El amigo desde
la infancia de la Villa de La Orotava; ISIDRO FUENTES MELIÁN, remitió entonces
(19/01/2014) estas notas que tituló; "FOTOGRAFÍAS IMPACTANTES": “… Se cumplió en el año 2014 el 9º aniversario de la
exposición de fotos de Evaristo que él titulaba "FOTOGRAFÍAS
IMPACTANTES", Le animábamos entonces a que fuera reiterativa e itinerante,
con el fin de que incorporara aquellas nuevas fotos que con el tiempo fueran
engrosando su colección.
En la
invitación de entonces aparece el Belair del Puerto de la Cruz en plena
construcción, indicándonos que el tema giraba principalmente en torno a la profesión
de Evaristo (aparejador). También se adjetivaban las fotos de
"impactantes". El impacto se recoge en sus dos vertientes: negativa y
positiva. Es decir, belleza y creatividad frente a vulgaridad y ramplonería, lo
que debe y lo que no debe hacerse.
Evaristo es
aparejador; Arquitecto técnico, aunque él piensa que un cura de pueblo no es un
obispo técnico. Pero por su otra afición a las "letras" se doctoró en
periodismo ya entrado en años •.. Está y debe sentirse orgulloso de ello, dadas
las circunstancias que concurrían. Jubilado y retoñando nietos por doquier, no
es para menos.
Esencialmente
Evaristo es y fue siempre un matemático. Sobresaliente en aritmética y
geometría, ya desde niño se sentía como pez en el agua con los números y las
medidas. Aparte de una pelota o un balón (apetencia universal de cualquier niño
junto a algo que se mueva sobre ruedas, sobre el agua o por el aire, que es el
muro por donde trepan los aviones)... Juguetes para él eran un reloj, con
cuantas más esferas mejor; almanaques y calendarios con equinoccios, solsticios
y ciclos lunares; cronómetros, reglas de cálculo, tablas de datos, engorrosas
operaciones aritméticas •... Con un sextante y un astrolabio en sus manos
hubiese estado feliz descubriendo estrellas y soles, midiendo las distancias,
cartografiando tierras y limitando parajes desconocidos.
Tal vez como
aparejador tuvo oportunidad de realizarse en esa faceta de sus aficiones. Pero
también, como en otras profesiones, tuvo que enfrentarse con la praxis, con el
día a día, sobre todo en los primeros años de su ejercicio profesional: el boom
turístico de la década de los sesenta en El Puerto de la Cruz, en una actividad
que Evaristo rechazaba profundamente: ambiente competitivo y árido, con
deslealtades, rencillas, envidias, órdenes, contraórdenes y desórdenes,
desencuentros con proveedores, ii comisiones!!, trato con especuladores,
desmedidos afanes de lucro y de riqueza inmediata ... en una versión canaria de
"El Dorado" que algunos han calificado como una "segunda invasión",
una nueva colonización que aun hoy, a Evaristo, solo con recordarlo le pone los
pelos de punta ...
Quien haya
seguido a Evaristo en sus actividades de aparejador y periodista se da cuenta
de sus dos preocupaciones principales. Una, la conservación de la naturaleza y
sus bellezas, del entorno físico, de los valores ecológicos como
enriquecedores de nuestras vidas y nuestra canariedad. La otra, el impacto que
el desarrollo, el progreso Y.las tecnologías avanzadas puedan tener en nuestras
islas. La eterna dialéctica progreso-conservación que él compagina de la forma
más equilibrada, más sensata y más progresista.(Progresista es el que pretende
para hoy lo que, por los intereses creados y sectarios o inmovilismos imposibles,
será dentro de 10, 20 ó 30 años) lógicamente, él cree que con el cemento, el
hierro, los forjados, la cal y la arena, las maderas nobles y los más diversos
materiales de construcción se pueden hacer obras de arte perdurables, que
satisfagan la inclinación de todos los seres humanos a la creatividad, que sumen y no resten a nuestro
bienestar físico y psíquico y que sean testimonio de nosotros y de nuestro
tiempo para el futuro y para la historia.
Esta
exposición tiene que ver con todo esto y nos advierte de que Evaristo nos sigue
y nos vigila de cerca, con mentalidad insobornable de policía y de fiscal,
dispuesto a la denuncia o al elogio según se hagan las cosas. Por eso le
animamos a que continúe en esa labor esperando ver, con alegría, en la próxima
exposición, cómo se desmonta El Belair a la misma velocidad con que se
construyó. Ver como una hilera de camiones baja por la montaña de lilas
Arenas" llevándose ladrillo a ladrillo el hotel "las Águilas".
Dejar a "la buena de dios", en las manos del tiempo, al "Lago de
Martiánez" para que en unos cuantos milenios vuelva a ser el Charco de la
Coronela, desafío permanente de los mejores pinceles, relax enigmático para
contemplar una tarde de cielos descubiertos, reflejando destellos irisados del
sol en el ocaso (en un silencio absoluto que nos permitía escuchar el murmullo
de los erizos, cangrejos, "arrancabocados", estrellas de mar,
lapas, medusas y burgados luchando por la vida ....¡la Coronela!: impresionante
bajío paradigmático de esa frontera misteriosa e imprecisa entre dos mundos: la
vida en el mar y la vida en la tierra ... la Coronela, bonito nombre, también
era refugio de bañistas los días de olas bravas en el "Charco de la
Soga" que llegaban a romper contra el muro de cemento de la plaza de
Martiánez ,solo desafiadas por los jóvenes más atrevidos.
Esperamos
también de Evaristo unas fotos con todo detalle del túnel de 102 km en el
estrecho de Bering, que UNE dos continentes, con estudio de los parámetros
adecuados a nuestras islas para que de una vez y para siempre seamos una tierra
canaria única, muy unida, con sus túneles que también podrían ser volcánicos,
sin insularísmos caducos, ni tensiones Absurdas ... Y, por último, una
foto desde la "Estación Espacial", sacada por él en persona, con el
cálculo del coseno del ángulo que forma la sombra del Teide proyectada en el
Atlántico al amanecer con el meridiano horario de El Hierro, por si HAY que corregir algunos datos en
nuestros relojes y nuestros calendarios al resultar, como muchos creemos, que
nosotros somos el centro Y ELLOS son los periféricos…”
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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