sábado, 22 de octubre de 2022

EL ÁRBOL DE LOS PÉTALOS AMARILLOS DEL OTOÑO


Colección particular tomadas de mi cámara.

 

El amigo y convecino de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava; NAZARIO HERNÁNDEZ GARCÍA (CHILE), remitió entonces (2004) estas notas que tituló; “EL ÁRBOL DE LOS PÉTALOS AMARILLOS DEL OTOÑO”: “En el año 2004, la niña que podría ser la protagonista de este cuento, llamémoslo así, Tenía 4 años.

Era vivita, alegre y despierta para observar y comprender, siempre adaptada a su poca Edad, lo que veía.

El otoño de ese año, como siempre ocurre con los otoños orotavenses, fue pródigo en la caída de las hojas y las plazas y jardines mostraban un encanto especial, invitando a su visión y disfrute.

A la niña le gustaba pasear de la mano de sus familiares que así sentían un doble placer, pasear y contemplar las excelencias de la Villa.

Pero el otoño es el otoño y los árboles, al desprenderse de sus hojas secas y marchitas, sepultan las viejas baldosas de piedra cubiertas y desgastadas por tantos andares y por el paso suave de los recuerdos.

Se extraña la niña al ver aquella alfombra floral que cubría todo el pavimento, pero le sorprendió mucho más el color del alfombrado y aquella lluvia de pétalos amarillos que cubrían toda la plaza. Miró hacia lo alto y descubrió el origen de tanta belleza. Alzó sus pequeños brazos y exclamó: ¡¡¡ Es el árbol de los pétalos amarillos del otoño!!!

Ella en aquel momento descubrió un mundo nuevo, distinto al que conocía y que sin duda, le servirá para apreciar la belleza en el futuro.

Tal era su sorpresa y alegría que al intentar dormir y descansar de tanto regocijo, su sueño fue un interrogante que alborotaba su mete. ¿Por qué aquella plaza tenía ese árbol y las otras del mismo pueblo no? , ¿Será que ésta no se conforma con su entorno tan acogedor y siente ciertos celos de la belleza de las otras y lanza como represalia, este arte floral que también es efímero?

Invitó la siguiente mañana a sus parientes a visitar la plaza alfombrada y su desilusión la hizo llorar. ¿Ya no está la alfombra de pétalos amarillos, se la han llevado!

Afligida Y desolada reflexionó sobre porqué lo habían hecho, privando así a otros niños de disfrutar de tan bello momento. No acertó a comprender porqué fue destruida.

Preguntó a sus familiares lo que había ocurrido y por qué. Ellos compartieron su tristeza y le hicieron ver que así era la naturaleza. Le dijeron: - No te preocupes porque en el próximo otoño, cuando pasen las vacaciones del colegio, La Orotava volverá a traemos sus bellezas y el árbol de los pétalos amarillos nos recreará con su presencia.

Los pétalos amarillos no son como las golondrinas de Bécquer que se fueron y no volvieron, estos sí volverán.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

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