Aniversario de su fallecimiento. Perder a un amigo de la infancia es uno de
las experiencias más dolorosas que una persona debe afrontar en la vida. Todos
en algún momento sufrimos la pérdida de un amigo y nos resulta difícil aceptar
que esa persona, con quien compartimos tantos momentos y a quien confiamos
tantas cosas, ya no estará más en nuestra vida.
Aunque la muerte de un amigo nos entristezca el alma y nos deje un inmenso
vacío debemos seguir adelante y recordarlo siempre con alegría. Una forma de
aceptar la pérdida de un ser querido es despidiéndonos de él y decirle a los
demás lo buen amigo que fue y la falta que nos hará.
En un paseo que realicé la mañana oscura del día primero de este difícil
año que se nos avecina 2013, una mañana que al salir de casa vi el padre Teide
coronado de nubes negras, un día frio y gris, me dispongo a dar una vuelta
hasta la plaza del Ayuntamiento, visitar el Belén instalado allí, y regresar
por las calles de San Agustín, Avenida Canarias, al llegar a la
Avenida de Emilio Luque Moreno, me encuentro con el amigo Manolito Bello,
comunicándome la triste noticia, del la ida al infinito de otro gran amigo de
la infancia Félix Domínguez.
Félix, había nacido en la Villa de La Orotava en el año 1948, en el Llano
de San Sebastián en la desaparecida ciudadela propiedad de la familia “Los
Ascanio”, en la esquina frente al surtidor de gasolina de mi padre Juan Álvarez
Díaz por encima de casa de mis abuelos José y Engracia. Actualmente
reconvertida en un fantástico geriátrico.
Jugamos mucho en la plaza de Franchi Alfaro, al fútbol, al baloncesto e
incluso a guerra de pistoleros con pistolas de aquellas que nos dejaban los
Reyes de antaño.
Estudió el bachillerato en el Colegio de San Isidro (salesianos) de la
Villa de La Orotava, cerca de nuestras casas, era dos años mayor que yo, y
cursaba dos cursos por encima, recuerdo que con él estudiaban, la promoción que
en el año 2015, cumplen las Bodas de Oro, la promoción del Colegio de San
Isidro de La Villa de La Orotava, que se graduaron en el Bachillerato Superior
en el Curso 1964 – 1965.
Una promoción integrada por los siguientes alumnos (entre internos y
externos); de la Rama de Ciencias: Sebastián Cruz Hernández, Antonio
Cúllen Salazar (fallecido), Jesús Manuel Díaz Hernández, José Ángel Dorta Díaz,
Salvador García Díaz, Domingo García Pérez, Agrícola González Álvarez, Sixto
González Álvarez, Alejandro González de Chaves y Díaz, Jesús González de Chaves
y Pérez (Corvo), Andrés Vidal González del Rosario, Felipe Hernández González,
Juan Carmelo Hernández González, Pedro León González, Juan Antonio Melchor
Yumar, Salvador Oliva Cruz (Tito – fallecido), Pedro Eustaquio Pérez García
(Chicho), Pedro Quintana Arencibia, José Félix Sáenz Fernández, Felipe Suñer
Machado, Baiza Peropadre y José Bello. De la rama de letras; Juan Cruz Ruiz,
José Antonio Valcárcel Boissier, Francisco Martín Pérez (Franci) y José
Miguel Rodríguez Fraga.
Recuerdo que siendo niños revoltosos, cuando pernotábamos la plaza de
Franchi Alfaro para los juegos infantiles, a Félix se le ocurrió subirse a un
moral de casi seis metros o siete de altura que estaba frente a la calle García
Beltrán, cuando nos dimos cuentas, vimos como volaba hacía al suelo entonces de
tierra. La verdad que era tan frágil y habilidoso que se levantó muy tranquilo
y se fue a su casa.
Félix jugaba muy bien al Baloncesto y al Fútbol, desgraciadamente, se
incorporó oficialmente casi a los veinte años, cuando nadie le conocía, pero
era tan técnico con el balón en las manos y en los pies que destacaba con mucha
agudeza en ambos deportes. El Club Baloncesto AA. AA. Salesianos (actual CB.
San Isidro) y el Sporting Orotava del fútbol aficionado, eran las entidades que
Félix Domínguez compaginó en el deporte de su pueblo natal La Villa de La
Orotava.
Acabo de perder a un amigo de la eterna infancia, que en su vida
profesional fue funcionario de la banca, disfrutaba de su jubilación
anticipada, me han encargado realizar un alegato en su memoria, solo trato de
pensar en los recuerdos gratos que conviví con él y su familia en aquellos años
idos infantiles y juveniles, las anécdotas y las alegrías. Procuro que todos se
enteren lo significativo que fue en vida con todos sus conocidos que le
querían, sobre todo su desconsolada esposa Carmita, y el gran vacío que quizá
deje su ausencia.
No trato de hacer un memorándum difuso, pero sí debo expresar numerosos
conmociones. Tampoco trato de hacer llorar a los amigos y sobre todo a sus
familiares, sino también hacerlos sonreír en un momento tan afligido. Como este
en que el amigo Félix Domínguez ya pasea por ese lugar eterno, con sus
recordados compañeros del Sporting Orotava (Juanito, Paco….) y algún que otro
también relacionado con el fútbol y el baloncesto.
Este espacio, donde reina la felicidad, la paz, la esperanza, quizá sea
amigo “Félix” un lugar como aquel donde siendo niños y adolecentes jugábamos a
toda clases de escasos esparcimientos en la plaza de Franchi Alfaro. Un
abrazo y hasta pronto.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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