Fotografía compartida en el FACEBOOK con ALBERTO GARCÍA - FOTOS ANTIGUAS DE TENERIFE. Dos grandes
boxeadores de Tenerife. JUAN ALBORNOZ - SOMBRITA Y BARRERA CORPAS.
Foto: CRISTÓBAL encontrada.
El amigo del Puerto de la Cruz SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió
entonces (01/11/2024) estas notas que tituló; “BARRERA
CORPAS, ETERNO ASPIRANTE”: “…En aquella época,
todos éramos de uno de los dos: o de Juan Albornoz ‘Sombrita’ o de Barrera
Corpas, Domingo, a quien unos años después ya conocíamos como el ‘Ciclón del
Atlántico’. Barrera, fallecido ayer, era natural de Candelaria, el ídolo de la
juventud, cuando el boxeo (en la década de los sesenta y buena parte de la
siguiente) era un deporte que cautivaba y atraía legiones de aficionados,
muchos de los cuales, por cierto, se recreaban luego en las crónicas de Antonio
Salgado Pérez, el gran Ansalpe, Fernando Vadillo, Manolo Alcántara y Julio
César Iglesias, auténticos maestros de la escritura pugilística. Aquel combate,
junio de 1968, fue televisado (todavía en blanco y negro), con el campeonato de
España de los superligeros en juego. Sombrita, de quien el maestro Matías Prats
hizo un singular elogio mientras transmitía en Radio Nacional de España su
pelea con el austríaco Johann Orsolics, con el título europeo de los welter en
juego, sencillamente porque el púgil tinerfeño no se sentó en el banquillo de
su rincón ¡en toda la pelea!, tal era su indiscutible superioridad física y
técnica. En otro combate anterior, el centroeuropeo le había noqueado.
Barrera
Corpas, impulsivo, transgredió la combatividad en más de una ocasión. De ahí,
probablemente, el mote de ‘Ciclón del Atlántico’. Su currículum impresionaba:
se inició como amateur a los dieciocho años hasta colocarse la diadema nacional
de los ligeros. Frente a Argelia fue internacional por primera vez y ganaría a
otro tinerfeño, Miguel Velázquez, que luego sería campeón del mundo frente al
tailandés Sansak Muangsurin, conocido por ‘La sombra del diablo’. A mediados de
los sesenta, Barrera había sido campeón de España y representó a nuestro país
en los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964. En 1966, sufrió una dura derrota en
Trieste, cuando disputaba el campeonato mundial militar frente a Carmelo Riga.
En 1973, se proclamó campeón de España de los superligeros frente a Enrique
Levy. Perdería el título dos combates después contra José González. Ese año
colgó los guantes.
Ya
en el profesionalismo, donde debutó en noviembre de 1966, llegó a registrar
veintiuna peleas invicto. Los reveses, desde luego, nunca arrugaron a Corpas
que disputó dos campeonatos del mundo: uno, en Buenos Aires, frente a Nicolino
Locche, más conocido como ‘El catedrático del ring’, con una decisión de los
jueces muy controvertida. ‘El catedrático’ acabó con un brazo destrozado porque
Barrera castigó ese flanco con cabeza y sin piedad, según contaron. Hasta allá
se fue con el preparador Rogelio Albertos. La épica argentina se reflejaba en
el encendido testimonio del periodista Héctor Onesime, publicado en la
inolvidable publicación ‘El Gráfico’, una genuina lección de periodismo
deportivo y de calidad: “El
Luna Park era un murmullo anhelante que repiqueteaba en miles de cigarrillos
encendidos”, escribía. Y apenas ganaste (según nuestra tarjeta) por tres
puntos, “con una luz que nada tiene que ver con la diferencia inmensa que hay
entre tu sabiduría y la rústica profesionalidad del español”.
La
otra intentona mundialista fue en Génova (Italia), octubre de 1971, frente a
Bruno Arcari, versión del Consejo Mundial de Boxeo (CMB). Una moneda lanzada
desde el público que golpeó en una pantorrilla acabó con sus ilusiones. Era una
gran oportunidad, acaso la última para un campeón... convertido en eterno
aspirante. Pero no pudo ser. El candelariero lo había intentado. Pero el boxeo
al que tanto empeño había dedicado -cincuenta dos combates como profesional- no
le correspondió.
Será
recordado, desde luego…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Muy buen articulo sobre Barrera Corpas.
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