Fotografía y
texto del libro Los Salesianos en La Orotava (1948 – 1998), de DON GUILLERMO
NAVARRO GONZÁLEZ.
En Septiembre
de 1954 el salesiano Don Pacífico Medina Sevillano escribía la siguiente
carta-circular: “…El Colegio
Salesiano de "San Isidro" en La Orotava abre sus puertas a todos los
estudiantes de Canarias inaugurando el próximo Octubre el Internado. El deseo
de dar satisfacción a las reiteradas peticiones que se nos viene haciendo
dentro y fuera de Tenerife, nos ha movido a iniciar esta nueva etapa del
colegio que en seis años de vida se ha acreditado sólidamente en este
incomparable Valle de La Orotava, cuya situación y clima le hacen
singularmente apto para el internado. Las reformas que necesariamente
hemos de hacer en el edificio, nos obligan a admitir un número limitadísimo de
alumnos. Solamente admitiremos, por riguroso orden de solicitud, alumnos
de Ingreso, Primero y Segundo de Bachillerato…".
Las crónicas
reseñan el nombre del primer interno que se llamaba Jesús Baixas
Peropadre. Recuerdo ver caer al amigo Jesús Baixas por las escaleras del patio
central del colegio. Jesús estuvo interno, debido a que su padre que era un
gran artista de la pintura y el óleo, se tuvo que ausentar de la Orotava, por
motivos de su trabajo, y ya no podía llevar consigo a su hijo. Recuerdo que
ellos vivían en la Fonda – Hotel Victoria en la calle de San Agustín que
entonces regentaba don Eulogio Méndez Dorta. Jesús jugó al fútbol de portero en
el infantil Plus Ultra.
El internado
se irá completando en años sucesivos, según se iba adaptando el colegio con
nuevos dormitorios y servicios higiénicos y esto se consiguió con la
preparación del sótano con lo que se consiguió una nueva planta.
Don Pacífico
vio la necesidad de abrir el colegio a los chicos de los pueblos y de las islas
menores que no tenían medios para estudiar un bachillerato que les abriese las
puertas de la universidad.
Entonces sólo
había en la isla de Tenerife dos Institutos de Enseñanza Media, uno en Santa
Cruz y otro en La Laguna que hacían prohibitivo el estudio del bachillerato a
los chicos de los pueblos e islas menores. El internado salvó en parte este
bache en la década de los cincuenta y sesenta hasta que se prodigaron los
Institutos de Enseñanza Media en casi todos los pueblos importantes del norte y
sur de la isla haciendo innecesario la existencia del internado. Hoy solamente
en el Valle de La Orotava hay cuatro Institutos de Enseñanza Media, amén de los
de Formación Profesional.
Por el
internado pasaron alumnos de Icod, Los Silos, Buenavista, Granadilla e incluso
La Palma, Gomera y el Hierro. Los alumnos de los pueblos cercanos como Santa
Úrsula, La Victoria, La Matanza, Los Realejos y Puerto de la Cruz asistían como
externos con gran sacrificio y la incomodidad de los viajes en guagua.
Algunos traían su comida y otros comían en el colegio como mediopensionistas.
El primer año
del internado se habilitó como dormitorio el salón de la primera planta que
dejó libre la capilla cuando bajó a la planta principal.
Cuando Don Pacífico limpió el sótano en la fachada de Levante se habilitó la cocina y los comedores de la comunidad y de los internos, ocupando su lugar en la planta alta el segundo dormitorio y los baños y duchas. Así el edificio que nos legara Don Nicandro González aumentaba su capacidad y se ocupaba al completo. La preparación del semisótano supuso un gran ensanche y posibilitó la existencia del internado.
Cuando Don Pacífico limpió el sótano en la fachada de Levante se habilitó la cocina y los comedores de la comunidad y de los internos, ocupando su lugar en la planta alta el segundo dormitorio y los baños y duchas. Así el edificio que nos legara Don Nicandro González aumentaba su capacidad y se ocupaba al completo. La preparación del semisótano supuso un gran ensanche y posibilitó la existencia del internado.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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