domingo, 11 de marzo de 2018

WOLFGANG KÖHLER, LA CASA AMARILLA Y EL PUERTO DE LA CRUZ



Nació en Tallin, Estonia, 21 de enero de 1887 y falleció en Enfield, Nueva Hampshire, Estado Unido, 11 de Junio de 1967. Estudió en las universidades de Tubinga, Bonn y Berlín.
Realizó sus estudios en la Universidad de Berlín donde se graduó el año 1909.
Fue uno de los más importantes fundadores de la escuela psicológica de la Gestalt, a la vez que Max Wertheimer y Kurt Koffka. Pero el padre propiamente dicho es Max Wertheimer.
Aportó a esta escuela el concepto de aprendizaje por Insight: es el encenderse la bombilla en un momento y ver claramente como se resuelve ese problema donde antes no veías solución posible. Este aprendizaje lo estudió en un experimento con monos en la isla de Tenerife.
Estuvo en esta isla desde 1913 hasta 1920 como director, así pudo demostrar que los chimpancés aprenden a partir de totalidades y no de las partes; que se dan saltos gigantescos en sus aprendizajes y que como nosotros tienen capacidad de razonamiento. Por tanto concluyó que lo que era válido para los simios también lo era para las personas. Con estas ideas y otras provocó una fuerte crítica hacia los conductistas al querer simplificar tanto los procesos mentales. Durante muchos años vivió en Berlín pero al iniciar la Segunda Guerra Mundial emigró a USA donde hizo de profesor de 1935 a 1955. Murió en Lebanonn, New Hampshire (USA) el año 1967.
La palabra Gestalt proviene del alemán y a pesar de no tener una traducción única se refiere a forma. Esta corriente afirma que la mente, a partir de unas leyes, une los elementos que le llegan a través de los canales sensoriales o de la memoria. La suma de estos elementos por separado no nos llevaría a la comprensión de cómo funciona nuestra mente; por eso la Gestalt tiene un axioma para englobar esta afirmación: el todo es más que la suma de las partes.
La escuela de Berlín demostró que la Gestalt viene dada de forma inmediata, no se da por la percepción, sino que ésta se da gracias a la Gestalt. Esta hipótesis se demostró gracias al movimiento aparente: al presentar dos objetos a diferente tiempo pero muy seguidos se creaba la sensación de movimiento esto lo que ocurre en los dibujos animados.
Esta corriente enunció numerosas leyes, entre las que destacan: la ley del cierre (tendemos a ver la imagen global de un cuadrado por ejemplo aún cuando las líneas no estén unidas entre sí, porque nuestra mente tiende a completar), la ley de la pregnancia ( la tendencia de la experiencia perceptiva es adoptar las formas más simples posibles) y la ley de la proximidad (agrupamos los elementos según proximidad de unos con otros formando un objeto y separando de la imagen global los que estén más alejados).
Esta psicología se basa en el aquí y ahora nada de buscar los problemas que se dieron hace años. Otro aspecto imprescindible para ella es el darse cuenta de las cosas que ocurren: se ha de ser consciente para poder cambiar la conducta, así como aceptarse tal y como uno es. Por esto se entiende que se le pida al paciente que hable en primera persona para que se responsabilice de sus actos, pensamientos y sentimientos.
El enfoque Gestáltico se define como un enfoque holístico, es decir ve a los objetos como totalidades. Quiere conseguir que sepamos estar en el mundo plenamente, libres y responsabilizándonos por lo que somos y hacemos.
Desde 1913 a 1919 vivió en la isla de Tenerife Puerto de la Cruz, en Canarias, en concreto en LA CASA AMARILLA, lugar donde Köhler y su esposa Eva realizaron experimentos que cristalizaron en el texto “La Inteligencia de los Chimpancés” (The Mentality of Apes). Parece ser que buena parte de las actividades las llevó a cabo ella. Ahora bien, quien planteó las hipótesis, fijó las conclusiones y escribió el informe final que dio resonancia internacional a todo lo hecho fue él.
Los hallazgos de Kohler y su esposa respecto a la percepción animal fueron importantes no sólo por su aporte a la etología (estudio del comportamiento animal) sino porque sus conclusiones se podían extender incluso, aunque parcialmente, a la percepción humana.
Por ejemplo es conocido su experimento del bastón y la banana: Kohler observó un chimpancé en una habitación en la cual se había colgado del techo una banana y en un rincón de la misma se había dejado un bastón. Al principio el animal daba saltos una y otra vez para alcanzar la banana sin lograrlo, hasta que en determinado momento el animal parecía 'ver' por primera vez el bastón (al cual sin embargo había mirado antes sin interés). Entonces en lugar de volver a saltar el mono utilizó el bastón para golpear la banana y hacerla caer.
La conclusión de Kohler es que en determinado momento el animal pudo reorganizar su espacio perceptivo y así enlazó en una relación significativa dos objetos que hasta el momento percibía por separado (la banana y el bastón). Esa noción de 'organización del espacio perceptivo' conforme a una necesidad que impulsa dicha organización o reorganización (en este caso el deseo de comer la banana), ha sido extrapolada a la psicología humana y goza todavía hoy de aceptación y legitimidad científica.
Sin embargo, hay quien cree que todo lo realizado allí bajo dirección de Kohler fue una tapadera para el espionaje alemán en el tráfico marítimo de submarinos. Al parecer, hasta llegar a Tenerife nada había hecho con animales. De esta sospecha hay constancia documentada en el libro que el Prof. Ronald Ley publicó en 1990, titulado "A Whisper of Espionage: Wolfgang Kohler and the apes of Tenerife". Quien comenzó a escribirlo durante un año sabático en su esfuerzo de dar respuesta a la siguiente cuestión: los chimpancés no son habitantes naturales de la isla de Tenerife. ¿De dónde los sacó Kohler y por qué le pagó el gobierno alemán un enigmático laboratorio de Psicología Animal? Hasta entonces y después trabajaba en otros temas. Además, en 1921, con 34 años, algo inusual en la tradición académica alemana, fue nombrado director del Laboratorio de Psicología en la Universidad Humboldt de Berlín. Todo hace pensar que ese reconocimiento académico, extraordinario en un hombre tan joven, se debe a sus hallazgos sobre percepción. Kohler impartía clases de Filosofía y de Psicología. Poco después se casó con una alumna, Diane.
En 1935 se mudó a Estados Unidos, donde enseñó en el colegio Swarthmore. Fue su modo de discrepar y poner kilómetros de por medio respecto a lo que ocurría en las universidades alemanas con un control creciente por parte de líderes nazis.
Intervino activamente en la toma de decisiones respecto a quiénes podían ocupar cátedras de Filosofía o Psicología en Alemania. De todo hay constancia documental en el libro publicado por Víctor Farias en 1987, titulado "Heidegger et le nazisme", traducido y disponible en español desde 1989.
En 1956 fue elegido como presidente de la Asociación Americana de Psicología, al año siguiente de su jubilación. Fue miembro de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Su más importante contribución inicial fueron su estudio sobre los pos efectos figurativos y sobre el papel de la constancia. En el ámbito del aprendizaje destacó el papel del "insight" en la estructuración de situaciones complejas, en el manejo de objetos a la vista como herramientas. Equiparó inteligencia con solución eficiente de problemas.

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL

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