UN LUGAR IRREPETIBLE

El amigo de la villa de la Orotava: RUPERTO HERNÁNDEZ RODRÍGUEZ remitió entonces (26/01/2021) esta fotografía referente al Bar Parada en su segunda etapa.

Un lugar irrepetible, que fue el inolvidable Bar Parada, en su segunda etapa (inmueble), puesto que sus tertulias de toda ídolo, sus campeonatos de dominó, su exquisito café, así como su sabroseada ensaladilla anexa al atún especial, fueron emblemas gastronómicos sin cocina especial que en varias décadas se requirió como el principal lugar de encuentro en la Villa.

El principio en la primera etapa, en la original marquesina para una parada, empezó con el nombre de Bar Buenos Aires, que con el tiempo quedarse con la denominación del Bar Parada.

La historia empezó el 14 de noviembre del año 1927, el orotavense don Balbino  Pérez Estévez, solicita autorización al Obispado de Tenerife para “apoyar una edificación contra el muro de la parte baja del templo de San Agustín”, del antiguo convento agustino de Nuestra Señora de Gracia.

El día 15 de noviembre del año 1955 los herederos de don Balbino Pérez González, con domicilio en Calle Calvario, número 47 de la Villa, solicitan al Ayuntamiento copia del acuerdo municipal de fecha del 26 de abril de 1929, sobre las condiciones para la construcción del Café.

Entonces cuando se produce lo que remitió el amigo de la infancia en la calle El Calvario; Isidoro Sánchez García, la sociedad de los tres socios traspasan el Café primero al señor don Aurelio y Familia, procedentes de Soria y posteriormente al señor don Domingo Mora y Familia, procedentes del Sur de Tenerife.

Liquidada la concesión administrativa de don Balbino Pérez Estévez, en los documentos del Archivo Municipal de La Orotava, aparece un nuevo concesionario correspondiente a la familia de “los Mora”, Domingo y Sergio y Toño, que comenzaron a regentar el nuevo Bar Parada escaso tiempo antes que el ayuntamiento presidido por don José Estévez Méndez ordenase derribar el viejo y primitivo edificio (según planos del año 1927).

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABREU

PROFESOR MERCANTIL

DON ALEJANDRO GARCÍA EL TAXISTA DE LOS POBRES

El amigo de la Villa de La Orotava, el musicólogo; ALEJANDRO GARCÍA HERNÁNDEZ, remitió entonces (22/01/2021), estas notas y fotografías dedicadas a su padre: DON ALEJANDRO GARCÍA que falleció hace treinta años.

Notables notas que a titulo de anécdotas, las cuentas para efemérides: “…en la parte alta de la Orotava lo conocían como el taxista de los pobres, ya que venían a tocarle por la ventana de la habitación para que se levantara para llevarlos, algunas veces se acostaba a las 24 horas  y a las 2 horas de la madrugada, venían a llamarlo.

Me acuerdo; lo llamaban Alejandro mira que tengo que llevar a la partera Antoñita, mi mujer va a dar a luz y mi padre se levantaba sin rechistar y después cuando venia sin cobrar nada, porque el cliente le pago a Antoñita y se quedo sin dinero y al día siguiente venían con un saquito de papas.

Así muchas veces, venían de camino Chana, de Cañeño de Pino Alto.

Cuando eso no estaba asfaltado el camino y era el único que metía el coche por esa vía.

En fin si me pongo a contarte no termino, era un hombre bueno de nacimiento.

En la iglesia, en la hermandad del santísimo lo llamaban Ángel porque lo era…”

Don Alejandro García para que el lector se haga una idea, es el abuelo materno de Francisco Linares García Alcalde de la Villa de La Orotava.

Le conocí desde mi infancia, puesto que en su condición de taxista de la parada de Arriba (que la conocíamos por “TAXISTAS PIRATAS”) cogía la gasolina en casa de mi padre Juan Álvarez Díaz.

Frecuentaba todos los domingos, la misa mayor de las once y media en el templo parroquial y Matriz de Nuestra Señora de la Concepción.

Me cuentan que antes de ser taxista, trabajó para la familia “ASCANIO – MONTEVERDE”, en la Mansión que hoy la habita la Sociedad Cultural Liceo de Taoro, en la plaza de la Constitución.

Estuvo un tiempo en Venezuela, en el viaje escribió con su magnífica caligrafía un diario que guarda cariñosamente su nieto.

Vivió en la avenida de Sor Soledad Cobián en una casa que aún se conserva (residida últimamente por la familia Reyes – González) que le delegó la familia “ASCANIO - MONTEVERDE”.

Posteriormente se fue a vivir a la histórica calle Rodapalla, en donde fijó su domicilio hasta su fallecimiento, en la actualidad la reside su hijo Alejandro.

Recuerdo coincidir en los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Tenerife, en la orotavense Sala de Teobaldo Power, en las salidas me comentaba que le gustaba que la Orquesta interpretara Zarzuelas, puesto que el género lirico español era su devoción musical.

Para finalizar este artículo que le dedico a don Alejandro García, su hijo Alejandro García Hernández, me lo remata históricamente con estas notas: “..Bruno buenas tardes ante todo un saludo, te voy a dar la fecha de nacimiento de mi padre; 26 de febrero de 1905 y murió el 29 de junio de 1992.

Nació en SAN PABLO LA OROTAVA, y trabajó de chófer de don Tomás Ascanio y doña Catalina Monteverde, ya que su madre mi abuela trabajaba de sirvienta en la casa por solo la comida.

Empezó a trabajar con 14 años de chófer, con un permiso del capitán general, antes era así.

El coche que condujo fue un FORD DE VIGOTES TF 404 de matrícula, vivíamos en la carretera LOS CUARTOS, la casa se la hizo don Tomás para mi padre pero le decía; Alejandro vamos al notario para ponerte la casa a tu nombre, y mi padre le indicaba, si un día iremos, se murió don Tomás y se quedó con la casa su señora doña Catalina, entonces mi padre no podía vivir con lo que le pagaba esa Señora y le dijo que buscara otro chófer.

Nos echó a la calle. Fuimos a vivir casa mi abuelo Ananías a la Villa Arriba dos años.

Después reparamos la casa donde vivimos que era de mi abuela la madre de mi padre.

Gracias a ella, que previno comprar esa casita de 180 metros cuadrados que después de todo lo que le hecho es una maravilla, cuando vengas un día la veras, amigo Bruno esta es la historia de mi padre un hombre sin mala idea un abrazo…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

EXCURSIÓN A ALGUNAS INDUSTRIAS DE TENERIFE.

Fotografía de los estudios del recordado portuense Marco Bello Baeza (Q.E.P.D.)

 

Esta fotografía que colgó en el Facebook y que compartí con la amiga del Puerto de la Cruz Carmen Virginia Hernández.

Según el también amigo portuense Domingo H. Torres, corresponde a alumnos de segunda enseñanza, del aula de Don Domingo Pérez Betancourt.

Tomada  por fuera de una envasadora de aceite en Los Rodeos. En donde aparecen entre otros: Manolo Santaella, Caridad, Nievitas, Graciana, Carmita Méndez, Armando, Jordán, etc.

Don  Domingo Pérez Betancourt (licenciado en Ciencias Químicas por la universidad de la Laguna), natural de la Villa de la Orotava, dedico toda su vida profesional a la enseñanza, así como regentó su propia industria de refrescos y hielos que se conoció con el nombre de ANDOMI, puesto que estaba integrada por tres socios: Antonio, Domingo y Miguel.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

 

ADELINA

Adelina Hernández Rodríguez nació en la Villa de La Orotava en el año 1931, Y falleció en la misma Villa a los 89 años de edad el día 17 de enero del 2021.

Vecina de mi barrio “El Llano”, en la parte norte de la Plaza de Franchi Alfaro concretamente en la calle Nicandro González Borges – Verde.

Una señora elegante, natural, esplendida, comunicadora, de corazón extraordinario. Que siendo un niño me llamaba la atención en verla atosigarse por la Villa, siempre con calzados de tacón selectos y un perfil de señora resplandeciente. Como la vemos en la fotografía en la que tenía 37 años.

Junto a su hermana Lala, tenían una escuelita de parvulito en su casa, donde muchos de sus alumnos, posteriormente se integraron en los orotavenses colegios: San Isidro, Santo Tomás y La Milagrosa.

En la década de los cuarenta del siglo XX, jugó al Baloncesto en el primer equipo femenino de la Villa de La Orotava en el Campo Tenis de la Torrita, en el CB. UD. Orotava Femenino (entrenado por don Diego Negrín), .

A raíz de formarse el UD. Orotava (1944), surgido de la unión de los futboleros equipos de la Villa; Victoria, San Pablo y CF. Orotava. El recordado alfombrista, director del monumental tapiz de la plaza del Ayuntamiento don Pedro Hernández Méndez presidió dicho club que dotó a sus conjuntos complementarios (masculino y femenino) en el baloncesto.

Adelina toda su vida se dedico a arreglo de uñas, en domicilios particulares y en su propio hogar, recuerdo la amistad que tenia y compartió con el matrimonio Manolo Santos (mecánico de Izaña) y su señora Lola. Así como con muchísimas amigas y amigos de toda clases de sociedad y profesión.

Adelina ya está en la casa del padre, con sus progenitores y hermanos; Lala y Tomás, descansa en paz en el paraíso eterno de la esperanza y misericordia.

Un abrazo amiga y convecina.

Hasta siempre.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTI

 

MEDIO SIGLO DE UN FESTIVAL EN LA MEMORIA

Fotografía compartida propiedad de puertodelacruz.com DIARIO DIGITAL INDEPENDIENTE.

 

El amigo de la Villa de La Orotava JAVIER LIMA ESTÉVEZ. HISTORIADOR. Remitió entonces (20/01/2021) estas notas que tituló; “MEDIO SIGLO DE UN FESTIVAL EN LA MEMORIA”. Publicado en el matutino “EL DÍA”, 18 de enero del 2021: “…Era el año 1971 y la ciudad turística de Puerto de la Cruz se preparaba para el VI Festival Internacional de la Canción del Atlántico. La edición tendría lugar durante los días 20, 21 y 22 de mayo, siendo un evento en el que TVE realizaría un gran despliegue de medios para lograr transmitir en directo a toda España aquellas frenéticas jornadas.

Dos populares rostros televisivos, Raúl Matas e Isabel Bauzá, se encargaron de presentar las tres sesiones. El cartel para su promoción y difusión siguió el diseño de Lorenzo García Micó. La imagen, de gran representatividad, incluía la figura del Teide, las banderas de seis países, un sol sonriente, el peñón portuense, el escudo de la ciudad y unas letras en el interior de un pentagrama que simbolizaban un lema de la isla: Seguro de Sol. La dirección de la orquesta recaería de nuevo en las manos del maestro Rafael Ibarbia.

El público llenó por completo el Parque de San Francisco durante la primera noche, generándose una gran demanda de localidades desde diversos puntos de la isla e, incluso, otros rincones del archipiélago. Al precio de 4 pesetas, el periódico La Tarde, bajo la dirección de Víctor Zurita Soler, anunciaba en su edición del 21 de mayo de 1971 el éxito y la consolidación del festival que representaba una cita obligada en el calendario anual de certámenes para los amantes de la música. Durante la que fue la última sesión se llegaron incluso a agotar -por primera vez en su historia- las entradas desde el primer día. Esa segunda jornada tendría su inicio a las 21:15 de la noche con un ambiente de lleno absoluto. Sorprendió a los asistentes la actuación de Camilo Sesto, interpretando un tema de Juan Pardo. También sería importante reseñar de esa noche la interpretación de Tony Ronald, Daniel Tomey y el trío “The Flirtations” con su tema Oh mia Bamba 

. Por su parte, Miguel Ríos, uno de los cantantes españoles más reconocidos en aquellos momentos en el panorama internacional, ofreció un interesante repertorio en el que no faltó su discutida versión del Himno a la alegría de Beethoven.

Durante la noche del 22 de mayo de 1971, a partir de las 22:30, se celebró un espectáculo donde el verdadero protagonista sería el holandés Tony Ronald. Medios de comunicación como la Televisión Española en Canarias se encargaron de difundir desde las   12:15   algunas   imágenes   relacionadas   con   la   final,   realizando   entrevistas   a celebridades presentes como Rita Pavone y su marido (y, a la vez, manager), Teddy Reno, Mari Trini y Rafael Ibarbia. Al igual que las noches anteriores, se congregaron primeras autoridades tinerfeñas y numerosos invitados. Diez canciones de gran nivel con representación de diferentes países se congregaron ante un espectáculo que se prolongaría durante más de tres horas.

El jurado, decidió conceder el primer premio a la canción que daría la vuelta al mundo con traducción a varios idiomas llamada Help (Get me some help), entregando a su autor el Peñón de Oro y 100.000 pesetas por la canción, así como el Peñón de Oro a su intérprete, Tony Ronald. El galardón sería entregado por el alcalde, Felipe Machado González de Chaves. El segundo premio estaría compuesto por el Peñón de Plata y 60.000 pesetas para la canción “Je ne peux le rayer”, de Francia, así como el Peñón de Plata para su autor e intérprete, Daniel Tomey. Finalmente, tal y como aseguraban muchos críticos, la actuación del popular Camilo Sesto mereció obtener uno de los grandes premios, logrando el tercer premio, Peñón de Bronce y 35.000 pesetas para Juan Pardo, compositor de la canción, y Peñón de Bronce para su intérprete en tal festival, Camilo Sesto.

Un certamen que, a cincuenta años de su final, nos aproxima a los lejanos ecos de un esplendor musical que impulsó y proyectó el nombre de la ciudad turística teniendo la canción de Tony Ronald una repercusión internacional…”

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

OPERARIOS DE LA RESTAURACIÓN EN EL TIEMPO

 

Rastreando archivos en mi casa en estos tiempos de pandemia, sobreviviendo a ese bicho indivisible mortífero. Me encuentro esta extraordinaria fotografía, referente a OPERARIOS DE LA RESTAURACIÓN EN EL TIEMPO.

Precisamente la panorámica hace referencia a un grupo de operarios;  empleados, simpatizantes y clientes del recordado e inolvidable: Restaurante – Hostal “LA ACADEMIA” de la Villa de La Orotava.

Tomada supuestamente en la inauguración de la recordada institución privada en la reciente construida e inaugurada Avenida de “José Antonio”, actualmente “Avenida Canaria”. Pero se da la curiosidad que en la base de la fotografía, observamos un portal de doble puertas, de estilo interior señorial - canario. Por lo que nos hace pensar en una boda de alta sociedad de la Villa, celebrada en alguna mansión notable en la que se requirió al personal de la restauración de “La Academia”, para prestar sus servicios.

En el centro de la panorámica aparece don Ricardo conocido por “El Aguacil”, junto a él (por detrás), Toribio Quintero Santos. En la derecha de pie; los primos: Paco Quintero Santos y Víctor Santos. Agachado por la izquierda; Domingo Postocarrero (conserje que fue del monumental tapiz de la plaza del ayuntamiento y del instituto de enseñanzas media La Torrita) y Felipe González Abréu (Cocinero del Colegio de San Isidro y del Bar Tapia.). Los demás no les conozco ni los identifico.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

HASTA SIEMPRE JOSÉ MANUEL

FOTOGRAFÍA 1:

Amigos orotavenses en playa de Martiánez del Puerto de la Cruz. De izquierda  a derecha: Eulogio Borges González de Chaves, Clemente Méndez Jiménez, Diego Juan Álvarez de la Peña, JOSÉ MANUEL CELORRIO GONZÁLEZ DE CHAVES, y Manolo Arbelo.

FOTOGRAFIA 2:

JOSÉ MANUEL CELORRIO GONZÁLEZ DE CHAVES.

 

El amigo de la Villa de La Orotava; Evaristo Fuentes Melián “Espectador”, me comunica que en estos días pasados del mes de enero del 2021, falleció el amigo y compañero suyo de colegio y profesión: JOSÉ MANUEL CELORRIO GONZÁLEZ DE CHAVES.

José Manuel estudió en el Colegio de San Isidro de la Villa de la Orotava, y Aparejador en la politécnica de la Laguna.,

Ejerció hasta su jubilación de Aparejador funcionario de Obras Públicas. Nació en la Villa de La Orotava en Farrobo en la calle Fernando Fuentes, frente al histórico balcón de las Calaveras de la zona norte del templo parroquial de San Juan Bautista, esquina calle León - Tostones. Residía en Santa Cruz de Tenerife y en su finca de San Juan Guía Isora.

Hijo menor del matrimonio de la Villa de La Orotava: Usicio Celorrio y María González de Chaves y González de Chaves; que tuvieron tres hijos; Usicio (Licenciado en Ciencias Químicas), Antonio Licenciado en Derecho) y José Manuel (Aparejador).

Contrajo matrimonio en la Villa de La Orotava con la amiga y convecina Sara Dorta Reyes “Sarita”.

A José Manuel le conocí en la romería de San Isidro de la Villa de La Orotava del año 1961, donde compartimos carretas. Entonces ya pretendía a la amiga Sarita. A la sazón hicimos amistad, siempre coincidíamos en los partidos de baloncesto de la plaza de Franchi Alfaro. Y alguna y otra vez nos encontrábamos en la calle Castillo de la capital tinerfeña.

José Manuel, descansa en paz en el paraíso eterno de la esperanza y misericordia.

Un abrazo amigo hasta siempre.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL