Aunque antiguamente la Semana Santa de Los Realejos fue una única
celebración en la que participaban tanto la feligresía de la Parroquia Matriz del
Apóstol Santiago del Realejo de Arriba, como la de la Iglesia de Nuestra Señora
de la Concepción del Realejo de Abajo, articuladas por la existencia en lugares
estratégicos de tres conventos, uno de Franciscanos, el Convento de Santa
Lucía; y otros dos de Agustinos en el actual barrio de San Agustín, uno de
frailes, el de San Juan Bautista, y otro de monjas, el de San Andrés y Santa
Mónica. Tras la desaparición de los conventos en el siglo XIX, y el reparto de
las imágenes entre ambas parroquias, la Semana Santa pasa a dividirse
definitivamente, dando lugar a la actual conformación, en la que coexisten, en
un mismo municipio, dos "semanas santas" diferenciadas.
Por un lado la Parroquia Matriz del Apóstol Santiago, cuya Semana Santa
sigue fiel a la tradición de que sus pasos sean cargados a hombros en su
totalidad, y la cual, tras la incorporación reciente de nuevas tallas de
importantes escultores andaluces, posee una Semana Santa en la que perviven
tradiciones muy antiguas, como por ejemplo la "Procesión del
Resucitado" en la mañana del Domingo de Resurrección, en la que procesiona
la custodia con Sagrada Eucaristía bajo palio; con costumbres nuevas, como la
procesión del "Cristo de la Oración en el Huerto", obra del imaginero
cordobés Antonio Bernal Redondo.
De indudable importancia histórico-artística es El Nazareno, obra tallada
en 1637 por Martín de Andújar Cantos para el Convento franciscano de Santa
Lucía y que pasó al Apóstol Santiago definitivamente en el año 1856. El
Nazareno desfila, desde su traslado a la parroquia, en la Procesión del
Encuentro que tiene lugar al medio día del Viernes Santo, y en la que se
escenifica el encuentro de Jesús con San Juan Evangelista y La Virgen María,
así como con al Santa Mujer Verónica y la Magdalena. De igual manera, y desde
que en 1991 se fundara la Franciscana Cofradía del Nazareno, ésta organiza en
la tarde del Domingo de Ramos, con toda solemnidad, su función propia, en la
que, además de imponérsele las medallas-insignias de la cofradía a los nuevos
hermanos, procesiona la venerada Imagen de El Nazareno.
Merece mención también la imagen del "Señor Difunto", imagen que
los estudiosos consideran muy próxima al lenguaje artístico del XVII. Poseyó
camarín frente a la fachada principal del templo. El Cristo procesiona desde
1733 en su urna de madera dorada, custodiada por seis ángeles plorantes. Con
esta imagen, al igual que en otros lugares de la isla, se realiza la noche de
Viernes Santo la ceremonia del Santo Entierro, a la entrada la Procesión Magna,
desfile en el que participan los doce pasos que procesionan en esta Semana
Santa realejera, todos ellos llevados a hombros por "cargadores".
Entre las nuevas adquisiciones y donaciones que se han hecho recientemente
para esta Semana Santa, y además de la ya mencionada "Oración en el
Huerto" merece también mención al paso de "La Piedad" obra
también del cordobés Antonio Bernal Redondo, así como el "Señor
Preso" del gaditano Luis González Rey.
Por otro lado, la Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, que aunque
poseyó un gran patrimonio escultórico atesorado durante siglos, sufrió en
noviembre de 1978 un pavoroso incendio en el que desapareció prácticamente todo
el conjunto escultórico de su Semana Santa, salvándose únicamente la imagen de
“La Soledad” pieza atribuida a José Rodríguez Oliva y que había pertenecido al
convento agustino de San Juan Bautista, encontrándose, en esos momentos, fuera
del templo.
No obstante, pronto los vecinos se empeñaron en recuperar su Semana Santa.
Así, en 1985 se procede a la bendición de la Imagen del “Santísimo Cristo de la
Redención”, obra y donación a la parroquia del imaginero orotavense Ezequiel de
León Domínguez. El Cristo de la Redención cuenta desde 1990 con cofradía
propia, quien lo prosesiona en la madrugada del viernes santo, en procesión de
traslado hasta El Calvario, para luego regresar en la tarde de ese mismo día.
Otras imágenes esculpiera Ezequiel de León para esta semana santa. Así,
merecen mención “La Piedad” bendecida en la semana santa de 1990, el San Juan
Evangelista, "El Nazareno" o el "Señor de la Cañita".
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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