La parroquia de San Juan se encuentra ubicada en pleno casco histórico de
La Villa de la Orotava, concretamente en el populoso barrio
llamado El Farrobo y cuya denominación obedece al portuguesismo que
en castellano servía para designar al algarrobo. No obstante este topónimo ha
dejado de usarse en esta zona de La Orotava y se ha sustituido por el de Villa
de Arriba o simplemente San Juan. Pero para conocer la historia de la parroquia
hay que remontarse a sus orígenes como. Ermita integrada a la jurisdicción
eclesiástica de la Concepción.
El origen de la iglesia de San Juan lo podemos situar a principios del
siglo XVII, al ser el número de habitantes del barrio suficiente por aquellas
fechas como para demandar un lugar de culto propio y no tener que desplazarse a
la iglesia de la Concepción a cumplir las obligaciones religiosas.
En el año 1606 se fundó una ermita, pero sólo de forma documentada o sobre
el papel. Don Francisco de Valcárcel, alférez mayor y regidor perpetuo de
Tenerife, cedió un terreno, en 1608, para que los vecinos hicieran esa ermita.
La superficie cedida era de 21 x 12 metros. Y como los nobles de antaño estaban
habituados a dar cosas materiales, que les sobraban, a cambio de "favores
espirituales”, don Francisco puso como condición que en esa ermita-iglesia se
reservara lugar para tres sepulturas destinadas a su familia. Con las
contribuciones económicas de los vecinos y limosnas - ayudas de muy diversa
procedencia, se inició la construcción el 15 de mayo de 1608. No cabe duda de
que la mayor contribución vecinal sería la mano de obra, tan abundante, barata
y eficaz. Las obras duraron unos diez años. El documento que testifica la
utilización de la ermita - iglesia para su fin, data de 1634.
El día de San Juan, de ese año, se celebran ceremonias religiosas en honor
del Santo Patrón no de los labradores de la zona. A partir de esos años se
regulariza la práctica de culto en el lugar. De la primitiva ermita apenas
queda más que su pórtico: una portada de frontón partido que en la actualidad
es impenetrable y decora la trasera exterior de la capilla mayor en la
plazoleta de El Farrobo.
Es digna de referencia la utilización que hacen los frailes agustinos de
la ermita-iglesia de San Juan, hasta que se levanta su convento en la
Villa de Abajo. En palabras de Viera y Clavijo "hacia 1645 ya estaban
establecidos en el barrio de San Juan, utilizando su ermita como centro
conventual...”
Esta ocupación de los agustinos tuvo sus ventajas para la diversificación
de cultos, pues además de honrar al patrón San Juan se favoreció el culto a la
Virgen de los Remedios, San José, Santa Lucía...
La distribución de las imágenes en el recinto religioso pone de manifiesto
que en 1673, la Iglesia estaba adaptada al culto en toda su variedad. El
retablo del altar mayor con tres nichos: en el centro Nuestra Señora de los
Remedios, en: el lado del evangelio San Juan y en el de la epístola, San José.
En otro altar Santa Lucía y un Niño Jesús pequeño. Hasta el año 1681, en el que
se crea la parroquia de San Juan Bautista del Farrobo, la vida de la ermita-iglesia
y sus feligreses estuvo orientada a tener parroquia propia. Los pasos más
destacados en este proceso fueron: La petición recibida por el obispo de
Canarias para crear dicha parroquia y que no podía atender por no quedar
vacante ninguno de los cuatro beneficios (o asignaciones económicas-parroquias)
existentes en la Concepción, una de las cuales podría pasar a San Juan. La
propuesta de los tres beneficiados - párroco de la Concepción para que al
haber quedado vacante uno de los beneficios, éste pasara a quedar integrado en
El Puerto de la Cruz y San Juan. La propuesta del propio obispo de Canarias al
rey Carlos II para la asignación de una "ayuda restringida" a San
Juan pero dependiendo de la Concepción.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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