El amigo de la Villa de La Orotava ISIDRO FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió
entonces (09/12/2024) estas notas y fotografía que tituló “LA SAGRADA UNIDAD DE ESPAÑA Y MI
ABUELO PEDRO. LA REBELIÓN DEL FARROBO. (II)”: “…Entre los hechos que hicieron cambiar las intenciones de Napoleón pasando
de aliado a enemigo e invasor de España, con idea de incorporarla a su magno
imperio, estaba, sin duda, el desbarajuste político fruto del enfrentamiento,
vergonzoso, a sangre y fuego, entre el rey, Carlós IV,(asesorado al 100% por su
valido Godoy) y su hijo El Principie de Asturias futuro Fernando
VII, quien dio un golpe de estado contra su padre, derrocándole. (Motín de
Aranjuez).
Napoleón, al parecer con muy
buenas intenciones, quiso solucionar la caótica situación y “secuestró” a padre
e hijo llevándoselos a Bayona en flagrante atentado a sus dignidades y, de
rebote, a la Soberanía Nacional que en esos momentos todavía no radicaba en el
Pueblo sino en “ El Rey y por la Gracia de Dios”.
Napoleón, que tenía un pésimo
concepto de Fernando VII ni siquiera usaba el término de Alteza—por lo de
Principie de Asturias—para referirse a él y decía, para definirlo,
algo asi como que……”con este irresponsable señor no se puede contar
para algo serio”. Y parece que tenía razón, pues cronistas, historiadores y
otros estudiosos serios e imparciales de las historias…. al hablar de Fernando
VII lo pintan al menos como “hosco y huidizo”. Y yo digo que ser así, hosco
y huidizo, puede ser una manera de intentar ocultar las limitaciones
propias.
En Bayona, ante Napoleón,
Carlos IV abdicó de su derecho al trono español y al día siguiente,
exactamente, hizo lo mismo Fernando VII. Ambas familias con sus séquitos fueron
instaladas, eso sí, a cuerpo de rey, en diferentes sitios de Francia y a costa
de la hacienda francesa. (Confirmar este último dato). Carlos IV no
volvió a España y murió en ese….digamos, exilio, mientras que Fernando disfrutó
de una vida plácida, más pendiente de familiares, amistades y pasatiempos
recreativos de sus gustos que de otras cosas, durante seis años; desde 1808 a
1814. ¡¡ La política le importaba más bien poco; para él, el poder y, sobre
todo, el dinero eran…otra cosa!!
Mientras tanto, Napoleón,
frenado en Andalucía en su interés por la conquista de la totalidad de España
sentó en el trono español a su hermano José,( entre 1808 y 1813) que fue
conocido entre los españoles, y no hace falta aclarar el porqué, como
Pepe Botella.
En aquellos momentos
tenían mucho predicamento los aires que soplaban desde Europa, como marcando
“la moda”, pero limpios de aventuras REVOLUCIONARIAS trágicas,
terroríficas y muy probablemente innecesarias, ya que el diálogo apacigua
la violencia antes de que esta se convierta en odio. Esos aires europeos,
decía, traían las ideas progresistas que en Francia se habían conseguido con su
revolución, la tan cacareada Revolución Francesa, de unos años antes
(1789-1799). Esas ideas progresistas fueron acogidas en España en el ancho
espectro de las ideologías, naturalmente, según los intereses de cada cual. ¡
Improntas de egoísmos frente a bien común !
Venían las noticias con la
etiqueta de un buenismo generalizado-- aquello de “Liberté, Egalité,
Fraternité”--, pero ninguneando las horripilantes y terroríficas
guillotinas o las masacres indiscriminadas (p.ej: “ Masacre de septiembre”.-
1792 ) de las que nadie…..bueno, o casi nadie…., era partidario. Se necesitaban
cambios urgentes de un sistema obsoleto que aportaran racionalidad y, ¿ por qué
no?, modernidad a la gobernabilidad del Estado y sus instituciones con
adelantos que nos pusieran al día en unos nuevos tiempos de racionalidad
y progreso sin involuciones reaccionarias.
Intentar un cambio de sistema
en plena guerra contra Napoleón, una monarquía descabezada, con un vacío
del poder “Central” y ante la posible y….poderosa oposición de los
baluartes conservadores del Antiguo Régimen (la nobleza , el clero y las
derechas más conservadoras) presagiaban un camino borrascoso lleno de
dificultades y de palos en las ruedas….…
Foto: placa conmemorativa de la
"Junta Suprema de La Laguna" y busto de Don Alonso de Nava
y Grimón
En la ciudad de La Laguna.
En Canarias, a todo eso, se
sumaba la rivalidad entre Tenerife y Gran Canaria…..O mejor dicho: entre La
Laguna, S/C. de Tenerife y Las Palmas de G. Canaria por tener a mano las sedes
territoriales de los diferentes poderes. No solo del legislativo y ejecutivo en
el nivel que tuvieran, sino también del judicial (Audiencias Territoriales), el
religioso (Obispados), militar (Capitanías Generales), económico (Hacienda y
Tributos), cultural(Universidades y enseñanza)…..La cosa se solucionó con la
creación de dos provincias independientes y, por la metrópoli, quiero decir por
la Capital del Reino, se rumoreaba aquello de que “No hay mal que por
bien no venga: dejemos que se peleen entre ellos…..” . Y aclaraban: “dos
provincias débiles es mucho mejor para nosotros que solo una fuerte ….”.
Mientras, la Junta
Suprema de La Laguna, con su carácter reformista, disfrutaba de una autonomía
con nivel nunca alcanzado, pero se habrían interrogantes sobre el futuro a los
que había que contestar con inteligencia y precisión. ¿Qué
hacer si Napoleón se adueñaba de España? ¿Cómo afrontar el inminente cambio del
Antiguo Régimen (la monarquía absoluta)? Y si se lograba expulsar a los
franceses ¿qué hacer con Fernando VII, al fin y a la postre, el legítimo rey
del momento? ¿ Y con los miles de afrancesados, con sus sueldos, colaboradores
a todos los niveles de los invasores? ¿Y con los más de 100 soldados
franceses presos en las cárceles de La Orotava y del Realejos de Arriba?
(Continua)
Isidro Fuentes Melián.-
Médico. Diciembre de 2024…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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