Fotografías: Primera izquierda con su mujer Haessig (de origen
suizo) y su querida nieta Manón Sáenz Ramos. La del centro su obra que
embellece en bronce la antigua Carretera “El Piche “de La Orotava “Capricho” y
la de la derecha su gran obra maestra “El Cristo de Aruca”.
Manuel Esteban de los Reyes Ramos González nace en Arucas Las
Palmas de Gran Canarias el 26 de diciembre de 1898.
Era Arucas entonces, una población pequeña, agrícola, con un
núcleo urbano más denso, y sus barrios desparramados como si al voleo se
hubiesen ido sembrando casitas blancas, escapadas de puñados repartidos
armoniosamente. Pertenecía a una familia de ocho hijos, de los cuales ocupó el
cuarto lugar, y cuyo padre que se había hecho a sí mismo, había logrado una
posición económica desahogada. Era una familia burguesa acomodada, en cuyo seno
y como si hubiese sido marcado por unos genes diferentes, había nacido un artista,
un bohemio, distinto al resto de su familia y al entorno donde vio la luz.
El padre Juan Ramos, hombre emprendedor y comerciante, era amigo
de lecturas y abierto a las nuevas corrientes educativas, que en la capital,
habían puesto de moda, los ingleses que Allí vivían.
Manolo estudia en el colegio de los hermanos deLa
Salle - los baberos, como se les conocían popularmente-, orden
francesa, cuyos métodos pedagógicos se encuentran más al día que el de otros
colegios. Tiene diez años, y aunque en su casa no existen antecedentes
artísticos - con excepción de las aficiones de su padre -, ha
pasado horas y horas en la carpintería de maestro Juan Pérez, que está
enfrente de su casa, y donde pacientemente, amorosamente ha visto trabajar la
madera. Y solo, sin saberse porque, Manolo empieza a dibujar todo lo que le
rodea y a tallar en la madera con una rudimentaria cuchilla. Va a ser en el
Colegio, donde su vocación encontrará decisivo apoyo en los Hermanos Víctor y
Francisco, que facilitan su tarea, y allí obtiene tiza, lápices, pinceles y
navajas con los que va creando su obra primera. Balbuceos que denotan ya su
obstinado empeño de dedicar toda su vida al arte. Pero su padre se resiste a
que ese sea el modo de "ganarse la vida", y entonces lo coloca en la
sombrería de un amigo y aunque el salario lo pago el propio padre, sin que lo
sepa el hijo, Manolo continua dibujando y soñando, y tal vez fue para él un
espectáculo, ver los sombreros de diferentes formas y colores como manchas y
volúmenes de una extraña composici6n. Su reacción imprevista, fue regalar los
sombreros de la tienda a sus amigos los obreros de la cantera y nunca sabremos
si este gesto fue de venganza hacia su padre, o de bondad hacia sus amigos que
tanto sabían del manejo de la piedra.
Enferma de un proceso reumático y ya, irresistible, su vocación
desata. Sin poder moverse, guardando cama o andando solo por la casa, se dedica
a crear. Dibuja todo el mundo que le rodea, familia, animales, objetos.
Furiosa, angustiosa. Ante esto, el padre cede, se rinde y deja que su hijo
comience a tallar con navaja, palpe amorosamente el barro, acaricie, golpee la
piedra. De esta época se conservan yesos y tallas en la vieja casa familiar,
donde hoy vive su hermana. Corre sin embargo el peligro, que esta obra de su
naciente mocedad se malogre y esterilice en los estrechos límites de un pueblo
alejado, sin maestros, ambiente ni apoyos. Casualmente Victoriano Macho viene a
Canarias a inaugurar el mausoleo de Tomás Morales en el cementerio de Las
Palmas. Y un amigo de la familia -Gabriel Mejías- lo lleva a Arucas para que
examine la labor de Manolo. Le enseñan unos relieves "El bautismo de
Jesús" y "Violines con cerdos" y el gran escultor palentino
aconseja, ante las condiciones del muchacho, que vaya a estudiar a Madrid. Se
empecina en su negativa el padre, se obstina el hijo, intervienen los amigos
de la familia, y por fin el padre se aviene, y el hijo marcha a Madrid. Un
mundo palpitante y desconocido va a plantarse ante sus ojos. Atrás quedan
Canarias, Arucas con su conocida “catedral” única en Canarias de estilo gótico
dormida, en la calma silenciosa de la brisa que viene del Atlántico.
Atrás queda su niñez, "YA FÁBULA DE FUENTES".
En Madrid y antes de empezar en la Escuela de San Fernando, frecuenta el estudio
de Victoria Macho de día y de noche la
Escuela de Artes y Oficios.
Trabajando en ella con los maestros Capuz, Jacinto Alcantara y Vicent. Ingresa
en 1921 en la Escuela de San Fernando donde realiza durante
cuatro años sus estudios. Fueron sus compañeros de curso entre otros Ferrant,
Cruz Collado, Crespi, Cristina Mallo y Pellicer. Entre sus Profesores podíamos
citar a Moreno Carbonero, Marina, Sorolla, Domenech, Trillo, Plá, y sobre todos
al Director Miguel Blay. Durante su periodo de estudios solamente regresa
a su isla por dos veces y en una de ellas realiza un boceto a la geta del Plus
Ultra. Trabaja en el estudio de Miguel Blay, su maestro, por el que sintió un
cariño especial toda su vida.
Viaja a Paris, vive en Monparnase, comparte entre otros artistas
el estudio, con el hijo de Luigi Pirandello y Tozi Komori (Bailarín Japonés).
Eran unos estudios que fueron antiguas cuadras y el dueño aprovecho para hacer
cuarenta atelier, que alquilaba a este mundo bohemio. Ventas en la calle,
dibujos por un plato de comida; de este tiempo es "El Apache"
pero qué feliz se es con 26 años, cuando se piensa que vendrá el manager
americano que te descubra. Vive entonces en la
Rue Bardinet, Nº 16, participa en todas las exposiciones que puede. En ese
momento exhibe en la Exposición del Arte Colonial; es el gran momento
de la africanidad: Josefina Baker, con la danza y la música de Jazz. Nacido en
unas islas que coquetean con el continente africano por medio de un mar común
tuvo que tener una gran influencia en él, había algo de sol de su tierra
que él tuvo que captar. De esa época tenemos su obra "Ébano" desnudo
femenino en madera de Ébano, mujer estilizada, pero al mismo tiempo algo
palpita en ella, de carnal; quizás siempre fue fiel a este modelo. Podrá
decirse todo de su obra; pero nunca que fue fría, sino terriblemente cálida
invitando casi a tocarla. La venta de algunas de sus obras le permitieron
viajar a Londres, donde dejó algunos bustos que hizo, dos de ellos están en la
colección de Lord Carlaysle.
En París a través de un canario de la embajada de España, que
frecuentaba como bohemio en busca de ayuda, conoce a la que iba hacer compañera
en su vida Sra. Haessig de origen y nacionalidad suiza.
De regreso a Las Palmas, coincidiendo con la Guerra Civil de 1936, vienen momento malos incluso
una breve pérdida de la libertad que soporta con dignidad y resignaci6n. La
verdadera causa fue la campaña incondicional que las federaciones obreras y sus
órganos de prensa desarrollaron en su favor con motivo de sus clases. Él, que
había sido libre de elegir su vida, que fuera de su taller solo había su huerta
de árboles, con sus múltiples colores, plantas, semillas, sus animales, etc...
Palomas, cabras, pájaros eran el único descanso en un mundo loco y
atormentado. Pobre corazón de niño tímido siempre, como tendrá que sufrir.
Desde aquel momento murió algo en él, siempre conservó aquel miedo al ser
humano. Solo se sentía a gusto en la soledad del estudio, horas y horas.
Venida la paz, realiza varios bustos de personalidades militares, entre ellos
el del General García Escámez, hombre que le ayudó con su amistad y afecto con el
fin de que volviese a la
Península.
De nuevo en Madrid en el año 1944, se organiza una exposición de
artistas Canarios de la Provincia de Las Palmas, en el Museo de Arte
Moderno de Madrid. La crítica es buena, vuelve la confianza en él, respira de
nuevo aire de su juventud pasada. El Museo le compra una obra, "La
Mendiga". Obra de la que se refleja toda la humillación de un ser que se
avergüenza de la necesidad de vivir, arropada completamente, irreconocible, sólo
sus manos dan signo de vida. La suerte de aquel momento le es favorable, un
canario es Ministro, BIas Pérez González, su padrino y protector Pedro del
Castillo es influyente, Jacinto Mejías, Director del Instituto Llorente, se
personaron amistades, se siente protegido. Con ellos empieza a tener encargos,
conoce al Dr. Palanca, Director General de Sanidad, su mejor mecenas, pues no
solamente le proporciona trabajo, sino que le brinda su amistad. Pedro
Muguruza, Arquitecto influyente, el Alcalde de Madrid, Conde de Mayalde, en la
colección esta familia, existen muchas obras entre ellas los bustos de la Duquesa de Pastrana y del Conde de Romanones.
Entonces decide quedarse en Madrid, fue su época más desahogada económicamente,
que le permitió hacer su casa y su estudio en medio de un jardín, como buen
canario, en Chamartín de la Rosa.
No vuelve a exponer, no puede olvidar sentir ese miedo y
desconfianza hacía todo. El Trabajo es para él la protección de su familia,
pero un día la familia se rompe, su hija Manón contrae matrimonio y vuelve a
las Islas Canarias, concretamente a la
Villa de La Orotava. Se entristeció hasta tal punto que se
sintió cansado para continuar; en ese periodo realiza “FIDELIUS” para el
Lazareto de Mahón, y uno de sus último encargos el Monumento de Enésimo Redondo
en Valladolid.
Tiene un periodo de depresión y destruye parte de su obra. En
1964 se siente enfermo y es aconsejado por el médico, que debe vivir en clima
cálido para su corazón. Regresa a las islas Canarias, pero esta vez a la Villa de la
Orotava, donde vive su hija Manón. Vuelve a sentir deseos de crear; ya no son
encargos, ni presiones. Es trabajar libremente como en su juventud. Se lamenta
no ver donde están sus obras, vendidas unas y perdidas otras. Liberado de la
técnica de todo lo que entretiene, de todo lo que es superficial, pues hay
prisa, la vida se le escapa. Hay poco tiempo y como el canto del cisne trabaja
casi sin ver, medio ciego, palpando con sus hermosas manos la materia que
adivina con el tacto, hasta que herido de muerte cae un viernes de dolores del
año 1971, tenía 73 años, en el populoso e histórico barrio de San Miguel, el
mismo día que en su ciudad natal Arucas de Las Palmas de Gran canarias, salía
en procesión su Cristo de la
Buena Muerte acompañándolo
eternamente en su largo camino de la soledad. En la actualidad sus restos
descansan en el panteón – capilla familiar de su ciudad natal Arucas.
En la Orotava años después de su muerte,
concretamente dentro del ya clausurado Lustro Fundacional, que se celebró desde
el año 2002 al 2006, celebra una importantísima exposición de pintores y
escultores foráneos, cuyo trabajos se encuentran en domicilios particulares de
la villa, en el ex convento dominico de San Benito, actual museo iberoamericano
por motivo del Lustro Fundacional, organizado por el profesor de historia de
arte del instituto de la Orotava
Villalba Hervás don Sebastián Estévez y el investigador orotavense don Antonio
Luque Hernández. En la cual a titulo de préstamo de su familia, se expone una
de su obra cumbre “Capricho” tallada en madera.
El Ayuntamiento de la
Orotava a través de una carta de
su Alcalde, en vista de aumentar el patrimonio cultural de la villa, le pide a
su familia, si se le concede en donación la citada obra para reproducirla en
Bronce. La familia cede dicha reproducción en Bronce, por lo que la obra
CAPRICHO en la actualidad está expuesto en la antigua e histórica calle El
Piche, que en la actualidad enlaza la casa consistorial con la Hijuela del Jardín Botánico.
En la iconografía de Manolo Ramos destaca: Cabeza de Africana,
Torso, Mujer Nigeriana, Mendiga, Niño del Pato, Salomé, Pensamiento, Moro,
Mujer Canaria, San Sebastián, Piedad, Cristo Yacente, Capricho, Desnudo, Danza,
Duquesa de Pastrana, Guayarmina, Maternidad, Amanecer, Meditación, El
Viento, y Desesperación.
He colocado en esta página de ilustres orotavenses a este gran
escultor de Arucas de Gran Canarias Manolo Ramos, por mis relaciones cordiales
de amistad con su descendientes en la villa señores Sáenz y Ramos, aunque a
Manolo le desconocía como persona y como artista, vivió sus últimos años de su
vida en La Orotava, concretamente
en el populoso barrio de San Miguel. Pienso que a pesar que su familia han
tenido el honor de donarle al pueblo de La
Orotava una reproducción en
bronce de una de su impresionante obra Capricho, de momento la Villa, mi Villa no ha sido capaz
aun de realizarle un gran homenaje a este ilustre escultor canario, al menos
una satisfacción y un sincero agradecimiento sobre todo a su familiares
descendientes que a título póstumo este notable escultor grancanario esté
presente entre todos los villeros, enriqueciendo mucho más el patrimonio
cultural de La Orotava.
La verdad que la casa de la calle Verde de ese ejemplar
matrimonio Sáenz – Ramos, es un autentico mueso de obras de Manolo Ramos y de
su hija Manón. Otro amigo de la
Orotava, oriundo de Cataluña ex sastre de profesión don Antonio Catalá, me
sorprende en una reunión en las calles de la villa, presenciando la exposición
de coches antiguos, que cuando toca con las manos las obras de Manolo Ramos,
parecen realidades humanas, naturales. Efectivamente es cierta pues mi
presencia cerca de ellas con la ayuda de su hija Manón, se demuestra una
naturalidad totalmente sublime.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
Me facilitaron su contacto a través del Archivo Municipal de la Orotava. Quería consultarle unas referencias sobre Manolo Ramos y de su familia pero no consigo su correo electrónico. Manuel J. Sancho, y mi correo: susosancho@gmail.com Muchas Gracias por su atención.
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