MARÍA CONCEPCIÓN MACHADO Y MACHADO. LA VOZ DEL VALLE EN LOS RECUERDOS DE UNA LOCUTORA OROTAVENSE

El amigo  de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ Graduado en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (23/11/2019) estas notas y foto que tituló; “MARÍA CONCEPCIÓN MACHADO Y MACHADO. LA VOZ DEL VALLE EN LOS RECUERDOS DE UNA LOCUTORA OROTAVENSE”.

Publicado el día 23 de Noviembre de 2019, en LA PRENSA, DIARIO EL DÍA: “…Introducción

En los inicios de la década de los sesenta del pasado siglo XX, la emisora La Voz del Valle (1960-1965), dirigida por el recordado sacerdote, periodista, músico, investigador, escultor y pintor, José Siverio Pérez (1928-2019), sería un vehículo esencial para la comunicación y el avance social. Muchas personas trabajaron con esfuerzo por impulsar un proyecto que, aún hoy, tras más de medio siglo de su finalización, sigue siendo recordado. Con el fin de conocer un poco más sobre tal proceso acudimos hasta una de las locutoras de la emisora que, con gran amabilidad y disposición, nos recibe en su domicilio. Su nombre es María Concepción Machado y Machado, aunque es conocida, popularmente, como Concha. Su voz combina pausa, calidez y armonía y, además, incluye un particular tono bajo, claro y preciso. Ello nos aproxima y traslada con sus palabras ante la realidad presente para los locutores sobre los cánones de una radio de la que formó parte. De sus recuerdos y vivencias, a grandes rasgos, queremos sintetizar algunos detalles con el artículo que el lector tiene ante sus ojos.

Primeros años y formación

María Concepción Machado y Machado nace en la Villa de La Orotava el 2 de diciembre de 1938, siendo hija del matrimonio formado por Julián Machado Pérez y Agustina Machado Hernández. Ocupa la posición número once, de un total de doce hermanos que, como manifiesta, eran el total de hijos que llegó a tener su madre, aunque en esa relación incluya los abortos. Concha menciona a Inocencio, Nicolás, Pedro, Julián, Candelaria, Agustín, María del Carmen y María Pilar, aunque, en la actualidad, ya solo quedan con vida tres. Su hermano mayor acudió voluntario a la Guerra Civil Española, falleciendo en el conflicto, por lo que nunca llegó a conocerlo. Su padre desarrolló el oficio de militar, administrador de fincas y, además, participó como accionista de agua. Su madre se dedicó al trabajo en su propio hogar.

Su primera formación tiene como escenario el Colegio la Milagrosa, prolongándose tal periodo por espacio de diez años, concretamente entre 1948-1958. En esa misma época llegó a jugar con otras compañeras en un club de baloncesto que organizaba el propio espacio educativo.

Tras ello entró a formar parte de la Sección Femenina, ubicada inicialmente en la calle Cantillo, que luego pasó a Santo Tomás de Aquino. De tales años anota la existencia de cursos de cocina y confección. Sin embargo, al no presentar inquietud por ello, decidió acudir durante tres meses al núcleo de Aguamansa, con el fin de enseñar a leer, escribir e impartir las consideradas como “cuatro letras”. Formó parte del equipo de baloncesto de la Sección Femenina Local, junto a Cidara, Fina, Carmita Perdomo y Negrín. Sobre ello ha investigado el profesor mercantil orotavense, Bruno Juan Álvarez Abreu, en un artículo bajo el título “El baloncesto femenino en la cancha Franchi Alfaro de La Orotava”. Concha recuerda acudir a jugar a Santa Cruz de Tenerife, a un espacio próximo a Radio Juventud de Canarias, así como disputar encuentros en el Puerto de la Cruz.

En los inicios de los años setenta dejó tal deporte. En su memoria se aglutina el recuerdo por las compañeras que jugaron con ella durante aquel tiempo. Cerca del teatro Atlante ensayaba y, al mismo tiempo, en la terraza de tal espacio se llegaría a prolongar su afición y práctica por el deporte.

La política

Su nombre también se vincula con la política. Tal ámbito se proyecta en su vida como un acto de ayuda y servicio a los demás. Su labor consistía, fundamentalmente, en informar de los problemas que existían en el núcleo donde residía con el fin de encontrar una solución para ello. Una labor diferente a la actual y caracterizada, atendiendo a su testimonio, por un interés en atender a la persona y a los problemas presentes entre la ciudadanía. Acudía a los Plenos Municipales sin recibir por ello cuantía económica, desarrollando tal labor, durante algunos años, bajo la alcaldía de Juan Cullen y Lugo.

La etapa en la radio

Desde el 16 de noviembre de 1959 hasta febrero de 1974 se prolongó su trabajo en Tejidos Avenida. Recuerda que el Jefe de la Sección Femenina, Francisco Ortiz, militar que tenía amistad con su padre, le animó a que se presentara a las pruebas de voz que se ofrecían por entonces en la radio. La vocalización y la dicción eran algo importante bajo tal contexto. En el Conservatorio de Santa Cruz de Tenerife se enfrentaría a una prueba que consistía en el intento de lectura con un lápiz en la boca. A ello se unía una pronunciación en la que debía diferenciar las letras –s, -z y –c. Un total de 17 personas acudieron a las pruebas de sonorización. En Radio Juventud de Canarias se clasificaron, en primer lugar, las voces, manifestando que se evitaban las voces finas. Junto a Jorge González y Carlos Argüelles realizó un programa en tal medio.

En el año 1961 entra a formar parte de la radio orotavense La Voz del Valle. Su llegada enlaza con su papel en una función de teatro como primera actriz, junto a Chelo (que actuaba como primer actor). En el escenario del teatro, sin micrófonos ni aparatos que proyectaran su voz, se oía y podía valorar de una mejor forma el potencial de su timbre. Tras ese acto sería invitada a trabajar en la recordada emisora. Empezaba una nueva etapa que aparece con claridad en su memoria. Numerosas horas de trabajo bajo la atenta y disciplinada dirección de José Siverio, sucediéndose la participación en programas de entretenimiento, la colaboración y la puesta de voz en diversas obras. Tal etapa se llegaría a prolongar hasta el cierre de la emisora. A la radio acudía en dos franjas. De 08:00 a 09:00 como parte de la sección matinal y, posteriormente, de 19:30 a 23:00. Por todo ello llegó a alcanzar un sueldo de 700 pesetas mensuales. Sobre la franja temporal de tarde/noche, anota que del locutorio siempre se hacía cargo ella o Arsenio León Cabrera. De sus colaboraciones con la emisora no olvida su papel como doña Brígida, dentro de la grabación dedicada a la obra Don Juan Tenorio, en el contexto de la celebración del Día de Todos los Santos, cuya preparación, en algunos momentos, llegó a prolongarse hasta altas horas de la madrugada. Tampoco deja de mencionar el programa Las Tres Columnas, un espacio de ayuda social que era dedicado a los tres municipios del Valle de La Orotava. A ella le tocaba Los Realejos, por lo que tenía que escuchar las llamadas destinadas al efecto y anotar la correspondiente cantidad económica a donar por cada llamada entrante. Colaboró también en festivales y llegó a ser presentadora, en el Teatro Atlante, junto a Arsenio. Una participación altruista a la que acudían los alcaldes de cada municipio para retirar la correspondiente cantidad económica ya distribuida en cada una de las columnas.

La actividad en la radio y fuera de ella era constante. Su persona también se incluye en programas especiales con motivo de la llegada de la Navidad, así como en espacios deportivos tan recordados como Marcador, siendo inolvidable su colaboración, en el apartado de locución, junto a Arsenio León Cabrera. Todo ello atendiendo a los datos expuestos por los profesores universitarios, Julio Antonio Yanes Mesa y Rodrigo Fidel Rodríguez Borges, en su obra La radiodifusión sindical del franquismo. La Voz del Valle en las Islas Canarias. 1960-1965.    

En una ocasión, compatibilizando su trabajo en la tienda de textiles con la radio, el director de la emisora le llegó a plantear la posibilidad de aumentar el número de horas de dedicación ante las ondas. Al final, tras barajarse diversas posibilidades, no se pudo lograr cumplir con ello.

Además, durante tal etapa de su vida, como miembro de Coros y Danzas de la Sección Femenina de la Villa de La Orotava, desarrolló dos viajes importantes, uno de ellos a Madrid, en 1961, para participar en un concurso celebrado en el Teatro María Guerrero, sorprendiendo a los presentes la bella vestimenta canaria que lucía el grupo. Tras ese acto, les eligieron para ir a la Feria Mundial de Nueva York, en 1964. Con apenas 25 años acude al país estadounidense junto a otros compañeros. Una experiencia única en la que, como curiosidad, llegó a cobrar 48 dólares semanales que, al cambio en España y semana tras semana, era una cantidad respetable de dinero. Todos los días actuaba el grupo en el Pabellón Español. Sin embargo, el día que tenían libre lo aprovechaban para recorrer y disfrutar de rincones tan conocidos como la Catedral de San Patricio, el Central Park, el Madison Square Garden, etc.

En ese contexto, además, se materializó la oportunidad de viajar a Canadá, siendo, por partida doble, un viaje inolvidable lleno de anécdotas y vivencias imborrables.

Concha, a propuesta del director de La Voz del Valle, llegó a tener la oportunidad de acudir a Radio Popular. Sin embargo, diversas circunstancias le llevaron a dejar atrás esa idea y, con ello, cerrar un capítulo de su vida.

Tras la radio sería frecuente la presencia de nuestra biografiada como presentadora en diversos certámenes y fiestas en el ámbito local, colaborando, de forma altruista, con la Cruz Roja, la presentación de reinas de las fiestas en La Orotava, actos del carnaval, la presentación de festivales en el núcleo realejero de La Cruz Santa, etc.

Conclusión 

La etapa vital de Concha se compone de numerosas experiencias. Su trayectoria en la radio es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más importantes de su carrera, reconociendo la propia biografiada el significado, la trascendencia y la huella de aquellos años sobre su persona. Con ella, con el importante grupo humano que formó parte de ese proyecto llamado La Voz del Valle, se lograría marcar un punto casi inicial en el contexto de las emisoras de nuestro archipiélago y, ahí, en medio de ese cambio, se sitúa la participación destacada de una mujer orotavense a cuya trayectoria vital nos hemos aproximado…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL