viernes, 27 de noviembre de 2020

LA DESAMORTIZACION DE MENDIZABAL Y LOS COLEGIOS

Colección particular, tomada de mi cámara.

 

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, el amigo de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”, remitió entonces (27/11/2020) estas notas que tituló; “LA DESAMORTIZACION DE MENDIZABAL y LOS COLEGIOS”: “…“La desamortización fue una de las armas políticas con la que los liberales modificaron el sistema de la propiedad del Antiguo Régimen para implantar el nuevo Estado liberal durante la primera mitad del siglo XIX”.

Este texto entrecomillado lo leo en el tema de la Desamortización de Mendizábal. Aquellos controvertidos episodios, con la expulsión inherente de los Jesuitas de España, han pasado a ser una triste historia. Los Jesuitas tenían un centro escolar en la famosa mansión Casa de los Brier, en la muy noble y leal Villa de La Orotava.  De modo que si fue en la primera mitad de siglo XIX, es ahora, que estamos en la primera mitad del siglo XXI,  cuando se cumplen aproximadamente doscientos años.

A modo de elipsis narrativa, pasemos de un salto en el tiempo, a los primeros años setenta del siglo XX, en que seguía habiendo  un enorme y evidente déficit en puestos escolares para la escolarización de todos los que estaban en edad escolar (seis a catorce años de edad), en Canarias en general y en La Orotava en particular. Y hubo urgencia en habilitar locales en la mayoría de municipios,  para impartir clases provisionalmente, hasta tanto no se finalizaba el extenso programa de construcción de centros escolares de EGB, Secundaria y FP.

Y en 1974 me llaman, como técnico de la UT de la Delegación del Ministerio en esta provincia, para que informara sobre la posibilidad de impartir clases de FP en este hermoso edificio, la casona de la familia Brier, que es una mansión señorial de las más antiguas, y forma parte de las famosas Doce Casas señoriales o mansiones que posee el casco urbano de la Villa de La Orotava. Me refiero al edificio ubicado en lo alto de la pendiente de la calle de La Carrera, casi frente por frente con la célebre Casa de los Balcones.

Como técnico de la Delegación del Ministerio de Educación y Ciencia (fue antes de la creación de las autonomías regionales con sus Consejerías) yo visité entre otros posibles locales, con una comisión municipal, la referida Casa de Los Brier. Mi informe en resumen fue éste: “negativo para a impartir clases”. Este bello edificio es una maravilla arquitectónica, que no merece ser ‘mancillada’ por jovenzuelos, entre los que siempre hay chicos díscolos que todo lo rompen….

A modo de epilogo: en conclusión, no se utilizó en pleno siglo XX la Casa de los Brier como centro escolar. Pronto se fueron terminando los nuevos institutos de bachillerato y de formación profesional, y colegios de básica en número suficiente de puestos escolares…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

EN VILAFLOR

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

Mi amigo de la Villa de La Orotava JESÚS TOMÁS GARCÍA RODRÍGUEZ remitió entonces (25/11/2020) esta fotografía, referente a cuatro directivos de la Banda de Música de la Agrupación Musical de La Orotava, en el pueblo más alto de España “Vilaflor”.

“Vilaflor: posee un encanto único, en parte por su privilegiada situación, enclavado en la parte más alta de la Isla y rodeado de pinares, a un paso del Teide.

Sus casitas y calles adoquinadas son hermosas. Siempre apetece perderse por ellas para impregnarse del ambiente sosegado y rural que transmiten…”

En el año 1965 Vilaflor en sus fiestas mayores contó con la participación de la Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava, que bajo la batuta del inolvidable músico de los Realejos Manuel Plasencia Pérez, realizó una extraordinaria actuación.

En la panorámica observamos a los entonces directivos; Benjamín González Pérez, Mundo García Edodey, Jesús García y Casiano Marrero (tesorero de la banda de música de la agrupación musical de la Orotava), paseando por las calles pinas de Vilaflor.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

lunes, 23 de noviembre de 2020

AÑOS DESPUES

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

Mi amigo y compañero de promoción bachillerato superior 1967 – 1968 en el Colegio de San Isidro de la Villa de La Orotava: CHICHO SILVERIO  remitió entonces (23/11/2020) esta fotografía, referente a una reunión que celebramos años (1982) después de nuestra graduación en un merendero de la Villa, ubicado en la zona del Ramal.

La verdad que fuimos un grupo unido y compacto de una fraternidad y comunicación extraordinaria y aun lo seguimos siendo a través de un chat en el whatsapp.

Medios maduros con bigotes y en familia, con vasos de vinos al ritmo de guitarras. Recordábamos, aquellas inolvidables canciones de los sesenta del siglo XX, referente a la música ligera que revolucionaron con el movimiento de la primavera francesa, cuatro melenudos anglosajones que conocíamos por los Beatles.

De izquierda a derecha: Pedro Padrón, Memel Hernández (guitarra), Chicho Silverio, Ringo, Mario Torres, Chicho Pizarro, Joaquín Espinosa, Santiago Corominas, y Medardo Díaz (guitarra).

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

JÓVENES DE LA ACCIÓN CATÓLICA OROTAVENSE

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

Mi amigo de la Villa de La Orotava JESÚS TOMÁS GARCÍA RODRÍGUEZ remitió entonces (23/11/2020) esta fotografía, referente a JÓVENES DE LA ACCIÓN CATÓLICA OROTAVENSE.

Tomada al principio de los sesenta del siglo XX, en el patio de la Acción Católica villera en la calle de Inocencio García Feo.

Todos conocidos, pero solo recuerdo los nombres de: Pedro Mesa, Jorge Rodríguez, Juan Luis Martin, José Antonio Rodríguez Reyes, Mundo García Edodey (padre del propietario de la fotografía), Ignacio Cabrera Trujillo y Tomás Luis Expósito (El Cojo).

El señor de la derecha era el ordenanza (no recuerdo su nombre) de la Acción Católica, casi siempre estaba en la parte baja, concretamente  en la barbería de maestro Juan Regalado. Era requerido por el doctor Francisco Raimundo Pérez “otorrino”, que tenía su despacho en la casa sombrería de su padre, un poco mas allá por la misma acera. Para sujetar a los niños – niñas que operaba de la garganta, y lo tenían que blindar con sabanas blancas.

En Aquella época se frecuentaba por parte de la juventud de entonces las mencionadas instalaciones para jugar al “Pin Pon” tenis de mesa, de la que salieron grandes jugadores como los amigos: Antonio Santos y Paco Mesa.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

domingo, 22 de noviembre de 2020

LA ÚLTIMA ROMERÍA DE MEMEL MÉNDEZ

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

Mi prima hermana MARÍA DEL CARMEN ORDOÑEZ ÁLVAREZ remitió entonces (22/11/2020) esta fotografía, referente a la ultima Romería de San Isidro y Santa María de la Cabeza en la que participó su desconsolado esposo; José Manuel Méndez “Memel”.

Mi prima y su marido desde que eran novios, han sido grande romeros villeros, participando como jinetes de camellos, en carretas engalanadas y al final andando con sus cestas llenas de sustentos típicos para comer y beber.

Panorámica tomada en la romería de San Isidro y santa María de la Cabeza, a su paso por él portal del camposanto villero.

Juan Manuel Méndez nació en la Villa de La Orotava, en el año 1929, estudió con los hermanos de la Salle en el Colegio de San Isidro y en la Academia de don Inocencio Sosa. Trabajó durante toda su vida laboral en el Banco Bilbao.

María del Carmen Ordoñez Álvarez, nació en Santa Crus de la Palma en el año 1941, trabajó en la que iba a ser su suegra doña Concha en su taller de modista de señora.

Ambos contrajeron matrimonio en el mes de julio del año 1963, y tuvieron cuatro hijos: Antonio, María Victoria, José y María del Carmen Méndez Ordoñez.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

CHARO “FEBLES” EN EL RECUERDO

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

El amigo de la Villa de La Orotava TOÑO ROCÍO DELGADO remitió entonces (22/11/2020) esta fotografía, referente a su madre Charo Delgado Estévez en la playa de Martiánez con sus hijos.

Nació en la Villa de la Orotava, el 18 de noviembre del año 1935. Hija del musicólogo don Domingo Delgado González “Febles” que fue sub director y director interino de la Banda de Música Municipal de la Villa de la Orotava, a propuesta de su maestro don Tomas Calamita y Manteca.

Huérfana de su madre, en su nacimiento. Recogida por el matrimonio tío suyo. Jesús Padrón Cejas y su señora doña Siriaca Delgado González “Febles”.

Contrajo matrimonio en la misma Villa, en el templo parroquial de San Juan Bautista, bajo la bendición del cura párroco y canónico honorario don Domingo Hernández González. Con el entonces joven orotavense: Jesús Rocío Ramos (Comercial – Vocalista). De cuyo matrimonio tuvieron tres hijos.

Instruida en el colegio de la Milagrosa de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul, fue una excelente persona, madre y esposa. Apreciada por todas sus amigas y amigos.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

sábado, 21 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO Y (IX)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO Y (IX)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde a Las Cabezas, llevando al hombro los guacales para los empaquetados, año 1928.

Guacal es un gran contenedor de envío, hecho de madera, que generalmente se usa para transportar o almacenar artículos grandes y pesados, en este caso la piña de plátano

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

viernes, 20 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (VIII)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (VIII)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde a la calle Blanco, guacales para embarcar año 1928.

Guacal es un gran contenedor de envío, hecho de madera, que generalmente se usa para transportar o almacenar artículos grandes y pesados, en este caso la piña de plátano.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

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jueves, 19 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (VII)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (VII)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde a una fotografía de Marcos Baeza. En el almacén de san Felipe año 1912.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

CHARO Y LOURDES

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

El amigo de la Villa de La Orotava TOÑO ROCÍO DELGADO remitió entonces (18/11/2020) esta fotografía, referente al cumpleaños de su madre Charo y su tía Lourdes Delgado Estévez.

Charo y Lourdes fuero gemelas de la Villa de La Orotava (Villa Arriba - Farrobo).

Hijas del musicólogo don Domingo Delgado González “Febles” que fue sub director y director interino de la Banda de Música Municipal de la Villa de la Orotava, a propuesta de su maestro don Tomas Calamita y Manteca.

Quedaron huérfanas de su madre, en su nacimiento. Fueron recogidas por dos matrimonios tíos suyos. Charo por don Jesús Padrón Cejas y su señora doña Siriaca Delgado González “Febles”. Lourdes por don Eufemiano Illada y su señora Estévez Merino.

Charo y Lourdes nacieron en la Villa de La Orotava el 18 de noviembre 1935.

Contrajeron matrimonio en la misma Villa, en el templo parroquial de San Juan Bautista, bajo la bendición del cura párroco y canónico honorario don Domingo Hernández González. Con los entonces jóvenes orotavenses: Jesús Rocío Ramos (Comercial – Vocalista) y Vicente García Delgado “Vital” (fontanero).

Ambas se educaron en el colegio de la Milagrosa de las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul, fueron excelentes personas muy apreciadas por todas sus amigas y amigos.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

martes, 17 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (VI)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (VI)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde al empaquetado Cooperativa Agrícola Bananera de Tenerife, Juan Reid año 1927.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

lunes, 16 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (V)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (V)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde al empaquetado de Yeoward en el Penitente (actual Casa Consistorial) año 1955.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL
 

domingo, 15 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (IV)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (IV)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde al empaquetado de don Tomas Reid, principio del siglo XX (sobre 1911).

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

sábado, 14 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (III)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (III)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde al empaquetado de don Diego Betancourt, año 1925.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

viernes, 13 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (II)


En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (II)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde al empaquetado de don Manuel Yanes, año 1955.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

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jueves, 12 de noviembre de 2020

EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (I)

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro estas fotografías referente a “EMPAQUETADOS DE BANANA PORTUENSES EN EL TIEMPO (I)”.

Serie de fotografías que me remitió un amigo del Puerto de la Cruz que ha deseado mantenerse en el anonimato, sobre los diferentes empaquetados y almacenes de banana en la historia portuense.

Esta panorámica corresponde a la llegada de guacales (plátanos), a Inglaterra, Londres 1916.

Guacal es un gran contenedor de envío, hecho de madera, que generalmente se usa para transportar o almacenar artículos grandes y pesados, en este caso la piña de plátano

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

martes, 10 de noviembre de 2020

EL ORIGEN DE LAS “CALDUCHA”

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro esta fotografía referente a la construcción por entonces artesanos - gremios de la Villa de La Orotava de las guaguas de servicio urbano que denominaron las “Calducha”.

“Calducha”, un nombre popular en la Villa, que frecuentaba las guaguas urbanas, como vehículo de desplazamiento.

Al mediado de los cincuenta del siglo XX, un grupo de orotavenses emprendedores; Enrique Ascanio, Gabriel Llanos, Fernando Quintero. Promovieron el transporte urbano, compuesto de tres itinerarios: Los Poyos a la Piedad. Los Poyos a los Pinos y Los Poyos a la Luz. Utilizaron tres guaguas, una para cada itinerario.

Empezaron con una Jardinera de segunda mano, y construyeron las otras dos, en el taller del villero José Hernández Quevedo “Pepe Quevedo”, para ello compraron dos chasis que reconvirtieron en dos estupendas y cómodas guaguas.

La primera se construyó en el taller de Pepe Quevedo en la calle Juan Padrón. Esta vez se produjo una anécdota que consistió, casi no sale la guagua recién terminada del taller. Les añadieron mas centímetros que el ubicado en la portada principal, sacando el vehículo casi, adjuntado a la misma. El segundo vehículo se construyó en la misma calle pero más arriba, concretamente en los bajos del desaparecido Cine Atlante (fotografía), en donde Pepe compartía su taller de ebanistería - tapicería con el de chapa - pintura de Mesa – Portocarrero.

Eran de color azul brillantes, y las dos fabricadas la recluían por las noches (fuera de servicio) en el salón de los suministros y lavados de mi padre Juan Álvarez Díaz en la calle Calvario, debajo de mi domicilio actual.

Recuerdo que mientras mi hermana Lola cuadraba la caja del día en la oficina, siendo un niño juguetón, me metía en ellas a jugar con el volante y el timbre, que tenían colgando en la parte superior previsto de un largo alambre. Otras noches, aparecía por el salón, un pintor publicista, para colocar la expresión comercial a base de brochas y pinceles en los laterales del vehículo.

Estos primeros vehículos urbanos, operaban con choferes y cobradores (maletas de cueros colgando en sus hombros), cuyo inspector era Miguel Monasterio (el gigante chicharrero, administrador del Hospital de la Santísima Trinidad), dos mecánicos; Manolo García y Balbino San Milán.

Al principio de los sesenta del siglo XX, las guaguas “Calducha” fueron vendidas a Transporte Tenerife, los cuales le cambiaron de color, del azul al verde. Continuaron mucho tiempo con los mismos itinerarios, pero ya no las pernotaban en el salón de casa pues mi padre lo había arrendado.

En cuanto a la fotografía que expongo referente a la fabricación de la segunda guagua, está tomada en los talleres de lo bajo del Atlante. Los conozco a casi todos, pero no recuerdo sus nombres, prefiero que lo descubran ustedes, solo indicarle a maestro Mesa agachado el segundo por la derecha, maestro Vital ultimo agachado de la izquierda. Arriba en el centro; Juan Estévez y Antonio Portocarrero.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

LA CARDUCHA O CALDUCHA

Colección particular, tomada de mi cámara.

 

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, el amigo de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”, remitió entonces (10/11/2020) estas notas que tituló; “LA CARDUCHA O CALDUCHA”: “…La calducha o carducha, guagua urbana del casco antiguo de La Orotava--como bien dice el amigo Bruno-- tenía un trayecto principal Los Poyos- La Piedad. Empezó a funcionar a mediados de la década de los años cincuenta del siglo XX. En mi recordatorio he de relatar algunas anécdotas muy interesantes.

Era tal la novedad y la novelería, que una vez, cuando yo era un jovenzuelo, me pasé toda la tarde de un domingo montado en la guagua calducha, varias veces entre Los Poyos y La Piedad, ida y vuelta por media peseta cada trayecto (0,50 ptas.). Creo recordar que me gasté total y tontamente  la ‘propina’ que me daban mi padre y mi abuelo para pasar los domingos.

En cierta ocasión, otoño de 1954, llegó la primera plaga de cigarrones después de la Guerra Incivil, y al mediodía de un octubre con día muy caluroso del llamado ‘tiempo Sur’, iba yo en la calducha con mi inolvidable  amigo Santiago Estévez (Chago, por cierto: el mejor defensa de su tablero, entonces en  la primera regional tinerfeña de baloncesto);  y al llegar a la parada de la Cruz del Teide, nos asomamos por la ventanilla y vimos…¡ la plaga de langosta o cigarrón africano !, que cubría buena parte de nuestro cielo azul canario.

El precio del trayecto Los Poyos- La Piedad, era de media peseta, pero poco después (abril de 1957) subieron el precio a 0,75 (tres reales), y al poco tiempo, a una peseta por recorrido. Algunos pasajeros cotidianos protestaron tal medida…

Lo que también recuerdo es que La Orotava, como toda ciudad que se precie, tenía sus horas ‘punta’, especialmente cuando los obreros, artesanos, estudiantes, funcionaros  y algún burgués residente en la Villa Arriba y La Piedad, cogían la guagua en la Villa Abajo a la hora del almuerzo. Iba la guagua a esa hora de la una de la tarde, atestada, llena hasta los topes; el cobrador se las veía apurado para ir por el pasillo con estrecheces, cobrando con su bolsa de cuero, y parando en las paradas tirando o halando (jalando) del cordón diríase que umbilical de cuero que recorría toda la guagua por el centro del techo, trabado con argollas corrientes, hasta hacer sonar el timbre.

Pero al  llegar la guagua, llena hasta los topes en esa hora ‘punta’ de la una del mediodía, al llegar, repito, a la empinada cuesta del final de la calle de La Carrera hacia arriba, un poco antes de la Casa de los Balcones, se estrecha la vía, y la dos primeras guaguas, que eran  dos cacharos de segunda mano que fueron el primer patrimonio del empresario trasportista, se las veían y se las deseaban para coronar la empinada cuesta con peligro inminente, frente a la casona de Los Brier, una mansión que había albergado el colegio de Jesuitas un par de siglos antes, cuando fueron expulsados de España, en la Amortización de Mendizábal.

Allí, en esa mansión, estuvo Francisco Franco presente en las Fiestas de La Orotava, como Comandante General de Canarias,  en junio de 1936, un mes antes del Alzamiento Militar, de la Guerra Incivil.  Se habló entonces subrepticiamente de que se perpetró un atentado contra el que luego sería Generalísimo, aunque ese atentado, a mi parecer, no pasó del deseo vehemente de algunos elementos de la extrema izquierda canaria…

Esta fue buena parte de la historia de las primeras carduchas o calduchas, guagua urbana de la Villa de La Orotava. Posteriormente se fue mejorando el servicio, y en la actualidad el trayecto Los Poyos-La Piedad, con extensión hasta la barriada de San Antonio,  es cubierto por la guagua número 372.

Han pasado unos setenta años…Casi nada…” 

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

lunes, 9 de noviembre de 2020

DEOGRACIAS

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro esta fotografía referente a “DEOGRACIAS”. Fundador del Bar – Pensión “EL SUIZO” en la calle García Beltrán de la Villa de La Orotava.

Cerrado al final de los cuarenta del siglo XX, el laureado Hotel Suizo que regentaba don Nazario García, instalado en las calles orotavenses; Calvario, García Beltrán y Juan Padrón. El inmueble que ubicaba el Hotel, pasó a sus legítimos dueños; hermanos Fuentes. Que acordaron distribuirse la propiedad del mismo. La esquina con la calle el Calvario les tocó a don Pedro y su hermana doña Siriaca Fuentes. Y la parte de abajo esquina con la calle Juan Padrón, le tocó a su hermano don Isidro Fuentes. Este se la arrendó con opción a compra a un tal “Deogracias”· (fotografía, primero por la izquierda), montando en esa mitad del inmueble, la Pensión – Bar “El Suizo”.

Al principio de los cincuenta del siglo XX, “Deogracias” se lo traspasó en las mismas condiciones jurídicas a don Francisco Polo Verdugos (don Paco), que se hizo suya la mencionada pequeña hostelería.

La panorámica tomada en el entonces recién creado Bar El Suizo; de izquierda a derecha: Deogracias, desconozco la identidad del muchacho, mi abuelo José Álvarez Luque natural de Antequera provincia de Málaga, compañero de don Paco Polo Verdugos, vinieron juntos en la quinta del año uno, con el batallón de Málaga borbónico al acuartelamiento de San Agustín de la Villa. Y el ultimo de la derecha el convecino don Manuel Fariña Hernández.

Sobre ese personaje que se le conoció por Deogracias, no tengo conocimientos de él. Me contaron que emigró a Venezuela, y que a su regreso a la Villa de la Orotava, estuvo internado en el geriátrico de Santa Rita del Puerto de la Cruz.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

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sábado, 7 de noviembre de 2020

EL COLEGIO PÚBLICO LA CONCEPCION DE LA VILLA DE LA OROTAVA.

En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero.

La amiga de la Villa de La Orotava: CARMEN ROSA MARTIN DELGADO remitió entonces esta fotografía referentes a una unidad de féminas del laureado Colegio Público de Nuestra Señora de la Concepción de la Villa.

El Colegio público de La Concepción es el primer colegio público de la Villa de La Orotava (supuestamente del Valle de la Orotava, lo sea también), su comienzo se desarrolló en categoría de Graduadas en la parte baja de la Casa Consistorial.

Al principio de la década de los sesenta, se le construyó por parte de la empresa Álvarez Armas el nuevo inmueble conjuntamente con las viviendas de los maestros (por la empresa Ángel García), en las traseras del ex convento dominico de monjas catalinas y dominicas (Recova y Cárcel estuviera en ese mismo término).

 Panorámica tomada en el patio central del entonces nuevo centro docente en la Calle Viera - Magistrado Barrera (antigua Paloma).

Muchas caras conocidas, en el centro el recordado maestro: don Eulogio Borges Coello de Taganana que fue director, concejal, presidente de la Banda de Música de la Agrupación Musical Orotava y de la Sociedad Cultural Liceo Taoro.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

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viernes, 6 de noviembre de 2020

MATEO EL DE LAS GASEOSAS


 En estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho atómico mortífero, revolviendo las cajas de mí casa, me encuentro esta fotografía referente al inolvidable y recordado MATEO EL DE LAS GASEOSAS.

Don Mateo Cruz, un orotavense bajito gordito, de buen humor y excelente persona, fue durante décadas conductor del pequeño camión marca FORD de bigote (actualmente lo tiene conservado el amigo ebanista José Álvarez “Capocha”, Candelaria el Lomo), de la firma industrial de la Villa de La Orotava “LAS GASEOSAS”, con domicilio en la calle La Carrera, con anterioridad en la calle Cantillo.

Una empresa que producía, hielos (para neveras hechas por artesanos de la Villa, en madera cubierta de hojalata), gaseosas y sifones de los del grifo antiguo de tantos recuerdos que contenían la siempre sabrosa agua con gas.

Las gaseosas, EL DRAGO era regentada por la familia de la Villa Señores “Padrón”.

Mateo con ese camioncito de color rojo (encarnado), repartía por todas las calles de la Villa y por los barrios, los productos de la mencionada firma, le acompañaban dos productores para carga y descarga.

El camión Ford Bigote, tenía una romántica y sonora bocina, forma de trompa, con una pera de goma, que a su tocar le suministraba el aire necesario para su sonoridad.

Siempre llamaba la atención a todos aquellos que disfrutaban de oírles.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL