EL RECUERDO DE UNA PISTA

El amigo y compañero de pupitre y de promoción del bachillerato del Colegio de San Isidro de la Villa de La Orotava: ANÍBAL GONZÁLEZ GORRÍN, remitió entonces (01/11/2019), este fotón referente al recuerdo de una pista de cochitos de ferias que se instaló en el viejo campo de deportes del mencionado colegio orotavense.

Desconozco el autor de la fotografía, probablemente fuese el salesiano don Miguel Carrasco, que posteriormente ocupó, como párroco, un templo parroquial de una ciudad o pueblo del norte de la isla Bonita de La Palma.

La panorámica está tomada a la entrada al viejo campo de deportes del Colegio de San Isidro por la calle Nicandro González Borges o Verde. Observamos a la izquierda los bidones de gasoil que se ubicaban en ese lugar, para abastecer la cocina (aparato) del centro docente.

El titulo; “EL RECUERDO DE UNA PISTA”. Me viene a la mente, aquella inédita pista que se instaló por la Fiestas Mayores (1960) en el histórico centro docente villero, de origen portugués, en donde los cochitos circulaban en una sola dirección, al estilo de una traza de carrera profesional.

¿Por qué en el Colegio de San Isidro?. En el año 1960, se destruyeron todos los jardines naturales de la plaza de Franchi Alfaro, para construir en su zona central una pista de baloncesto fachosa, en lo que había sido un recinto de paseos a natural, adornado de flores de distintas especies. Y convertirlo en losetas tal como lo vemos actualmente. Solo se salvaron árboles centenarios y de puro milagro.

Para ello instalaron por las fiestas mayores de ese año (1960), la feria que conocíamos por los: cochitos, casetas de tiros, tómbolas, ola, norias y demás. Como no hubo espacio para una pista que estaba contratada, previo acuerdo con el Colegio de San Isidro, la instalaron en su viejo campo de deportes, de medidas no reglamentarias para una cancha futbolera.

La pista fue una novedad, puesto que por primera vez se instalaba en la Villa de La Orotava, una de esa característica, lo que le llamó la atención al alumnado del centro.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL