pero aún no son diabéticos, a los más graves con semejanzas a los insulindependientes o Tipo I, que ante la menor o mayor contrariedad como enfermedad añadida, procesos quirúrgicos, infecciones graves, problemas vivenciales, angustias, ansiedades, iras, cabreos  mantenidos, o excesos de gula, obesidad, hipertensión arterial, colesterol del malo elevado, sedentarismo y cosas por el estilo, pueden entrar en descompensación o en la grave  cetoacidosis diabética. .- Ya hay estudios genéticos que apuntan a   un cierto  tipo de diabetes, sui generis, que está a caballo entre la Tipo I y la Tipo II.

En ese ranking entre los extremos, desde más benignos a más graves, colocábamos a los diabéticos según ciertos parámetros: las glucemias ya en ayunas, ya postprandiales o tras sobrecarga con glucosa, (tomar una cantidad de glucosa determinada y  ver cómo evolucionan las glucemias en las horas siguientes); también la sintomatología del inicio del proceso y, para mi muy importante, la glucosuria: la mayor o menor cantidad de glucosa que se pierde en la orina. También  la importancia de la historia familiar y, por supuesto, la alimentación y los hábitos de vida,  junto a la existencia o no  de otros llamados  “factores de riesgo” como hipertensión, colesterol, obesidad, etc. que abren muchos interrogantes a los clínicos, incluidos los médicos de cabecera, y a los investigadores.

Desde luego , en el primer plano de mi experiencia, estaban: a.- las glucosurias (glucosa en la orina) ; b.- los niveles de glucosa en sangre a lo largo del día, con tantas determinaciones como  fueran necesarias; c.- los antecedentes familiares; es decir, los específicos defectos genéticos,  tan de boga en la actualidad, que abren la esperanza a la solución de tantas incógnitas  que siguen sin respuestas en esta enfermedad que se puede catalogar ya como “Epidemia Mundial”.

La importancia de saber los niveles de glucosa en sangre  en determinados momentos junto a la cantidad de glucosa en la orina eran claves para el buen control del diabético insulindependiente.

Conocer la glucosuria fue uno de los métodos, para mi imprescindible, durante muchos año. El paciente recogía la orina de 24 horas, desde la primera hora de la mañana a la misma hora del dia siguiente, la medía y me  traía una muestra en un frasquito bien limpio o esos de plástico propios para análisis de orina. Con el método de Bénedict, sencillo y bastante exacto, se cuantificaba la glucosa en gramos por litro de orina (Grs./Litro) y esa cifra de glucosa, “derramada” por “rebosar” en tu cuerpo,  te indicaba cuantas unidades de Insulina necesitaba el enfermo como tratamiento. Luego vinieron las tiras reactivas para la orina con escala de colores según cantidad de glucosa, que sustituyeron satisfactoriamente al sistema Benedict.

En el uso y dosis de la Insulina siempre se ha intentado imitar, remedar, al páncreas, cosa harto difícil, si no imposible, ya que el páncreas segrega la insulina según necesidad y en la cantidad justa, como un reloj de precisión. Se ha intentado lo mismo con insulinas de acción rápida, semilentas, lentas y hasta ultralentas y por último las “Bombas de infusión continua” de insulina. Lo mismo ocurrió con los antidiabéticos orales para los enfermos que no necesitaban insulina prescritos para tomas  cada 3-6 horas, cada 8 o 12 o incluso cada 24 horas…. :un solo comprimido al dia.


Foto de Internet.-“Bomba de infusión continua” de insulina.¿ Aun poco utilizada en España en relación con el resto de Europa? ( Verificar con  estadísticas actuales).

Como era lógico, ninguno de estos tratamientos lograba imitar al páncreas en su secreción de insulina, pero el uso de la insulina sí  que alargó, y muchísimo, la vida de estos pacientes lo que dio lugar al aumento estadístico de las complicaciones tardías de la enfermedad y la necesidad de estudios más profundos en busca de sus causas. Siempre ha estado sobre el tapete, con miles de estudios,  con detalles controvertidos, buscando la relación entre complicaciones tardías y su relación con su bueno, no bueno, mediocre, malo o muy malo control de las cifras de glucosa en la sangre.

En los años noventa aparecieron dos estudios que, creo, marcaron la pauta a seguir que se ha mantenido hasta la actualidad. Aclaro: digo creo, pues ya los contactos con los enfermos se perdieron dada mi jubilación. Uno se hizo con diabéticos Tipo I, se publicó con el nombre “Diabetes Control and Compliction Trial”, conocido por “DCCT” y el otro como “UKPDS” (United Kingdom Prospective Diabetes Study) con diabéticos Tipo II.

El “DCCT” se hico en EE.UU. durante 10 años con 1.441 pacientes, entre 13 y 39 años de edad, sexos H/V al 50%, todos  con al menos un año de diagnosticada la diabetes y no más de 15 años padeciendola.

(Continua)…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario