domingo, 11 de junio de 2023

PLATINO Y DIAMANTES DE LOS MÁS PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C

El amigo de la Villa de La Orotava Isidro FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces (20/03/2023) referente a; SETENTA Y CINCO AÑOS DESPUÉS… PLATINO Y DIAMANTES DE LOS MÁS PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C. Estas notas y fotografías que tituló “PLATINO Y DIAMANTES DE LOS MÁS PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C.”: “…SETENTA Y CINCO AÑOS DESPUÉS…

PLATINO Y DIAMANTES DE LOS MÁS PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C

 

La inauguración de aquel campo de futbol, irregular, sí, pero inolvidable, en el colegio de los salesianos fue el 8 de  diciembre de 1949. Se ideó, se proyectó, se construyó, se derrumbó, se rehízo y se utilizó en unos pocos meses. Algunos dijeron que fue como un milagro y otros que fue por entusiasmo y  por fe inquebrantable en un ambicioso proyecto….. Tal vez fueran las tres cosas : entusiasmo, fe y….. milagro, para que se cumpliera uno de los  sloganes salesianos de que “el fin corona la obra”.  

Hasta esa fecha ningún equipo de las Islas Canarias había participado en competiciones Nacionales de ese deporte. En los últimos años “40” y/o primeros “50”, a la Federación Española de Fútbol se le ocurrió que ya iba siendo hora de que los canarios participaran en ellas. En esa decisión, algo, o tal vez mucho, tuvo que ver  Luis Benítez de Lugo, marqués de La Florida,  que era madrileño, pero presumía de “canario”.  D. Luis llegó a tener por allí, es decir, en Madrid y sus alrededores, a una docena de  excelentes futbolistas canarios cuando fue presidente del Atlético de Madrid(1952-55).

El primer requisito exigido-- y exigible, claro está – para participar en la que se llamó “Liguilla de Ascenso a Segunda División Nacional”” fue el de unas instalaciones adecuadas que incluían, lógicamente, un campo  de dimensiones reglamentarias con infraestructuras, por lo menos, dignas.

El “Quiquirá” de La Orotava estaba condenado  a ser excluido dadas sus limitaciones-- sin  posibilidad de corregirlas--   por la carencia de terrenos propios , en lo referente a  sede social y, sobre todo,  vestuarios, dimensiones del terreno de juego y…. ¡¡gradas!! con las capacidades suficientes para acoger al gran número de aficionados que se suponía despertaría la susodicha “liguilla” y, por supuesto, la participación en la “Segunda División Nacional”. Gradas, digo, angostas en extremo en el “Quiquirá” en un deporte ya multitudinario  como puede apreciarse en la fotografía del Metropolitano madrileño de aquellos años (foto 1).

Foto.- En ese Fondo Sur (digamos, "Gran Herradura") viví muchos partidos del Atlético, perdido entre los espectadores, cuando  la grada lateral del naciente, (izquierda de la foto) ya había sido reformada y  tenía un aspecto muy diferente.

Excluida La Orotava, fueron elegidos tres campos de fútbol, que, haciendo de tripas corazón, reunían las condiciones que se pedían. : el de “El Peñón” en el Puerto de la Cruz,  “La Manzanilla” en La Laguna  y el “Heliodoro” en Santa Cruz; con sus equipos CD. Norte, Unión Deportiva Tenerife y CD. Tenerife, respectivamente.

 El CD. Norte y la Unión Deportiva Tenerife, ambos de nueva creación, incorporaron los mejores jugadores de los equipos regionales de cada zona -- incluida La Orotava, por supuesto-- con refuerzos de uno y otro lado a conveniencia y posibilidades de cada uno.  El CD. Tenerife hizo lo propio en la capital, reforzándose a costa de jugadores de equipos regionales  con currículos de prestigio a nivel insular. Ese carácter de “selección” de los mejores para competir entre ellos por un soñado y añorado ascenso fue la principal inyección y la mejor propaganda para estimular la afición y el interés social por el fútbol.

Máxima rivalidad entre los tres aspirantes, llenazos hasta la bandera, con  entradas agotadas y reventas abusivas y usureras, aprovechando la ocasión, en todos los partidos. Nunca se había vivido tanta afición, tanto interés y tal impacto del fútbol en la sociedad, en las familias y hasta en las mujeres, que solo sabían del fútbol que el balón era redondo,….. pero, eso sí y no todas, gritaban contra los árbitros  tanto o más que los hombres.

Junto a mi hermano Evaristo fuimos con nuestro padre a uno de esos partidos de el “Norte” jugando en “casa”. Me quedó una imagen muy difuminada de una portería con su portero bajo los palos y la vivencia de movernos entre el Peñón, el risco, y el muro del campo de ese lado en busca de la entrada al recinto con el claro riesgo de, como niños,  perdernos entre la muchedumbre que llenaba aquel espacio. Para mi padre fue como asistir a un acontecimiento social. No le gustaba el futbol y nunca jamás fue a otro partido de este deporte. Por cierto, el risco en si mismo, el peñón,-- que no fue fruto del cincel de una erosión multimillonaria, sino que vino “rodando” hasta donde está en medio de una erupción volcánica de no sé qué siglo—el peñón, repito, con su cruz y su templete pudo hacer de grada de “fondo preferente”.

En tal caso, si el gigantesco risco hizo de “Tribuna de Fondo”, allí  en aquel conocido barrio de pescadores en donde el trueque era una importante y tradicional forma de relación comercial, el Peñón podía ofrecer “fútbol barato” a cambio de una inocente forma de economía sumergida.

 La Orotava quedó relegada al papel secundario de lo que pasara en el Puerto de la Cruz y lo que hiciera el nuevo, prometedor e ilusionante equipo  Club Deportivo Norte.  Como era previsible, toda la afición futbolera del norte de la isla, desde Buenavista y Los Silos( ¡¡por supuesto!!), pasando por Icod, hasta Tacoronte, convergió en el Puerto de la Cruz en aquellas tardes domingueras de las “fiestas del fútbol”.

 Los clamores  se oían kilómetros adentro del Valle y se dice que, cuando los alisios eran favorables, llegaban hasta “la cumbre”…….. Y los clamores portaban información de lo que estaba ocurriendo en el terreno de juego. Eran claros los ¡¡¡ UUUYYYY !!! de las ocasiones perdidas y los desilusionantes ¡¡¡OOOHHHH!!! de los fallos garrafales. Con nervios, ansiedad y taquicardia sudorosos, todos y todas, esperaban el ¡¡¡ GGOOOOOOOLLLL!!!.....ese grito tan de moda en los medios audiovisuales actuales y tan prolongado en un EXCESO acorde con la capacidad pulmonar del locutor. Está bien disfrutar de el Triunfo ( ¡¡ que en estos casos, como casi siempre,  es “Vencer”!!…); con alegría, sí, pero el EXCESO está cargado, y lo carga el diablo,  por el resentimiento, como ajuste de cuentas, como  satisfacción vengativa, con gran dosis  ancestral de reforzar  nuestro ego y, de camino, le damos por los besos al vecino de enfrente que es del bando contrario y nos tenía “hasta aquí” con sus sonrisitas y su jactancia.

Pero el gol no llegó o fue insuficiente y los Salesianos tomaban buena nota de los acontecimientos.

(Sigue)

 

Isidro Fuentes Melián.- Médico.                           Mayo de 2023…”

                                   

BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL


 

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