Aniversario
de su fallecimiento. Carlos Rodríguez y Rodríguez fue el segundo presidente del
CB. San Isidro de la Villa de la Orotava, cuando el club se denominaba CB. AA.
AA. Salesiano Mayaba. Fue precisamente durante su presidencia cuando se le
cambió la denominación al club.
Temporada
1974 – 1975, su junta directiva, acuerda por unanimidad dar de baja en la federación tinerfeña al equipo
sénior, nunca supe las causas.
El club
que se había fundado en el mes de septiembre del año 1967, solo se quedó con el
Junior y Juveniles. Hasta la siguiente temporada (1975 – 1976).
Fue
entonces cuando el CB. Puerto Cruz le cedió la plaza sénior a la que había
pertenecido, por su retirada de la competición.
A
partir de ahí el club tuvo que cambiar de denominación, a llamarse CB. San
Isidro, pues se tenía que endosar un patronímico que tuviese relación con el
Colegio de San Isidro de la Villa, donde jugaba y utilizaba sus instalaciones y
tenía su sede.
Carlos
Rodríguez y Rodríguez nació en el Puerto de la Cruz en el año 1941, y falleció
en el Hospital Universitario de Tenerife, el día 2 de enero del 2017, a los 76
años de edad.
Trabajó
de administrativo en la recordada empresa comercial portuense de don Ruperto
Peña en la esquina de las calles Luis de la Cruz y San Juan.
Casó en
la Villa de La Orotava con la orotavense Coral Sálamo Padrón, de cuyo
matrimonio tuvieron cinco hijos; cuatro varones y una hembra: Carlos Vicente, Pedro
Ángel, Francisco Javier, María de la Fuensanta y Enrique Nicolás Rodríguez
Sálamo.
Su
afición por la música coral era evidente. Perteneció a las corales; de la Orotava (Los
Pirandones) y Liceo de Taoro.
Presidente
del Club Baloncesto AA. AA. Salesianos Mayaba de la Villa de La Orotava (actual
CB San Isidro), durante las temporadas; 1974 -1975 y 1975 – 1976.
Un
hombre serio, servicial, trabajador, le conocí cuando se vino a vivir a la
Villa de La Orotava. En la vida hablé muy poco con él, vivió un tiempo cerca de
mi casa en la histórica calle El Calvario de la Villa, y cuando hablábamos, lo
hacíamos del baloncesto y alguna que otra vez del canto coral. Al final de su
vida vivió en el sur de Tenerife.
Ahora
en el paraíso sempiterno, disfrutando del merecido descanso, de la esperanza y
de la eternidad.
Un
abrazo Carlos hasta siempre.
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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