En el muro del FACEBOOK del amigo de la Villa de La Orotava
JESÚS ROCÍO RAMOS, aparece un magnífico y extraordinario trabajo suyo que
comparto con su permiso, adaptado por ÁNGELA PÉREZ ROCÍO, que se titula “FELIZ CUMPLEAÑOS EVELIO”, referente al cumpleaños de su hermano “EVELIO: “…Querido hermano, mi corazón rebosa de alegría al verte cumplir 92 años,
con tanta energía y dándote tus paseítos mañaneros, y lo más importante con la
mente lúcida. En mi baúl no pueden faltar los recuerdos de aquellos años de
nuestra niñez, en la casa donde nacimos juntos con nuestros padres y hermanos,
formábamos una gran familia. Tus primeras letras creo que te las enseño Don
Pepe el de la Duquesa, en la casa de Don José del Campo en la Piedad. Pasando
por la escuela del Ayuntamiento, con Don Elicio Pérez Romero, el de la
Alhóndiga con Don Alfonso Ramos, y terminando en la de Don Inocencio Sosa.
Recuerdo que cuando llegabas de
la escuela te esperaba detrás de la puerta, un saco y la podona para ir a coger
hierba para los conejos que criábamos en casa. Después fui yo tú sucesor,
también fregar los cascos, botellas y vasos de la bodega de papá. Cuando pasaba
el canal por casa, era un alivio, pero cuando nos quitaron el agua nos
reventaron, teníamos que cargar con los cubos desde el chorro. Nos iniciamos en
la venta. Por aquella época se vendían muchos sombreros y pamelas, sobre todo
para el campo, y pasó un viajante por casa y les hicimos un pedido tan grande
que tuviste que salir a venderlos a otras ventas. Casi no terminamos con ellos,
también cuando los reyes te dejaron una armónica y en el ensayo del Liceo del
Festival de Estampas Orotavense, yo le dije al pianista que tú sabías tocar la
armónica y cuando subiste al escenario, no te salió ni una nota, casi me matas.
Te gustaba mucho bailar y por las fiestas, con Justo y Néstor y yo, íbamos el
jueves y el domingo de camareros a la casa de tío Egon. Ya, por ese tiempo
tenías novia y cuando salimos, tú te fuiste al baile del Liceo y te llevaste
una sorpresa viendo bailar a tu novia con otro. No había quien te hablara. Eras
muy divertido. En los carnavales, recuerdo cuando te vestiste de vendedora de cestos,
como las de Icod del Alto y de novia con el traje de boda de Onelia. Lo que no
te perdono, es que con la cara tapada, en verdad me la pegaste bailando conmigo
en el teatro Atlante (y lo peor que te compré un chocolate). Tu primer trabajo
fue de mecánico en el taller de Don Alberto (el alemán). Después te fuiste
voluntario al cuartel en la Cuesta en Automovilismo (Parques y Talleres),
coincidiendo con Justo, recuerdo que mamá les mandaba la comida con Miguel el
Reveron, el taxista. Luego al venir licenciado fuiste a trabajar como viajante
en el comercio de Don Miguel Felipe Hernández Casanova. Recuerdo verte con el
Ford 4, fuiste el primero de casa que tuvo carnet de conducir. Más tarde
trabajaste con Don Casiano García Feo. Luego te casaste y fuiste a vivir a la
casa de Jerónimo el perrinche en calle León. Tomaste la decisión de emigrar a
Venezuela y te fuiste. Después de estar establecido fue a dar contigo Nena (tu
señora), y alegraste tu hogar con la llegada de tu primer hijo Julio. Más
tarde, ya de regreso, aumentó la familia con la llegada de tu hija Cande.
Terminando de cajero en el Banco Hispano Americano, donde estuviste hasta tu
jubilación. Sé que eres un buen cocinero y para tener la mente bien, ocupas
mucho tiempo en hacer crucigramas, sopas de letra y una de tus grandes
aficiones es tocar el acordeón, lo mejor que tú haces, porque qué es la vida
sin la música (espero que no te pase como con la armónica). Dale gracias Dios
por estar como estás en tu hogar, y sentirte querido al calor de tu gran
familia, nietos y bisnietos, tú sabes que tengo mucho más que contar, pero lo
dejo para contártelo el próximo año. Recibe en nombre de toda la familia y en
el mío propio. Un fuerte abrazo y Feliz Cumpleaños…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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