jueves, 4 de enero de 2018

EL INTERNADO DEL COLEGIO DE SAN ISIDRO DE LA VILLA DE LA OROTAVA EN EL RECUERDO



Fotografía y texto del libro Los Salesianos en La Orotava (1948 – 1998), de DON GUILLERMO NAVARRO GONZÁLEZ.

En Septiembre de 1954 el salesiano Don Pacífico Medina Sevillano escribía la siguiente carta-circular: “…El Colegio Salesiano de "San Isidro" en La Orotava abre sus puertas a todos los estudiantes de Canarias inaugurando el próximo Octubre el Internado. El deseo de dar satisfacción a las reiteradas peticiones que se nos viene haciendo dentro y fuera de Tenerife, nos ha movido a iniciar  esta nueva etapa del colegio que en seis años de vida se ha acreditado sólidamente en este incomparable Valle de La Orotava, cuya situación y  clima le hacen singularmente apto para el internado. Las reformas que  necesariamente hemos de hacer en el edificio, nos obligan a admitir un número limitadísimo de alumnos. Solamente admitiremos, por riguroso  orden de solicitud, alumnos de Ingreso, Primero y Segundo de Bachillerato…".
Las crónicas reseñan el nombre del primer interno que se llamaba  Jesús Baixas Peropadre. Recuerdo ver caer al amigo Jesús Baixas por las escaleras del patio central del colegio. Jesús estuvo interno, debido a que su padre que era un gran artista de la pintura y el óleo, se tuvo que ausentar de la Orotava, por motivos de su trabajo, y ya no podía llevar consigo a su hijo. Recuerdo que ellos vivían en la Fonda – Hotel Victoria en la calle de San Agustín que entonces regentaba don Eulogio Méndez Dorta. Jesús jugó al fútbol de portero en el infantil Plus Ultra.
El internado se irá completando en años sucesivos, según se iba adaptando el colegio con nuevos dormitorios y servicios higiénicos y esto se consiguió con la preparación del sótano con lo que se consiguió una nueva planta.
Don Pacífico vio la necesidad de abrir el colegio a los chicos de los pueblos y de las islas menores que no tenían medios para estudiar un bachillerato que les abriese las puertas de la universidad.
Entonces sólo había en la isla de Tenerife dos Institutos de Enseñanza Media, uno en Santa Cruz y otro en La Laguna que hacían prohibitivo el estudio del bachillerato a los chicos de los pueblos e islas menores. El internado salvó en parte este bache en la década de los cincuenta y sesenta hasta que se  prodigaron los Institutos de Enseñanza Media en casi todos los pueblos importantes del norte y sur de la isla haciendo innecesario la existencia del internado. Hoy solamente en el Valle de La Orotava hay cuatro Institutos de Enseñanza Media, amén de los de Formación Profesional.
Por el internado pasaron alumnos de Icod, Los Silos, Buenavista, Granadilla e incluso La Palma, Gomera y el Hierro. Los alumnos de los pueblos cercanos como Santa Úrsula, La Victoria, La Matanza, Los Realejos y Puerto de la Cruz asistían como externos con gran sacrificio y la incomodidad  de los viajes en guagua. Algunos traían su comida y otros comían en el colegio como mediopensionistas.
El primer año del internado se habilitó como dormitorio el salón de la primera planta que dejó libre la capilla cuando bajó a la planta principal.
Cuando Don Pacífico limpió el sótano en la fachada de Levante se habilitó la cocina y los comedores de la comunidad y de los internos, ocupando su lugar en la planta alta el segundo dormitorio y los baños y duchas. Así el edificio que nos legara Don Nicandro González aumentaba su capacidad y se ocupaba al completo. La preparación del semisótano supuso un gran ensanche y posibilitó la existencia del internado.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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