ANTE LA 38° EDICIÓN DEL TROFEO TEIDE, EL PREGONERO SE EMOCIONO

Artículo que remitió entonces por motivo de la 38º edición del Trofeo Teide, el amigo desde la infancia de la calle El Calvario; NAZARIO HERNÁNDEZ GARCÍA (CHILE).

En esta ocasión sentado en el noble Salón de Pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa de La Orotava, escuchando a su discípulo en el balompiés, que entonces leía magistralmente el pregón correspondiente a la 38º edición del histórico estival Trofeo Teide; ÁNGEL GARCÍA GONZÁLEZ: “…Creo que fueron los Hermanos Mark, aquellos que titularon una de sus divertidas películas en algo así como "Que noche la de aquel día". Noche gloriosa para un día inolvidable. Nada más y nada menos que presentar la 38° Edición de un modesto trofeo, ya no lo es, que salvando peligros y crisis, ha llegado a esta edad.

Pero cuando la voluntad es tan grande y la ilusión remonta esos tres mil y pico metros, no hay nada que impida su consecución. Era hermoso y bonito oler aquel ambiente deportivo que impregnaba el Salón Noble del Ayuntamiento orotavense, que esta vez acurrucaba en su seno el latir de todo el Norte de Tenerife.

Y para que todo fuese perfecto y encajase en ese respirar deportivo, allí estaba un pregonero, futbolero él, que aparte de sus dones

Culturales, siempre envuelto en un alo humorístico, completaron un programa atractivo y ameno.

Me atrevo a afirmar, después de lo visto en esa

Noche, que el 38° Trofeo Teide ha comenzado ganando por goleada.

Me recordó, y perdona Ángel este recuerdo, aquella cara, no de asombro como en esta noche, sino de alegría contenida, como encerrada en una botella

Tapada para evitar que la alegría se escape y de sana complacencia, cuando hace ya un montón de años ¿cuántos, amigo Ángel?, me pediste que te incorporara al Juvenil Plus Ultra. Ante mi afirmación entraste en el vestuario, saltando como si intentases tocar el cielo con tus manos. Y en esta noche, como en aquella lejana tarde en el Estadio Los Cuartos tus fibras emocionales te acompañaron.

Al fin el fútbol, nos ha hecho felices.

Y deseo, como dijo el pregonero, ese que se emocionó y palideció al ver el Salón de Actos del Ayuntamiento de La Orotava puesto en pié, para que las aficiones de los pueblos organizadores queden fundidas para siempre en un abrazo de amistad…”

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL