viernes, 2 de marzo de 2018

MARQUITOS Y ARIAS



Fotografía izquierda de Marquitos vistiendo los colores del Real Madrid en su época de oro, del blanco y negro y de los recordados reportajes noticieros nacionales él No Do, pentacampeón de Europa, campeón intercontinental.
Fotografía derecha de Pepe Arias con los colores del Málaga CF.

Por el mes de marzo del año 2012. Paseando por las calles del casco histórico de La Villa de La Orotava, al pasar por la Calle El Tejar, muy cerca de mi domicilio particular, me tropiezo con el amigo desde la infancia de la Villa de la Orotava; ÁNGEL GARCÍA GONZÁLEZ.
Le pregunté si tenía novedades. “…De momento amigo Bruno no tengo nada…”
La sorpresa, al llegar a casa y conectarme con el ordenador, aparece una nota importante a través de un correo del amigo Ángel, que se había acordado de los fallecimientos entonces de dos grandes jugadores del balompiés Español, Marquitos un defensa de raza del Real Madrid oriundo de Cantabria y Arias defensa tinerfeño, palmero de Tazacorte: “… Hace unos instantes (marzo - 2012) en la calle Tejar me preguntaste si no había novedad. Efectivamente, las había, pero tristes.  El domingo pasado, antes del Tenerife - Castilla, se guardó un minuto de silencio por Pepe Arias (75). Procedente del Victoria de Tazacorte, José Acosta Lorenzo ("Arias") militó cuatro temporadas en el Tenerife y ocho en el Málaga. Le conocí cuando estuve en el Atlético Tinerfeño, por esa época filial del C.D. Tenerife, entre septiembre y diciembre de 1959. Entre medio de semana era costumbre jugar partidos amistosos con los suplentes (aquí se les llamaba "el camión del pescado" y en la vecina isla "la vela chica") a los que se les unían dos juveniles, que generalmente éramos Justo Gilberto y yo, en el tiempo que duró Ignacio Urbieta que fue cesado en Navidad. Los contrarios eran equipos de primera regional (San Andrés, Realejos, Orotava, etc..),que aprovechaban la ocasión para algún fin benéfico, como por ejemplo el homenaje a Evelio, cuando colgó las botas  en el UD. Realejos.... porque después marchó a Venezuela y siguió jugando. Pepe Arias era un mocetón fuerte y recio que animaba y ayudaba a los juveniles durante el tiempo que jugábamos, casi siempre medio partido cada uno y corriendo mucho y entregando la pelota al pie del profesional que estuviera más cerca. También coincidí  con él varias veces en las gradas de la Plaza de Toros, en la lucha canaria, admirando al Victoria CL. de Manolo Sosa y Juan Barbuzano y al Santa Cruz CL.  del Pollo de Máguez. Jugó bastantes partidos con Heriberto Herrera y menos en primera división con Brocic, por lo que se marchó al Málaga donde triunfó plenamente. Entre sus compañeros más conocidos, Tosco (que acaba  de cumplir 79) y Moli, que se hizo famoso por el gol que derrotó al Barcelona antes de venir a la mili a Tenerife. Cuando acompañé a Galindo a su prueba con Marcel Domingo le pregunté a Chuzo, antequerano y compañero de Arias, por su paradero pero no pude dar con él. Me hubiera gustado saludarlo y comprobar la mezcla de sonido palmero-andaluz.
… Unos días más tarde nos dejó Marquitos (78), en realidad Marcos Alonso, como su hijo y su nieto, los tres futbolistas famosos pero el que carga el diminutivo era curiosamente el abuelo. Y todo ello a pesar de las cinco Copas de Europa que ganó y las creó que once temporadas en el Real Madrid de Di Stéfano, casi  nada. Dejó la "Casa Blanca" en 1963 y fichó en el Real Murcia en primera división. Después pasó al Hércules de Alicante y casi seguido al Calvo Sotelo de Puertollano que militaba en segunda división, en el mismo grupo que el CD. Tenerife. Cuando le tocó venir a Santa Cruz, en diciembre de 1964, fué contratado para jugar un partido benéfico en el Estadio Peñón contra una Selección del Valle, integrada por jugadores del Realejos, Puerto Cruz y  Orotava, a partes iguales. La delantera la formábamos los villeros Evadio y un servidor, el realejero Cabrera y los portuenses Domingo "El Pisa" y Morales. La misión que nos encomendó el entrenador-seleccionador Sedomir,que los había visto el domingo en el Heliodoro, era velocidad, mucha velocidad para "asfixiar" a los muchos veteranos forasteros (Marquitos, Badiola, Arbúa, Valderas, etc...). Así que Evadio se retrasó a los medios con Mingole y Marina, y los tres pasaban en largo y subían a rematar. Llegamos a ir por delante en el marcador y al final terminamos empatados a dos y partidos por cuatro... sitios de la leña que nos dieron Marquitos y compañía. Pero la anécdota vino después en la merienda-cena que nos dieron en la Cuesta de la Villa en casa Pedro "El Cruzantero".  Marquitos probó el vino y dijo que no estaba mal pero que estaba muy seco para su paladar. Así que sacó un billete de la cartera y se lo dio a un camarero con instrucciones al oído. Al poco le trajeron un cubo con hielo y una botella de whisky, del que aquí se conocía por "blanco y negro", que se la pegó él solito. No sería por eso, pero al final de temporada se retiró casi del todo…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

No hay comentarios:

Publicar un comentario