El
amigo de la Villa de La Orotava; DOMINGO EDUARDO HERNÁNDEZ Y HERNÁNDEZ, remitió
entonces (07/02/2017) esta fotografía, en la que reseña lo que los Reyes de la
Villa de Arriba, dejaban en los zapatos de todos los niños en aquellos tiempos.
Nunca
le faltó nada a nadie, a pesar de aquellos tiempos idos, donde los Reyes
cabalgaban muy poco. Pero al amigo Domingo Eduardo ese día despertó con una
ilusión de la niñez, que gozaba en las numerosas películas de las llamadas del
Oeste, elaboradas en el clásico cine - Hollywood americano y expuestas en las
inolvidables salas orotavenses.
Unas
pistolas previstas de aquellos mistos – balas ruidosas de parodias - juguetonas y cintos a su medida infantil e
imaginaria, fueron el regalo de aquel seis de enero del año 1961.
Así lo
demuestra esta deliciosa panorámica tomada en la terraza rodeada de masetas y
flores de su casa en la Villa de Arriba.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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