lunes, 10 de septiembre de 2018

VENTORRILLOS


El amigo de la Cuesta -  Puerto de la Cruz, actualmente residente en el Bajo Ampurdán-Cataluña; ZOILO LÓPEZ BONILLA, remitió entonces (10/09/2018), a través de su blog ZOILOLOBO – RETRODEZCAN, estas notas y fotografía que tituló; “VENTORRILLO: “…No siempre la pleamar fue benévola con las fiestas del Puerto de la Cruz. Hasta donde hoy se encuentra el aparcamiento del muelle llegaba entonces la marea pero a los ventorrillos instalados allí no les importaba demasiado tal desagravio porque siempre encontraban un lugar apropiado donde colocar mesas y sillas; aunque fuera al borde del charco formado la noche anterior. Ya se encargaría la Virgen del Carmen de apaciguar el violento oleaje durante los festejos.
Dos cosas estaban garantizadas para los miles de asistentes, incluidos los turistas: la degustación de la suculenta comida canaria además de auténticos pinchitos morunos y una confortable siesta al sol y junto al charco, muy cerca de donde habían comido antes. ¡Que más se puede pedir en unas fiestas como las de la Virgen del Carmen!
Por lo menos en Tenerife, una fiesta sin ventorrillos no es una fiesta. Siempre se precisa un lugar donde comer unas costillitas con piñas, un pescado frito o guisado con papas arrugadas o también, como resultaba ser el caso del Puerto de la Cruz, degustar unos auténticos pinchitos morunos elaborados por algún cocinero marroquí residente en la isla pero siempre, como buen conocedor que solían ser de nuestros gustos culinarios, que nunca faltara el vino.
A decir verdad nunca supe si el auténtico pincho moruno se elaboraba con carne de camello, cordero o cabrito. Por razones obvias he descartado el cerdo pero, en cualquier caso, resultaban riquísimos…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

domingo, 9 de septiembre de 2018

CUBA Y AGUSTÍN ESTRADA MADÁN


El amigo  de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna y Presidente de la ACH (Asociación Cultural Humboldt de Canarias), remitió entonces (09/09/2018) estas notas que tituló; “CUBA Y AGUSTÍN ESTRADA MADÁN”.
Artículo sobre un suceso relacionado con el envío de españoles a la Guerra de Cuba a finales del siglo XIX y el escrito por parte de un periodista realejero al respecto a través de la reproducción de un artículo de otro medio: “…En el contexto de la última guerra por la independencia de los cubanos la situación de la sociedad española no sería ajena al problema que se estaba generando y que se prolongó entre los años 1895 a 1898. Uno de los artículos que se llegaría a producir al respecto tendría como título “Más carne”, siendo publicado originalmente en el periódico La Conciencia Libre y reproducido en nuestro territorio a través de Iriarte con fecha del 8 de agosto de 1897 y disponible en para su consulta en el Archivo Histórico Municipal de Puerto de la Cruz, siendo su primer director el realejero Agustín Estrada Madán (1850-1927). Ya desde las primeras palabras se muestra un llamamiento a la actuación del pueblo ante la indiferencia respecto a lo que ocurría con sus tropas, así como a los partidos políticos de la oposición frente a la actuación del gobierno siendo un problema que se generalizaría tanto en el conflicto de Cuba como de Filipinas. Todo ello, a juicio del autor, como resultado de que los oprimidos han aceptado su situación de resignación. Sobre el gobierno del Partido Conservador de Antonio Cánovas del Castillo se extienden los problemas que se generaron en tanto que no materializaba una preocupación por el pueblo trabajador, siendo especialmente crítico con la cuestión de que “los chacales de la restauración” no tuvieran otra opción que buscar más hombres para luchar en la guerra. Una nación con numerosos problemas económicos que dejaba a un lado otro tipo de cuestiones sociales. Se muestran cifras que se elevan hasta los 200.000 hombres enviados al frente para luchar frente a 30.000 o 40.000. Una realidad cubana que la prensa ya vería con ojos de pesimismo en tanto que resultaba evidente que la pérdida de tal país estaba cada vez más cerca y los esfuerzos por garantizar su continuidad eran cada vez mayores. La polémica y lo que mueve al periodista a emitir su llamamiento con urgencia es la necesidad enunciada por el gobierno de enviar a otros 20.000 hombres más a Cuba. Es entonces cuando formula las siguientes preguntas: ¿Lo oís madres? ¿Lo oís, partidos republicanos? ¿Lo oyes, pueblo? Cuestión difícil sería encontrar tal cantidad de hombres dispuestos a luchar para gobernantes calificados como “ineptos e indignos. Se dirige el texto para que el pueblo, en caso de movilizarse, sea para pedir justificación respecto al estado en el que se encontraba. Como ejemplo y esperanza se señala la necesidad de mirar hacia el exterior. Sería ese hecho lo que motivó el encarcelamiento del director del periódico, al reproducir un texto en el que se incitaba a unirse con la Federación con Portugal e incluso con la Federación de la raza latina para realizar una república social en España, tal y como apunta el profesor universitario Julio A. Yanes Mesa en Historia del Periodismo Tinerfeño (1758-1936). Una visión periférica de la Historia del Periodismo Español. Una cuestión que se señala como necesidad innegable para poder seguir avanzando y dejar a un lado la situación que arrastraba España. Desde el periódico se menciona el buen trato recibido por parte de las personas que instruyeron el caso aunque se critica que se dejen a un lado los principios que, aparentemente, corresponden a cualquier ciudadano español. Se cuestiona además los graves problemas para el ejercicio del periodismo y la aplicación de censura ante determinados temas. Al mismo tiempo, desde la redacción se debate respecto al conocimiento en la propia capitanía general de tal periódico y la posibilidad de que nadie allí hubiera tenido conocimiento del artículo salvo al hecho de que alguien (proponiendo a algún otro medio del Valle de la época) pudiera haber transmitido esa denuncia a instancias oficiales. Desde la propia redacción se enunciaría la esperanza de poder ver a su director liberado en la mayor brevedad posible, materializándose finalmente esa esperanza en julio de 1898.
Son, pues, detalles de una problemática en la que se enfrentaron diversos bandos. Un conflicto en el que, como en toda guerra, existían determinados intereses y unos problemas que cada vez se iban sucediendo de forma más dramática…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

sábado, 8 de septiembre de 2018

NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS DE SAN JUAN BAUTISTA DE LA VILLA DE LA OROTAVA.


La parroquia de San Juan se en­cuentra ubicada en pleno casco his­tórico de La Villa de la Orotava, con­cretamente en el populoso barrio llamado  El Farrobo y cuya denominación obedece al portugue­sismo que en castellano servía para designar al algarrobo. No obstante este topónimo ha dejado de usarse en esta zona de La Orotava y se ha sustituido por el de Villa de Arriba o simplemente San Juan. Pero para conocer la historia de la parroquia hay que remontarse a sus orígenes como. Ermita integrada a la jurisdic­ción eclesiástica de la Concepción.
El origen de la iglesia de San Juan lo podemos situar a principios del siglo XVII, al ser el número de habi­tantes del barrio suficiente por aque­llas fechas como para demandar un lugar de culto propio y no tener que desplazarse a la iglesia de la Con­cepción a cumplir las obligaciones religiosas.
En el año 1606 se fundó una ermi­ta, pero sólo de forma documentada o sobre el papel. Don Francisco de Valcárcel, alfé­rez mayor y regidor perpetuo de Tenerife, cedió un terreno, en 1608, para que los vecinos hicieran esa ermita. La superficie cedida era de 21 x 12 metros. Y como los nobles de antaño estaban habituados a dar cosas materiales, que les sobraban, a cambio de "favores espirituales”, don Francisco puso como condi­ción que en esa ermita-iglesia se re­servara lugar para tres sepulturas destinadas a su familia. Con las contribuciones económi­cas de los vecinos y limosnas - ayudas de muy diversa procedencia, se inició la construcción el 15 de mayo de 1608. No cabe duda de que la mayor contribución vecinal sería la mano de obra, tan abundante, bara­ta y eficaz. Las obras duraron unos diez años. El documento que testifica la utilización de la ermita - iglesia para su fin, data de 1634.
El día de San Juan, de ese año, se celebran ceremonias religiosas en honor del Santo Patrón­ no de los labradores de la zona. A partir de esos años se regulariza la práctica de culto en el lugar. De la primitiva ermita apenas queda más que su pórtico: una portada de frontón partido que en la actualidad es impenetrable y de­cora la trasera exterior de la capilla mayor en la plazoleta de El Fa­rrobo.
Es digna de referencia la utiliza­ción que hacen los frailes agustinos de la ermita-iglesia de San Juan, hasta que se levanta su convento en la Villa de Abajo. En palabras de Viera y Clavijo "hacia 1645 ya esta­ban establecidos en el barrio de San Juan, utilizando su ermita como cen­tro conventual...”
Esta ocupación de los agustinos tuvo sus ventajas para la diversifica­ción de cultos, pues además de hon­rar al patrón San Juan se favoreció el culto a la Virgen de los Remedios, San José, Santa Lucía...
La distribución de las imágenes en el recinto religioso pone de mani­fiesto que en 1673, la Iglesia estaba adaptada al culto en toda su varie­dad. El retablo del altar mayor con tres nichos: en el centro Nuestra Señora de los Remedios, en: el lado del evangelio San Juan y en el de la epístola, San José. En otro altar Santa Lucía y un Niño Jesús pequeño. Hasta el año 1681, en el que se crea la parroquia de San Juan Bau­tista del Farrobo, la vida de la ermi­ta-iglesia y sus feligreses estuvo orientada a tener parroquia propia. Los pasos más destacados en este proceso fueron: La petición recibida por el obis­po de Canarias para crear dicha parroquia y que no podía aten­der por no quedar vacante nin­guno de los cuatro beneficios (o asignaciones económicas-parro­quias) existentes en la Concep­ción, una de las cuales podría pasar a San Juan. La propuesta de los tres beneficiados - párroco de la Concep­ción para que al haber quedado vacante uno de los beneficios, éste pasara a quedar integrado en El Puerto de la Cruz y San Juan. La propuesta del propio obispo de Canarias al rey Carlos II para la asignación de una "ayuda res­tringida" a San Juan pero depen­diendo de la Concepción.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

VERSOS DE JOSÉ MANUEL


El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS. Remitió entonces (08/09/2018) estas notas, que tituló; “VERSOS DE JOSÉ MANUEL”:  “…Todo comenzó con una sugerente canción de fondo de Carla Bruni. Luego es Moisés Raya quien, haciendo esfuerzos para superar la afonía, hizo una ajustada presentación del José Javier Hernández García, filólogo, escritor y poeta más intimista, casi todo un descubrimiento en una performance de las que gustan por su sobriedad, muy válida para inaugurar el curso de actividades del Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias (IEHC).
José Javier, autor de varios libros, investigador de la historia local, contador de cosas, es un incansable soñador, como diría Raya. El hombre que nunca olvidó a su abuela, Antonina, ni a sus padres, Juan y María Teresa. El adolescente que aprendió inglés con The Beatles y puede presumir de amistad sincera con el inolvidable Eduardo Galeano. Precisamente, estos poemas suyos que se escucharon por primera vez, recitados por él mismo, coinciden con el aniversario del nacimiento del autor uruguayo de esta misma semana.
De manera que fue una velada gratificante en la que disfrutaron los amantes de la poesía y quienes escucharon con severa atención los versos de Hernández, un recorrido por su infancia y juventud, por los personajes y los paisajes que caracterizaron aquellos años que dejaron huella, vaya si la dejaron. Un repaso lírico a episodios y vivencias que conformaron una personalidad llamativa y respetable, perseverante, sin necesidad de alharacas y sin artificiales divismos. Sus versos, leídos con el énfasis justo, con títulos tan sugestivos como atractivos, son una historia de telaraña.
Lo dejó claro desde los dos primeros poemas de los veinticinco develados: Hay viejos y En el cuarto, este tributado a la soledad experimentada en cualquier momento de la vida. Párpados del tiempo; Gárgola; Muelle nuevo; Rueda de las horas; Fuente; Brígida, ese día; La culebra; Augusta; Pancho y Dioses mortales entretejen historias fueron desgranados en una atmósfera envolvente de descubrimiento de un poeta que siguió con Tu nombre (dedicada al Teide majestuoso); Triste la luz del alba; Camino de la escuela; Niños de los estanques (que nunca le gustaron, confesó); Catalina Mckenzie (la escocesa dueña del hotel Monopol a la que llamaban inglesa); Voy a esperar; Charco de la soga (con gráfica ilustrativa para que quedara constancia del por qué de su nombre); Claro el corazón; Hoja de palma y Hubo un griego sin nombre (suplementado con un breve relato explicativo de aquel cretense que vino y del que nunca más se supo).
Siguieron Pasteles de Padilla y Mayo hasta que proyectaron un emotivo video con el testimonio de Pablo Rabasto, profesor de la Universidad de Córdoba, relativo a la sensibilidad mayúscula de Galeano (Tiene razón José Javier: a ver si le traen a la isla).
Todo terminó con Echeyde de semilla abandonada, dedicada también a la montaña teideana y a Eduardo, Dardi, Sánchez García, recientemente fallecido, quien tantas veces acudió a ella para inspirarse y forjar su propia existencia.
Fue ahí cuando el auditorio pudo, por fin, aplaudir. Lo hizo con ganas, casi hasta la ovación. José Javier Hernández García había expuesto su vena poética, leyendo por primera vez sus propios textos, sus figuras poéticas, sencillas y tiernas, esos que guardó y conservó hasta una calurosa tarde de septiembre en la que Eduardo Galeano, seguro, se hubiera sentido muy complacido…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL