lunes, 28 de octubre de 2024

AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. ( IV-4-A )

El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (28/10/2024) estas notas y fotografía que tituló “AZÚCAR. DIABETES. OBESIDAD. ( IV-4-A ) ”: “…Decíamos que el tejido adiposo es la principal fuente de energía para el organismo.  Y es la “despensa” donde almacena reservas por si llegan malos tiempos. También tiene otras complejísimas  funciones muy estudiadas en los últimos 20 años.  Colabora como un “seguro de vida”, pero, si nos pasamos,  puede convertirse en un peligro: la Obesidad.

La obesidad y la diabetes (hay un tipo de diabetes muy relacionado con la obesidad) se han convertido en una verdadera epidemia mundial y aquí en la isla, incluyendo a La Orotava, claro está, hay evidencias de ello….. junto a la sensación de que va en aumento: el número de niños y adolescentes afectados por la obesidad en el mundo ha aumentado de once millones en 1975 a 124.000.000 (ciento veinticuatro mill.) en 2016, que son 10 veces más.

El número de genes –¡¡Siempre la Genética!!—implicados en la obesidad es grande, llamando mucho la atención aquellos genes que regulan en nosotros la sensación de hambre y saciedad, interactuando lógicamente con el medioambiente familiar, social y cultural en que nos movemos.

Hace muchos años (1949?) en una camada de ratones para experimentación científica, se observó un comportamiento raro en algunos de ellos: lentos, poco curiosos y menos activos que los otros, sin interés por el ambiente.  No se apartaban del comedero y no dejaban de comer, como si no se saciaran…... Naturalmente todos engordaron de forma llamativa.  Se les alejó el comedero y todos, gordos y torpones, se acercaron al mismo lentamente para seguir comiendo. Se les estudió con interés durante años y a finales de “los cincuenta” (1958?) se descubrió que carecían de una hormona encargada de regular la sensación de saciedad. Los ratones nunca se saciaban. A la hormona se la llamó Leptina, del griego “leptos” que quiere decir “delgado”.

Si usted toma con la alimentación más calorías de las que necesita—aumento de la demanda--  irá ganando peso, que será mayor si disminuye el gasto—sedentarismo--.

 El peso de las grasas que usted ingiera con sus alimentos aporta un poco más del doble de calorías que el mismo peso en hidratos de carbono. Es decir, tengamos en cuanta los azúcares (los edulcorantes) pero sin olvidarnos de las grasas, tanto animales como vegetales (los aceites).

 La principal causa actual de la obesidad en niños y niñas es el consumo exagerado de alimentos procesados: las grasas trans y los azúcares “añadidos”.  Ojo a eso de “añadidos” para diferenciarlos de otros, como el azúcar de mesa (la sacarosa) que siempre se utilizó para postres, dulces, golosinas y bebidas edulcoradas.

El aumento del consumo de estas grasas trans y los edulcorantes añadidos (especialmente la Fructosa y no el azúcar de mesa…) ha ido en paralelo con el dramático aumento de la obesidad y la diabetes en el mundo.

El azúcar “añadido”, claro está, no hace referencia al que pueda contener el alimento en sí mismo (el pan, las harina, las papas) sino al que se “añade” como un condimento para aderezar el sabor, en nuestro  caso, el dulzor…..la dulzura. A la cabeza de todos ellos está la Fructosa y especialmente “el jarabe de maíz (glucosa) alto en fructosa” (J.M.A.F.)

La potencia edulcorante de la fructosa es de 173, la del azúcar de mesa (glucosa y fructosa a partes iguales) es de 100 y la de la glucosa, de 74. En ese sentido, el jarabe de maíz alto en fructosa -- JMAF-- es la releche… No hay nada que dé una “dulzura” tan agradable y, por lo visto, proporcional al porcentaje de fructosa que contenga. Crea una especie de “adicción instantánea” que te impulsa a seguir comiendo o bebiendo, sea un pastel, un postre, unas galletas, una mermelada, unos rosquetes, una bebida edulcorada… Son hiperpalatosos, es decir, deliciosos….. :¡¡ te convierten en un i n s a c i a b l e , a semejanza – con perdón—de aquellos ratones sin Leptina !!

Estudios recientes hablan de resistencia a la acción de la leptina en los obesos. No es que no fabriquen leptina sino que se resisten a su acción: de forma rápida se insensibilizan a la misma.  No tienen sensación de hartazgo; no se sacian. Tales consecuencias se achacan a la fructosa.

Algunos JMAF (jarabes con alta fructosa) utilizados en la industria alimentaria llegaron a tener una proporción de glucosa/fructosa (comprobar el dato) del 10%/90%. La Organización Mundial de la Salud en el año 2015 dictó normas permitiendo el uso de “azúcares añadidos” (glucosa+fructosa al 50%) siempre que no se pasara del 10% de las calorías totales de la dieta. 

 La obesidad en el mundo en estos últimos 25- 30 años aumentó paralelamente al consumo de este tipo de comidas y bebidas junto a la tan importante de las “grasas trans”-- ¡¡Esa es otra!!-- de las que, para no cansarles, quisiera hablarles otro día desde este “Efemérides” con el amable permiso de su director Bruno Juan.

 

Isidro Fuentes Melián.- Médico   Octubre de 2024.cas…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

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