Panorámica tomada en el lateral norte de la portada churrigueresca del
acuartelamiento de infantería de la Villa de La Orotava, en la década de los
años treinta del siglo XX (aproximadamente 1930).
Al crearse el ejército regular en España en el año 1860, en las metrópolis
se instalaron los acuartelamientos de infanterías y atetillarías, mientras que
en las poblaciones rurales instalaron los regimientos de montañas y cazadores.
A la Villa de la Orotava, vino la compañía de montaña y cazadores al final
del siglo XIX, con banda de música incluida. Emplazándose en el desamortizado
convento agustino de Nuestra Señora de Gracia. Hasta que al principio del siglo
XX, se formó la compañía de infantería Orotava.
Muchas fueron las reformas que el ejército regular, realizó al inmueble
conventual, desapareciendo el claustro y corredor del patio central que era de
madera de tea, y además muchas dependencias agustinas. Me cuentan que cuando se
instaló el batallón borbónico procedente de Málaga, al principio del siglo XX,
se tuvo que habilitar el templo anexo de San Agustín para delegar allí una gran
parte de soldados borbónicos.
En esta fotografía, observamos que el in mueble anexo al convento era
totalmente independiente del mismo, y se adquirió para aumentar el
acuartelamiento. En esos años aún no está colocado el balcón canario que sufrió
un incendio en los ochenta del siglo XX, y ya ha sido restaurado. El balcón se
colocó allí, en los años cuarenta del siglo XX, siendo don Augusto Machado
Méndez y Fernández Lugo el general Jefe del Acuartelamiento. Fue trabajado por
dos recordados ebanistas de la villa que entonces prestaban el servicio militar
en dicha instalación; Urbano Sosa y Adolfo Padrón Hernández (fallecidos ambos).
Me llama la atención y lo tengo en el recuerdo de mi infancia, ver en el
interior de la plateresca portada agustina, en los laterales de la pared de
fondo; un tabor militar rodeado de cuatros cornetas, que se usaban para las
marchas de instrucciones militares que entonces realizaban en el campo de
fútbol municipal Los Cuartos de la Villa de La Orotava. Y por último los
claveles blanco que adornaban sus jardines.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario