En el año 1902 empezó a tomar forma la idea de formar un club deportivo.
Mientras, residentes como el capitán Hamilton Boyle, el reverendo Arthur Chaplin
Humphreys, el doctor Frederick Lisham, señores como Wooley y Osbert Ward, se
reunían para jugar unos partidos en la Hacienda de San Antonio (Casa de Los
Blanco), donde vivía el Abogado Boreham y su familia, había una cancha de tenis
de cemento y un césped para jugar al croquet, un juego de alta sociedad
inventado por los ingleses. Los mismos señores se reunieron de nuevo en el
Palacete del Robado, la magnífica mansión del coronel Owen Peel Wethered, con
el vicecónsul Thomás Reid y el señor Gregory, ya que los jardines de esta casa
también jugaban al croquet y al antiguo juego de bolos para tomar el té y para
disfrutar de sus picnics.
El amigo Camilo Joaquín Díaz Flores, remitió entonces (19/04/2012) estas notas sobre el perfil del croquet: “…Originalmente, el croquet era un pasatiempo de la nobleza
de Languedoc (Provenza, en el sur de Francia) en los siglos XII y XIII; Se dice
que es Luis XIV, quien, lamentando no poder jugar allí en el invierno, tendría
que jugarlo en una mesa, dando origen al billar Aunque el juego moderno se
inventó en Irlanda en la década de 1830, siendo un pariente lejano del golf.
Dos décadas después fue llevado a Inglaterra como un pasatiempo para la
aristocracia. Para la década de 1870, el juego había llegado a todas las
colonias inglesas.…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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