Fotografía de una procesión con todas las imágenes importantes de la Villa
de La Orotava, desconozco su festividad, pero probablemente fuese una procesión
estilo patriótico de la posguerra incivil española, a celebrar en los años
difíciles de la vida, final de la década de los años cuarenta del siglo XX. En
la panorámica se da la curiosidad, de ver subir en el primer plano la Piedad de
Estévez por la calle La Carrera, rodeada de gentíos, con su hermandad al
frente, detrás se ven alguna banderitas colgando, estilo de fiestas patronales
o mayores. Se sabe que cuando la misericordiosa imagen salió por primera vez en
procesión en el año 1861, lo hizo el Viernes Santo al mediodía y subió por la
calle de la Carrera hasta el templo parroquial de San Juan Bautista en Farrobo,
para luego salir acompañando a la procesión de Santo Entierro.
La fotografía, inédita por supuesto, pertenece al archivo particular de mí
amigo de la calle El Calvario de la Villa de La Orotava desde la infancia;
Manuel Fariña Hernández.
El escudo de armas de la reina Isabel II del estandarte de la Real y
Venerable Hermandad de Misericordia del Calvario luce bajo el dintel de la
puerta de la ermita. La devoción al Santísimo Cristo del Calvario, al igual que
la venerada imagen del Santísimo Cristo a la Columna, sobrepasa los límites del
Valle de La Orotava y cuenta con una de las hermandades más numerosas de
cuantas desfilan en Semana Santa, fundada por Diego Benítez de Lugo y
Monteverde, Marqués de Celada (1801-1879). Destaca el incomparable grupo
escultórico del Santísimo Cristo del Calvario, una Piedad realizada en 1814 por
el escultor Fernando Estévez, la primera realizada por un escultor canario. En
1861 se integra por primera vez a la Semana Santa Villera como la procesión del
Calvario, en la mañana del Viernes Santo. Del Santuario procesionan los cinco
tronos hasta la Parroquia Matriz de la Concepción. Los Santos varones Nicodemo
y José de Arimatea son los primeros, ambas son imágenes de candelero del siglo
XIX atribuidas al artista palmero Aurelio Carmona López. Les sigue la talla de
Santa María Magdalena, atribuida a Nicolás Perdigón Oramas y San Juan
Evangelista, anónimo, ambas del siglo XIX. Estas dos imágenes procesionan en
dos elegantes tronos de madera de cedro tallados por el ebanista villero Manuel
Martín. El Santísimo Cristo, en cambio, lo hace en un trono de plata Meneses,
traído de los talleres de Madrid. Desde el año 2010, el cortejo procesional
vuelve a recorrer, como antaño, su itinerario por la Plaza de la Constitución,
que se había perdido tras la prolongación de la Carrera de Fernando Estévez.
BRUNO JUAN
ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
No hay comentarios:
Publicar un comentario