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El amigo del Puerto de la Cruz SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces
(14/02/2025) estas notas que tituló; “EL CABRERO”: “…Casi llena la exigua sala del Instituto de Estudios
Hispánicos de Canarias (IEHC) el orotavense Manuel Ángel Pérez Lima, diplomado
en Osteopatía y Naturopatía, conferenciante y ex árbitro de fútbol de primera
división, en la presentación de su quinto libro ‘El cabrero’ (LeCanarien Ediciones),
una novela corta sobre el costumbrismo y los valores de nuestros pueblos “antes
de la llegada del móvil y la era digital”, según precisó, cuando la vida, por
supuesto transcurría de otra manera, con otros usos y otras actividades, las
gentes parecían más cercanas y predominaba un espíritu de ayuda mutua que,
sobre decirlo, se ha ido evaporando.
Pérez
Lima se esfuerza en repescarlo, como si el tiempo -este es el dilema al que se
enfrenta- no hubiera transcurrido, porque tira de memoria, de las vivencias
familiares y personales… sabiendo que aquella es limitada y que la realidad es
otra, incluso desde esa perspectiva: ciertamente, priman el egoísmo y la
indiferencia. Es una larga sombra de deshumanización que se proyecta sobre
nuestra cercanía y sobre nuestro presente inmediato.
El
autor resalta las cualidades de Gumanito, su hermano, fallecido recientemente,
un joven aspirante a cabrero en la medianías del valle de La Orotava, que
conocía palmo a palmo el barranco La Raya, del que supimos hace años, cuando el
escritor Cayetano Barreto multiplicaba su denominación en deliciosas
remembranzas y nos transmitía las impresiones de una vida a caballo (a pie,
estaría mejor decir) entre la urbe y lo rural, entre laderas y pedregales,
rompiendo lonas y zapatos hasta llegar a tiempo a la parada de guaguas más
próxima. En torno a Gumanito y su filin (una versión castellanizada del vocablo
inglés ‘feeling’ que, en su raíz etimológica, significa ‘sentimiento’), va
tejiendo sus vivencias, de adolescencia y juventud, enhebradas de forma
sencilla, con el lenguaje llano que expresa naturalidad y hasta la personalidad
misma. Esas vivencias van cobrando cierta cotidianeidad, como los juegos y las
costumbres que se recrean sucesivamente, hasta hacer de las páginas una lectura
entrañable, la imagen de modestia y austeridad que Pérez Lima transmitió en el
IEHC, incluso contestando a las preguntas de parte del auditorio. Acaso la
cultura entre la que creció, el relato prolongado de quien acepta moderneces,
ultramodernos dispositivos de comunicación cada vez más fáciles de manejar por
la ‘grey’ infantil, pero se resiste a que la cultura y valores de entonces se
pierdan o desaparezcan. Y todo, o casi todo, por no convivir en armonía con el
medio.
“Cuando
el ser humano actúa en solitario, pocas veces consigue lo que desea; pero
cuando se une con otros por un bien común, es imparable”, dice Pérez Lima
resumiendo su pensamiento, ya conocido en anteriores entregas, como ‘Pérdida de
valores en la sociedad’, ‘Liderazgo’ o ‘Trabajo en equipo’.
Y
ahora, lo desnuda en ‘El cabrero’…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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