domingo, 7 de enero de 2018

LA MUÑECA, EL CARRITO Y EL UNIFORME COLEGIAL



Un titulo para recordar el día de Reyes de la Villa de La Orotava, en el año 1962. Precisamente en una casona que aún se conserva en la calle Verde (Nicandro González Borges) de la Villa.
Eran tiempos de nuestra infancia, las navidades se centraban en la llegada de los Reyes Magos de Oriente, y en nuestra imaginación, aquí en este y entonces verde Valle de La Orotava, mirábamos para la punta de la cordillera dorsal de la isla tinerfeña, a ver si veíamos la estrella que conducía a los magos y nos llenaban de ilusiones.
María Esperanza Abréu Rodríguez (Peyaya, le llamábamos, 9 añitos), terminada la entonces vacaciones navideñas, se incorporaba a su colegio, al Colegio de Las Hermanas de la Caridad de San Vicente Paul, Colegio La Milagrosa, uniforme azul marino, del puro estilo de marinero, marinera.
En tiempo o en horas del almuerzo, subir a la recordada terraza, y disfrutar de la ilusión que los Reyes depositaron en ella: La muñeca y su carrito. Unos juguetes que eran ilusionantes, que se basaban en la realidad de aquella época, en la que las familias se llenaban de hijos.
El hogar familiar quedó ahí y aún sigue ahí, tras la muerte prematura de mi querido tío Enrique Abréu González, dos años después, un 15 de junio del 1964, con 47 años de edad.
La muñeca y su carrito, quedó depositada en un simple rincón orotavense, y ahora mi prima María Esperanza Abréu Rodríguez, después de cinco décadas vive y disfruta de su esposo Pepe y de sus hijos, en la capital de España “Madrid”.
Sirvan estas recordadas palabras de un sincero homenaje a mi única prima que tengo y tuve por parte de mi familia materna, la que quiero y seguiré queriendo a por la vida.
Que no se me olvide, aquella clásica cámara fotográfica que tenía mi tía Esperanza Rodríguez Fernández, siempre buscando el recuerdo que se nos quedó en el horizonte de la vida.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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