Fotografía y datos biográficos del libro LA PRODIGIOSISIMA IMAGEN DEL
SANTÍSIMO CRISTO A LA COLUMNA (paginas 13 – 14), de los autores; Manuel Ángel
Alloza Moreno y Manuel Rodríguez Mesa.
Nació en la calle del Calvario -entonces denominada "14 de
Abril"-, de la Villa de la Orotava, el 22 de abril de 1933. Hijo de Sotero
Álvarez Brito y de Marina García Santos, siendo sus abuelos paternos Antonio Álvarez Farrais y Ángela Brito Pérez; y
matemos, Andrés García y Honorata Santos. Las aguas bautismales las recibe el 7
de mayo del citado año en la parroquia Matriz de La Concepción, de manos del
párroco y arcipreste del distrito Manuel Díaz-Llanos Bautista.
Cursa estudios primarios en el "Colegio San Isidro" de La
Orotava, regentado por los Hermanos de las Escuelas Cristianas, ingresando a
los doce años en el Seminario Diocesano de Tenerife.
El 7 de julio de 1957, es ordenado sacerdote en la parroquia de San
Juan Bautista de La Orotava, por el recordado obispo Pérez Cáceres, en
ceremonia celebrada por primera vez en dicho templo. El 18 de julio, festividad
de Santa Marina, canta su primera misa en la Matriz de La Concepción.
Ejerció su .ministerio pastoral en la parroquia Ntra. de Sra. de Candelaria
de Chipude (La Gomera), y en Tenerife, en las de San Lorenzo Mártir del Valle
de Arona, La Cruz Santa de Los Realejos, San Juan Bautista de San Juan de La
Rambla y San Juan Bautista de su Villa natal, de la que se posesionó el 29 de
marzo de 1982.
Fue Director Espiritual del Seminario Diocesano, así como profesor
del mismo, impartiendo clases de religión en el Instituto de Bachillerato de
Icod de los Vinos y otros centros.
Estudió música con los maestros Sosa y Borguñó, dirigiendo varias agrupaciones
corales. Su apasionamiento por las grandes composiciones de los autores
clásicos, lo compartía con su atracción por los "espirituales
negros"; hasta tal punto, que las únicas vacaciones de que disfrutó en su
vida -un viaje a Nueva York en el verano de 1973, accediendo a reiteradas
invitaciones de familiares residentes en dicha ciudad-, las dedicó al estudio y
toma de contacto con autores de la especialidad.
Discípulo aventajado del profesor de dibujo José
María Perdigón, la Historia del Arte constituía otra de sus grandes aficiones.
Su interés por esta disciplina, llegaba a tal extremo, que sabemos tenía
previsto -como uno de sus objetivos
más inmediatos- cursar los correspondientes estudios académicos.
Dominaba varios idiomas y su especial interés por
la cultura canaria, le llevó a traducir del alemán la obra del Dr. Dominik J.
Wölfel, "Monumenta Linguae Canariae".
Sotero Álvarez, era uno de los hombres de mayor
talla intelectual de la Iglesia Canaria de nuestro tiempo, cuyas
extraordinarias dotes -puede que por su excesiva modestia-, quizá no fueran
debidamente reconocidas y valoradas por algunos ... Y sobre todo, un sacerdote
fiel a los principios fundamentales de la Iglesia Católica; enormemente
preocupado y entregado al ejercicio de su ministerio, que solía desarrollar,
con esa difícil sencillez que sólo son capaces de lograr las personas, que
como él, se esfuerzan por conseguir las más altas cotas de preparación, en
todo aquello que se proponen.
Su .devoción por el Cristo a la Columna, queda
patente en el prólogo de esta obra, por la que tan ilusionado estaba; obra que
impulsó y conoció desde sus primeros momentos, hasta la lectura del manuscrito
completo, que lamentablemente -dado que falleció en Sta. Cruz de Tenerife el25
de mayo de 1983-, no verá impresa como era su deseo más vehemente. Al mismo
tiempo quería mejorar la iluminación de la imagen y su capilla, así como
restaurar el pequeño retablo de la Inmaculada, para recibir de nuevo a esa
importante talla barroca.
Sirvan estas breves notas biográficas, de
emocionado homenaje, al dilecto sacerdote y amigo que tan inesperadamente nos
abandonó.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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