lunes, 28 de febrero de 2022

PILI


Pilar Abréu Rodríguez que conocemos por  “PILI” nació en la Villa de La Orotava y falleció en la  misma Villa el 28 de Febrero del año 2022.

Contrajo matrimonio con mi primo hermano: Antonio Ordoñez Álvarez,  Perito Agrónomo de la escuela politécnica de la Laguna y Licenciado en Sicología por la UNED. De dicha unión tuvieron cuatros hijos. El mayor Antonio Ordoñez Abréu es el actual director de  la Banda de Música Santa Cecilia de Tacoronte.

A Pili la conocí cuando trabajaba de dependienta en el Bazar Butano de la Avenida José Antonio (actual; Canarias) con mi convecina Luisa Hernández “Bello”.

Posteriormente acompañó a su querido marido en todos los lugares que estuvo destinado como funcionario agrónomo de la extensión agraria: Fuerteventura, Telde, Granadilla y Tacoronte.

Una buenísima persona, madre ejemplar, extraordinaria abuela, muy comunicativa, y amiga de sus amigas.

Pili descansa en ese paraíso eterno colmado de esperanza y misericordia y no olvide que los que te acompañaron en tu vida familiar que se quedan aquí te querían y te siguen queriendo.

Dile a tu hermano Honorio, lo mal que lo estamos pasando por dicha pandemia, y la guerra en el centro de Europa.

Un abrazo hasta siempre.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

domingo, 27 de febrero de 2022

CUANDO EL CRISTO DE LA COLUMNA LLEGABA A LA CALLE VIERA.

Comparto esta interesante fotografía con el señor Barbero de fotos antiguas de Tenerife, tomada por mi paisana de la Villa de La Orotava, la inolvidable doña Nieves Lugo y Benítez de Lugo de Martin, correspondiente a los años cincuentas del siglo XX.

Esplendida fotografía obtenida magistralmente en el Interior del templo Parroquial y Matriz de Nuestra Señora de la Concepción, en la procesión del Jueves Santo noche del Cristo de La Columna que entonces bajaba por la calle León – Tostones hacía  la plaza del Ayuntamiento, donde se le exhibía un sermón previo a un concierto de cámara – coral.

A su salida bajaba hasta la calle más del norte de la Villa, calle Viera donde estaba la cárcel, subía por la Calle Cólogan, entraba en el mencionado templo, con la actuación de la Coral “Capilla de Santa Cecilia” que dirigía el maestro don Antonio Sosa  Hernández y seguía hacía su morada del Templo Parroquial de San Juan Bautista, haciendo nueva escala en el templo de San Francisco del ex convento franciscano de San Lorenzo, incendiado en el año 1881. En donde se le daba un responso por orden del donante, que según la leyenda se tenía que exponer antes de las 24 horas, de lo contrario el Cristo se quedaba en la Villa de abajo.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

martes, 22 de febrero de 2022

FEBRERO 1966. FEBRERILLO LOCO

El amigo de La Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN, “ESPECTADOR”, remitió entonces (22/02/2022) estas notas que tituló; “FEBRERO 1966. FEBRERILLO LOCO”: “…Que el mes de febrero de 1966 fue en el Puerto de la Cruz un febrerillo loco, según dice el refrán, se demuestra con tres acontecimientos que acaecieron ese mismo mes y año: 

1.- Fue el I Festival de la Canción del Atlántico, en el recinto de las zonas exteriores del Lido y piscinas de San Telmo, con unas gradas montadas para tal evento. Actuó de presentador el famoso Tico Medina, y cantaron Rocío Jurado y Alberto Cortez entre otros famosos invitados, además de los cantantes a concurso. 

2.- A la semana siguiente, dentro de ese febrerillo loco, se produjo el incendio en los aledaños de  la iglesia de San Francisco de la localidad turística, en cuyo anexo habitaban , mal vivían, varias familias pobres en lo que se llamaba el ‘convoy’.  

   Tuvieron que salir huyendo, y fueron ubicadas en la zona de El Penitente de modo improvisado y deprisa, con colchones y otros enseres que donaron algunas casas comerciales y almacenes del municipio y la  comarca del Valle. 

3.- Por si no fuera ya suficiente desgracia lo del incendio, a la semana siguiente vino un fuerte temporal de agua de mar, de tal modo e intensidad que las aguas del Atlántico atravesaron la Avenida de Colón y llegaron hasta el vestíbulo de hoteles como el Hotel Valle Mar, que se ubica en la acera de enfrente. 

    Total y en conclusión: las familias pobres que habían sido ubicadas provisionalmente en las inmediaciones de Yeoward, en el Penitente, tuvieron de nuevo que huir, esta vez del agua emborrachada de la mar océana. Primero huyeron del fuego,  y luego, a la semana siguiente, huyeron del agua del mar, que vino a inundarlo todo cual imprevisto Tsunami. 

   Así se escribe esta historia triste, para que quede constancia para siempre. 

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   Al año siguiente, 1967,  hubo tiempo para organizar el II Festival de la Canción, improvisando el recinto a toda velocidad en los restos del Parque de San Francisco, que todavía espera—más de medio siglo más tarde—una obra importante para un Auditorio digno de este enclave turístico del Puerto de la Cruz y su comarca…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

domingo, 20 de febrero de 2022

FEBRERO Y MARZO DE 1960 (EL PARTIDO DEL SIGLO Y SU CONTEXTO)

El amigo de La Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN, “ESPECTADOR”, remitió entonces (20/02/2022) estas notas que tituló; “FEBRERO Y MARZO DE 1960 (EL PARTIDO DEL SIGLO Y SU CONTEXTO).”:    “…Escribo para sumar información contextual a la que mis queridos colegas escritores y periodistas narran del célebre partido del siglo, del domingo de carnaval, 28 de febrero de 1960, en El Peñón, Puerto Cruz 2 Silense 0.  

    Añado a modo de pieza teatral de mi diario de la época lo siguiente. Se sube el telón.   

Sábado 20 de febrero 1960.- Con mi amigo Pepe (nombre ficticio)  circulamos con un fotingo prestado, propiedad de uno de sus tíos maternos. 

Domingo 21, mismo mes y año.- Ayuntamiento de La Orotava: convocan a todos los vecinos en edad de reclutamiento militar Los vacunan y miden su estatura, como ceremonia previa a la entrada en filas pocos meses después.   

    Martes 23.- Por la mañana Pepe y yo vamos a Santa Cruz en el fotingo y entramos en el transatlántico Independence, que estaba atracado en el muelle sur de  la capital. Por la tarde volvemos a Santa Cruz. Pepe se embarca en el vapor  Begoña hacia Inglaterra, a trabajar de camarero o en la agricultura.  

   Sábado 27 de febrero.- Intento conseguir entrada para el partido del siglo. Al fin la consigo. 

   Domingo de carnaval 28 de febrero de 1960.- Se juega el referido partido del siglo, en El Peñón, con la mayor entrada de toda su historia, a las cinco de la tarde. La victoria fue para el que llevaba por sobrenombre pequeño Real Madrid: Puerto Cruz 2 Silense 0. 

    Lunes de carnaval, año bisiesto, 29 de febrero de 1960.- Salimos al mediodía una gran parranda con guitarras, otros instrumentos y voces cantantes. Después de una prolongada juerga folklórica carnavalera nos fuimos retirando a nuestros respectivos domicilios, a las tres de la madrugada. 

   Martes de carnaval, 1º de marzo 1960.- Hubo baile en La Orotava, el Liceo viejo y el Teatro Atlante. Y en el Puerto, el Olympia y el Lido San Telmo, además de otros locales con el aditivo de unas pocas jóvenes europeas y muchas en edad avanzada, que hacían (las más maduras) las delicias de algunos artesanos del Valle y alrededores.   

   Jueves 3 de marzo.- Llega de regreso de Caracas, Venezuela, una prima mía con su esposo y su primer vástago; la pareja se había ido allá, recién casados en 1955. 

   Viernes 4.- Recibo carta desde Vigo, de mi amigo Pepe. El buque Begoña hacía escala en tierras gallegas, antes de su destino final, Southampton.  

    Por lo visto, la diáspora venezolana dejaba de ser exclusiva, para alternar con la emigración a la Pérfida Albión. 

    Nota: en 1960 no había llegado  la tele a Canarias;  era muy frecuente ir al cine tres veces por semana, en mi caso a las dos salas de La Villa (Atlante y Don Casiano) o  a las dos del Puerto (Olympia y Topham). 

Se baja el telón. FIN…” 

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

sábado, 19 de febrero de 2022

AQUELLOS TELÉFONOS


 

Fotografía de mi colección particular, la primera que tomé en mi vida, referente a la calle de la Carrera en las Fiestas Mayores de la Villa de La Orotava, en el año 1963. Lugar donde estuvo ubicada la central telefónica.

 

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “AQUELLOS TELÉFONO”, referente a la central telefónica que estaba ubicada en la calle de la Carrera de la Villa de La Orotava: “…Hoy voy a recordar el día que fui a solicitar la instalación de un teléfono, ya de eso hace setenta años. Fui a la central telefónica, que estaba situada en la calle de la carrera, para hacer los trámites en el edificio, dónde hoy está tejido Don Miguel Herreros. La encargada era la señora Doña Nieves Dorta, me atendió en su despacho con una elegancia exquisita y comunicándome, que lo sentía mucho que no había números libres. Después de una amistosa charla me dijo que me pondría en lista de espera que estaba prevista un ampliación, o si algún abonado se daba de baja, me llamaría lo más pronto posible; nos despedimos, y al salir oí unas voces y sentí la curiosidad, por saber cómo era el funcionamiento de la central telefónica y comprobé que se trataba de un centro familiar, formado por su hija Anita y sus hermanas, Herminia, Frasquita, Eloisa, y sus sobrinas Anita y Tina, las que conocía bien por ser mis vecinas. Me acerqué y les pregunté, porqué había tanta gente y me dijeron que era el cambio de turno y en ese momento se marchaban tres. Observé que tenían puestos unos auriculares y frente a un cuadro numerado al que enchufaban unas clavijas, todas hablando a la vez, una decía “dígame”, la otra “número”, otra “le pongo”, la otra “perdone, está hablando” y otra “oiga su conferencia con Santa Cruz”.

Parecía una casa de locos, me marché con la esperanza de que me llamaran y así fue. Tuve suerte porque al mes me llamaron diciéndome que ya lo tenía concedido y me lo instalaron con el número que es el que tengo actual. En aquel tiempo tener un teléfono parecía más un lujo, que una necesidad. Les aseguro que cuando me lo instalaron me pasaba todo los días llamando; el primero que me pusieron para llamar, tenía que darle a la manivela y si te contestaba le daban el número y te conectaban. Tenían tanto trabajo porque nosotros no sabíamos los números y les decíamos “señorita por favor, me pones con la casa de tal”. Ellas sabían los números y ellas amablemente te lo ponían. A veces tardaban y nos enfadábamos; algunos se quedaban con la manivela en la mano.

Más tarde, me lo cambiaron por uno más moderno, ya que solo al levantarlo te contestaban. Solamente tenías que darles el número o el nombre. Ya más tarde vino el automático, yo creí que después de ese que lo marcábamos nosotros, sería el último. Cualquiera iba a imaginarse que con el tiempo vendría el teléfono móvil; que podrías llevarlo en el bolsillo y en unos segundos comunicarte con todo el mundo. Entre tantas facetas poder grabar y ver al momento las imágenes con una videollamada; ver y oír con quien hablas, etc, en fin, que te sirve para todo, ¡increíble!

Para los que tenemos cierta edad nos es difícil, aunque es entretenido, pero para l@s niñ@ jóvenes y los de mediana edad ya no pueden vivir sin él, y lo ven muy sencillo. Si se quedan sin batería parece que les falta el aliento; se duermen con ellos, etc. Era impensable creer que a pesar de su pequeño tamaño fuera tan poderoso y con tanta calidad y poder pagar hasta un pan con él, en verdad, es asombroso. Y yo me pregunto ¿qué nos reservará el del futuro?

Con el tiempo Doña Nieves y su familia se jubilaron dándole paso a Doña Edelmira y familia, las cuales nos unía una gran amistad…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

viernes, 18 de febrero de 2022

MOVILLA

El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR GARCÍA LLANOS remitió entonces (18/02/2022) estas notas que tituló; “MOVILLA”: “…El fútbol español experimentó sensibles cambios de todo tipo con la llegada de la democracia, en la segunda mitad de la década de los años setenta del pasado siglo.

Los cambios afectaron también a los profesionales del balón que, en pocas palabras, pasaron a tener un estatus más respetable, sobre todo, en lo que concernía a garantizar sus derechos. Los futbolistas, especialmente los de menor rango, los de menores ingresos, los de reducido relumbrón mediático. Estaba surgiendo, eran los primeros pasos de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).

Fue un vuelco considerable en una de las piezas esenciales en la estructura futbolística del país.

En la historia del Club Deportivo Tenerife se registran varios episodios caracterizados por la tensión y la tirantez que fueron factores de inestabilidad y sinónimo de crisis que se fueron resolviendo a duras penas. En eso apareció Movilla, un destacado jugador en las categorías de base, goleador en todos los equipos que militó. Probó, sin fortuna, en el Real Madrid.

En algunos de aquellos episodios, la participación de Gerardo González Movilla fue decisiva. Fueron los que, desatados en el ámbito interno, y habiendo afectado al plantel de jugadores y sus respectivos vínculos profesionales, requirieron de mediaciones y negociaciones para superar los trances, alguno de ellos muy intrincado y de notable dimensión mediática.

En una incursión a la historia del club, ahora que está conmemorando cien años, nos acercamos a sus entretelas, a las relaciones convulsas, al papel de algunos de sus protagonistas.

Las entretelas, se sabe, son conflictivas pero en esas zonas de penumbra o de tinieblas siempre hay personas, serenas, predispuestas, con talante, dotadas con ese sentido de la mesura que conforman una personalidad que termina siendo aceptada para confiar y viabilizar una salida. A finales de los setenta, cuando la AFE era una criatura concebida con las dudas que inspiraba un país de escasa cultura solidaria y sindicalista, sus avances hasta la consolidación tuvieron en personas como Movilla un necesario baluarte para que los logros pasaran de la teoría a la práctica.

Asistimos, cuando hacíamos periodismo deportivo, al parto de aquella asociación. Por los micrófonos y las páginas que estaban a nuestro cuidado, empezaron a ser familiares personas como Quino Sierra, Juan Manuel Asensi, Juan José Iriarte, que habían sido futbolistas de postín, y José Cabrera Bazán, catedrático de Derecho del Trabajo y primer secretario general de la AFE.

Hoy recordamos de manera gratificante el seguimiento dedicado a aquel hecho que cambió el rumbo para los futbolistas españoles los cuales hicieron huelgas para decir ¡aquí estamos! Movilla estuvo en el núcleo de aquellas decisiones. Encierros, negociaciones, mediaciones en circunstancias conflictivas, fichajes… Y en concreto, las que le relacionaron con el Tenerife y con la totalidad del fútbol canario, encontraron siempre sensibilidad y receptividad. Había sido futbolista antes que gestor o defensor de los intereses de los profesionales. Y eso valía lo suyo.

Es de justicia, tras su comparecencia en el Foro ‘Ángel Arocha’, expresar un reconocimiento a todo su desempeño. Primero, como goleador; después, como dirigente que ganó un puesto, representando a España, en la delantera de la organización internacional de profesionales del balón integrada por cuarenta asociaciones nacionales y unos cuarenta mil futbolistas, la FIFPro. Y siempre como tinerfeño y tinerfeñista cabal que hoy luce –sin alardes, como es norma- su condición de socio del club…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

miércoles, 16 de febrero de 2022

MIGUELITO


Otra triste noticia que me remite el amigo de la Villa de La Orotava Pedro Pérez, el fallecimiento de mi ex alumno “Miguelito” Miguel Ángel Monasterio Oliva.

Nació en la Villa de La Orotava en el año 1958, y falleció en la misma Villa el 15 de Febrero del año 2022 a los 64 años de edad.

Miguelito fue uno de los primeros alumnos que tuve en clases particulares, era alto como su padre, muy travieso, pero ante todo era un buen muchacho, con una conducta digna de mencionar.

Su casa en Los Poyos, el Hospital de la Santísima Trinidad en San Francisco, donde ya trabajaba como conserje y la azotea de mi casa en la calle El Calvario, fueron los lugares que utilicé para ejercer la docencia particular a Miguelito y hermanos.

Nunca quiso ser deportista, le convencí que por su estatura podía triunfar en el baloncesto, pero lo negó todo al igual que sus hermanos, en el deporte vernáculo de la lucha canaria triunfó su sobrino Añaterve, que se convirtió en un puntal A de la Villa.

Toda la vida trabajando en el Hospital de la Santísima Trinidad de la Villa de La Orotava como funcionario del Cabildo Insular de Tenerife, terminado su vida laboral en el Hospital de Icod de Los Vinos.

Últimamente me lo tropezaba por fuera del Geriátrico de San Sebastián por debajo de casa, allí se reunía con unos amigos, siempre nos saludábamos, nunca lo vi mal de salud. Y sin embargo no dijo adiós definitivamente muy joven aún.

Miguelito, aquí deja dos hijos: Miguel Ángel y Eshter. Dos nietos: Carlota y Miguel. Que les querían y le siguen queriendo.

Un muchacho excelente, una persona admirable, comunicativa y servicial como lo fueron sus padres.

Un amigo de sus amigos que deja entre nosotros un recuerdo de un ser respetuoso y notable.

Un abrazo Miguelito, hasta siempre.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL



 

martes, 15 de febrero de 2022

LAS VENDEDORAS AMBULANTES

El amigo del Puerto de la Cruz Rafael Torres, remite entonces (15/02/2022), esta interesante fotografías, referente a las vendedoras ambulantes que ejercían por las calles de la Villa de La Orotava en antaño.

La fotografía está tomada en la calle de Hermano Apolinar – La Hoya de la Villa, donde se aprecian a dos señoras con sus cestas en su cabeza con un equilibrio magistral, vendiendo frutas, verduras, papas e incluso distribuían cochinillos y baifos.

Su vestuario típico de mujer campesina, en la que siempre mantenían el color negro referente al riguroso luto de sus familiares.

Muchas de ellas procedían de la parte alta de la Villa de La Orotava, así como de la zona de los Realejos; Palo Blanco e Icod el Alto.

Observamos la venta de don Félix y su señora,  donde los alumnos del Colegio de Santo Tomas, se proveían de golosinas y bocadillos. También se ve la casa donde estuvo el Correo que posteriormente la vivieron el matrimonio orotavense: Don Rafael Hernández Correa (abogado) y Lala Herreros González de Chaves.

Por encima vemos en construcción la casa de don Manuel Lorenzo el carnicero, además de observar la panorámica de esta calle histórica de la Villa de La Orotava.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

domingo, 13 de febrero de 2022

LOS CELADORES

Fotografía de mis archivos particulares, coloreada por el amigo Faustino Saavedra.

 

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “LOS CELADORES”, referente a los agentes municipales de la Villa de La Orotava en el tiempo: “…Hoy como siempre me gusta comentar mis vivencias y me vino a mi memoria, los llamados celadores que era como llamábamos a los guardias municipales en aquéllos tiempos, de los que yo conocí, son de los que comentó desgraciadamente ya son pocos los que están con nosotros a quienes les tuve y les sigo teniendo mi admiración y un gran respeto, a Don Víctor Socas, como comisario, a Don José Antonio (conocido cariñosamente como “el perra chica”) cabo primero, y después comisario, a Don Pedro Perdomo, como cabo a Don Antonio Asencio, como cabo y comisario a Don José Abrante, a Don Valerio Zamora, Don Pedro Negrin (conocido cariñosamente como “el perruñito”), a Don José Garcias (conocido por “el sepulturero”) a Don Domingo Regalado a Don Ángel Díaz (“el zacatín”), Don Valentín Pérez, Don Eufemiano Ortiz, Don Marcelino, Don Domingo González (conocido cariñosamente también como “Jorge Negrete”), Don Manuel (“el pucharero”), Don Nicolás (conocido cariñosamente como “Cho Barroso”), a Don Rosendo (el de la baronesa), a Don Juan el de la charca, conocido por “el Ginebra”, Don Manuel (conocido por “el Machango”), Don Nicolás Araque, cariñosamente conocido como “Marisol”, a Don Higinio (conocido como “el Zapatero”), a Martin (la lerta), Juan (conocido como “el Abejón” ), a Don Clemente y Don Juan el de la casilla, a Don Juan Martin, a Don Ángel (conocido cariñosamente como “el colorado”), a Don Manual (conocido como “yo soy la ley”), Manuel el de La Perdoma, Don Mauro, a Don Juan (“el madrileño”), al sevillano Don Luis (“el peninsular”). Más tarde a Don Juan Burgos, Don José Manuel (“Chichó”), Don Pedro Domingo Hernández, Don Alfonso Glez, a Don Juan de Dios Alvares, a Don Luis Ruiz, a José Luis Delgado, Don Leoncio, Don Florencio, Don Celestino, los hermanos Don Marcos y Don Antonio Asencio, a Don Francis Suárez y a Don Luis (“peninsular”).

De los actuales no puedo hablar de ellos por no conocer a ninguno. Antes muchos eran cariñosamente conocidos por los motes que conté que yo no le puse ninguno. Hoy afortunadamente ya eso ha ido desapareciendo.

En mi niñez, recuerdo que no había tantos sitios para jugar (que bien hoy) y jugábamos a la pelota y a la guerra en la plaza de San Juan. No nos dejaban, pero siempre jugábamos, ¡coño no sé cómo se las arreglaba Don Pedro Perruñito! siempre aparecía y sacando la porra nos echaba de la plaza. Lo mismo en el campo de la garrota que esperábamos que se fueran los cabreros, para poder jugar, y en la antigua calle del Castaño (hoy Doctor Domingo Glez), a la entrada de la calle San José estaba un bello rincón conocido como el chavoco, el cual lo tengo en la retina, y por mucho que lo he intentado no he visto ninguna foto de ese lugar. Allí nos reuníamos los chicos y las chicas para jugar y de repente aparecía el celador, porque a Doña María, la señora de Don Domingo Pérez, que vivía enfrente le molestábamos, se asomaba a la ventana y nos gritaba (la verdad que la hacíamos rabiar). Le tirábamos en el zaguán unas bombitas y unos salta pericos que vendía Don Inocencio en la venta debajo de su casa. Había que oírla, tenía un teléfono de manivela, más viejo que la palangana de Pilatos, y nos decía voy a llamar a la comisaría y lo gracioso es que nos llamaba para hacer los mandados y al ver que el teléfono no funcionaba, que no tenía ni cables se lo hacíamos adrede, no éramos unos santos, íbamos a robarles los higos a Doña María la de Don Diego en la Torrita, nos gritaba ya sé lo que son, voy a llamar a los celadores) y salíamos corriendo también les robábamos las algarrobas a Don Pedro Rodríguez Fariña (el Tonelero) en el depósito de la calle del Marqués… que buenas eran en aquel tiempo, ....nos colgábamos de los camiones de Don Jesús Rodríguez Franco y de Don Casiano García Feo, que venían con las raciones, ah! y no me digas del estanque de la petuda. Por mucho que vinieran los celadores, siempre volvíamos.

Tengo que confesar que nunca me bañé allí. Iba con los amigos, mi madre se enteró y me amenazó diciéndome, “que si volvía se lo diría a mi padre para que me fuera a buscar” y cogí un miedo tremendo y no volví más. Las chicas jugaban al tejo en las aceras, mientras no venían los celadores, recuerdo ver como se ponía Don Pedro Perdomo en las procesiones, madre mía todavía parece que lo estoy oyendo decir con voz autoritaria las mujeres a la derecha y los hombres a la izquierda y casi nada aforando las bodegas.

Tampoco se podía cantar a ciertas horas de la noche, ya de joven con mi amigo Pepe Barreda (el Prácticante) que tocaba muy bien la guitarra y cantaba, y sin ensayar ni tomar nada salíamos de serenata. Había que imaginarse aquel silencio de madrugada como sonaba, esa guitarra cantábamos dos canciones, y unos marchábamos, esa noche fuimos a la calle León, donde vivía mi novia, y siguiendo debajo de la ventana de Carmen Febles les cantamos dos canciones. Ella al oírnos encendía la luz aun recuerdo las que fueron, yo te diré, y la barca de oro, con el mismo silencio que llegábamos nos marchábamos, y de repente cuando ya nos íbamos apareció el celador y nos dijo: “¿saben que no se puede cantar a estas horas?”, nosotros creíamos que nos iba a denunciar y nos sorprendió diciéndonos: “yo los estaba escuchándolos desde el principio, pero sonaba tan bonito que me dije a quién le puede hacer daño esta serenata” y dándose la vuelta se marchó (me reservo el nombre del guardia), y seguimos terminando en la casa de Pino Árbelo, esposa de mi gran amigo Antonio Delgado. Al día siguiente los vecinos de la calle, comentaban: “¿Oíste de madrugada?, que bonito”. Preguntando, quiénes éramos, y lamentando que nos hubiésemos marchado tan pronto. Se da el caso, que antes que habían pocos celadores siempre estaban por toda la villa de arriba, ahora que hay muchos, no vemos a ninguno…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

viernes, 11 de febrero de 2022

INMEMORIAN

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “INMEMORIAN”, referente al fallecimiento del cruzantero; FRANCISCO CABRERA BRAVO: “…Hoy también se nos fue en la Cruz Santa el amigo FRANCISCO CABRERA BRAVO. Un gran hombre; fue en mis tiempos el que con su furgón, nos trasladaba, a la Orquesta Copacabana muy cariñoso y muy responsable. Mientras nosotros actuábamos él se dormía en su coche para no tener problemas en el viaje. Proveedor durante muchos años de las frutas y verduras en los pequeños negocios.

Su entierro será hoy a las 12 en la Iglesia de la Cruz Santa. ¡Cuántos ratos pasamos juntos, cuanto me animabas!

Descansa en paz, y a tu familia mi gran abrazo de condolencias…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

domingo, 6 de febrero de 2022

INMEMORIAN

En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “INMEMORIAN”, referente al fallecimiento del amigo; MANUEL GONZÁLEZ FARIÑA: “…Algo se siente en el alma, cuando un amigo se va.

Hoy nos dejó para siempre, el amigo Manuel González Fariña, para mí era algo más que un amigo. Lo conocí hace muchos años en el Bar Almeida, donde juntos con otros amigos, nos reuníamos todas las noches. Su oficio era el de carpintero y de músico, tocaba el trombón en la banda municipal. Fue fundador de la Orquesta Royal Taoro, en la cual tocaba el contrabajo. Fue junto conmigo, fundador de la Peña los Chiringuito. Fiel acompañante en mi coche, en mis actuaciones y muchas veces sustituyendo en el contrabajo a Manuel Verde.

Es muy difícil en este pequeño comentario comentar todo lo que pasamos juntos; los Domingos nos reunimos en la parada, para salir de perras de vino. De aquellos tantos amigos que íbamos a casa del amigo Luis Gutiérrez de aquel grupo muchos cogieron el mismo camino y hoy al dejarnos tú, solo quedamos el amigo Paco Quintero y yo.

Me parece mentira que hace un poco más de un mes nos tomamos sin saber la última copa en Casa Juan, la vida es así y tenemos que aceptarla. Ten por seguro que no sé cuándo nos volveremos a ver, siempre estarás en mis recuerdos y dándote un fuerte abrazo que por culpa de esta pandemia, no te lo pude dar; a Yaya tú hermana, que se portó contigo como una madre y demás familiares, mis condolencias.

Me han dicho que el entierro será mañana en la Iglesia de San Antonio María de Claret a las once de la mañana…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

jueves, 3 de febrero de 2022

EL CARNAVAL ES...EN CARNAVAL


 

El amigo de La Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN, “ESPECTADOR”, remitió entonces (03/02/2022) estas notas que tituló; “EL CARNAVAL ES...EN CARNAVAL”: “…El Carnaval es en Carnaval, y tiene su fecha en el calendario.   Los carnavales estuvieron prohibidos a lo largo de los años de la posguerra, pero la gente procuraba celebrarlos aunque fuera a escondidillas, huyendo de los guardias urbanos que, por orden de la superioridad, perseguían a toda persona que fuera con careta o disfraz por la calle. Luego el carnaval se disfrazó hasta en su nombre, para llamarse Fiestas de Invierno, con desfiles organizados, pero eso no es carnaval puro y duro, que en  sustancia es la transgresión por unos días, fuera de toda norma.

    Contaré una anécdota: fue el año 1953, yo tenía catorce añitos lozanos, cuando llegó el Lunes  de Carnaval, la fecha central del Carnaval, que empieza el sábado anterior, continúa el miércoles de Ceniza y termina el sábado Gordo y el domingo de Piñata.

   Pues bien: las chicas de entre 15 y 25 años aproximadamente,  se arremolinaron, en mi Orotava del alma, por fuera de la  vivienda privada del señor alcalde, que era ni más ni menos la mansión que actualmente ocupa y disfruta el Liceo de Taoro.

  Y… ¡oh milagro!, el alcalde se asomó por la puerta de su señorial vivienda y desde lo alto de la escalinata de entrada con sus 22 peldaños tuvo la educación, la valentía y la delicadeza, de decirle al alborotado y alegre grupo juvenil, casi todo femenino, que él, como señor alcalde,  no podía hacer nada para permitir el carnaval, puesto que la prohibición de vestirse de máscaras y disfraces en la vía pública venía ordenada desde el Gobierno Civil de la Provincia, e impepinablemente había que acatar órdenes.

    Aquel señor alcalde de grato recuerdo para los que peinamos calvas y canas ochentonas, fue don Juan Guardia Doñate.

   En resumen y conclusión: a mí me parece que dejar las fechas de Carnaval para más adelante, para el verano o el otoño, es una solemne tontería (iba a decir jilipollez), que no conduce a nada bueno, es una aberración de un almanaque loco y una estulticia como la copa de un pino…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL