Fotografías cedidas por el amigo del Puerto de la Cruz y máximo organizador
del evento ORLANDO GARCÍA VILLAVICENCIO.
Tomadas por el fotógrafo; MARCOS DÍAZ.
El amigo del Puerto de la Cruz SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió
entonces (03/11/2024) estas notas que tituló; “PUERTO CRUZ, LICENCIA PARA LA
NOSTALGIA”: “…Jugadores de varias generaciones del Club
Deportivo Puerto Cruz revivieron su paso por El Peñón, convocados por Orlando
García Villavicencio, futbolista que militó en los años ochenta, en una nueva
edición de su reencuentro a la que se incorporaron por primera vez presidentes
y entrenadores. Va creciendo la convocatoria: el esfuerzo de Orlando (rebuscar,
convocar, reservar, avisar...) ha ido cristalizando de manera encomiable y a
falta de buenos resultados deportivos, permite recuperar episodios pretéritos
contados e intercambiados por quienes vistieron el uniforme blanco, primero
sobre tierra y luego sobre césped, natural y artificial, en una cancha que, por
cierto, va mermando en sus dimensiones según pudimos comprobar mientras hacían
las fotos preliminares de quienes acudieron a la convocatoria del pasado
sábado.
Pero de gloria vive
Puerto Cruz y entre canas, calvas y barrigas más o menos pronunciadas, se
conmemora el paso por el club de manera distentida con acopio de anécdotas y
vivencias. Si Jorge Valdano hubiera estado presente, hubiera dicho que hay
licencia para la nostalgia, plasmada en innumerables remembranzas, de goles,
paradas, despejes, pases, lesiones, triunfos y derrotas, la vida balompédica en
lances, resultados, alegrías y sinsabores que se fueron concatenando en aquella
vieja cazuela dominada por un risco donde llegaron los aficionados y veteranos
del Real Madrid, por solo citar un ejemplo de los ilustres visitantes.
Jugadores de varias
generaciones que iniciaron su destacada trayectoria a la sombra del risco,
cantada por cronistas de postín que también se ocuparon de ensalzar los valores
de la veteranía y la madurez, se dieron cita en el bodegón La Era de Punta
Brava, estupendamente servidos. Cuando se juntaban juventud y experiencia -y hubo
unas cuantas temporadas en que ello se produjo- los rivales temblaban y algunos
pronosticaban derrota segura, tal era el poderío de los portuenses.
El orotavense Antonio
Hernández Sánchez, que entrenó al equipo, uno de los preparadores asistentes,
junto a Luis Guiance González, Javier López Garisoain, Chicho Sierra y Pepín
Rodríguez, no ocultaba su entusiasmo: "Esto que hacen ustedes aquí es lo
más grande que queda del auténtico fútbol regional", decía con visible
emoción. José Antonio Marrero Córdoba, que presidió el club, junto a Carlos
Carrillo, el Patrón, los únicos dirigentes presentes, gozaba con la
visualización de la colección de fotos que conserva con mucho celo Juan Antonio
Acevedo, de quien don Jesús 'el Maestro' -o 'el Villero', como le identificarían
muchos- siempre decía que solo le faltó jugar en Primera división.
Pedro Ángel Gómez
Barreto desafió su estado de salud e introdujo el significado del acto, algo
más, desde luego, que una reunión para conmemorar: no había nada que
conmemorar, solo rememorar el espíritu de El Peñón, aquel que aparecía cada
domingo para levantar la ilusión de quienes poblaban sus graderíos, aquel que
desgranaba el entusiasmo de gente de todas las edades, como ilustró Juan Carlos
Castañeda, ya en los últimos eslabones de una trayectoria que comenzó
justamente allí, junto a la marea las últimas plataneras del sector; y como
simbolizó Gerardo González Movilla, a quien tanto deben los profesionales del
fútbol español, antes prolífico e ilustre goleador vestido del blanco
portuense.
Fue, como las
anteriores, solo que enriquecida, una singular jornada de convivencia
futbolística en la que dieron rienda suelta a la nostalgia. Tranquilos, había
licencia…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL