Es una de las imágenes
marianas más antiguas de canarias, y la segunda advocación más antigua del
archipiélago, tras la Virgen de Candelaria (Patrona de Canaria) en la isla de
Tenerife. Ya que la Virgen de las Nieves llegó a ser venerada por los antiguos Benahoritas
(aborígenes palmeros). Se dice que el rey aborigen Bentacayse fue llevado por
las Misiones Cristianas (que intentaban evangelizar la isla) a donde sus antepasados
habían depositado la imagen de la virgen, por la que sentía íntima devoción. El
rey Bentacayse le dio gracias a la virgen y exclamó: "Tener Ife" (que
en guanche significa monte blanco, de la misma raíz surge el nombre “Tenerife” "),
y desde entonces la virgen (hasta ese momento llamada Santa María de La Palma)
es invocada como "Nuestra Señora la Virgen de las Nieves.
La imagen de Nuestra
Señora de las Nieves es una escultura modelada en terracota y policromada, de
estilo románico tardío en transición al gótico, que se sitúa cronológicamente a
finales del siglo XIV, sobrevestida con ricas telas (túnica roja, manto azul y
orla dorada) y aderezada con cuantiosas joyas a partir del siglo XVI.
Mide 82 centímetros de
altura y se trata, de una de las efigies marianas de mayor antigüedad del
Archipiélago Canario, aunque según algunos autores es la más antigua talla
mariana que se conserva en la actualidad en el archipiélago. Su tesoro y su
joyero se estiman entre los más valiosos, abundantes y en continuo incremento,
debido a la fe y la generosidad de sus feligreses. La imagen se encuentra
entronizada en el Real Santuario Insular de Nuestra Señora de Las Nieves
situado en los altos del municipio de Santa Cruz de La Palma en una zona de monte y
entorno natural.
La presencia de
Nuestra Señora de las Nieves en La Palma está envuelta en la leyenda. La Bula
del Papa Martín V, fechada en Roma 20 de Noviembre de 1423, hace mención a "Santa
María de la Palma" y su llegada a la isla se asienta sobre las
hipótesis de algunos cronistas, que se refieren a viajes de frailes irlandeses,
navegantes del Mediterráneo, o incursiones de los normandos asentados en las
islas orientales desde comienzos del siglo XV.
La talla posee una
extraña inscripción grabada en su espalda o dorso de terracota. Un enigmático y
célebre epígrafe: "ASIETA" o "ASYETA",
conocido como el acrónimo de "Alma Santa Inmaculada en Tedote
Aparecida". Aunque la inscripción también se la ha traducido como "Alma
Santa Inmaculada En quien Tenemos Amparo".
La imagen tiene signos
de roturas en las manos y en el niño original, sin embargo esto no es
perceptible puesto que es una talla que se la reviste con ricos mantos y
adornos desde por lo menos 1534. La imagen de las Nieves se encuentra envuelta
en una "percha triangular de corte barroco". Las manos y el
niño que se observan son postizos, quedando así su iconografía configurada
hasta la actualidad.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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