El
amigo de la Villa de La Orotava Isidro FUENTES MELIÁN “MÉDICO” remitió entonces
(20/03/2023) referente a; SETENTA Y CINCO AÑOS DESPUÉS… PLATINO Y DIAMANTES DE
LOS MÁS PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C. Estas notas y fotografías que
tituló “PLATINO Y DIAMANTES DE LOS MÁS PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C.”: “…SETENTA Y CINCO AÑOS DESPUÉS…
PLATINO Y DIAMANTES DE LOS MÁS
PRECIOSOS PARA LOS SALESIANOS.- IV-C
La inauguración de aquel campo
de futbol, irregular, sí, pero inolvidable, en el colegio de los salesianos fue
el 8 de diciembre de 1949. Se ideó, se proyectó, se construyó, se
derrumbó, se rehízo y se utilizó en unos pocos meses. Algunos dijeron que fue
como un milagro y otros que fue por entusiasmo y por fe inquebrantable en
un ambicioso proyecto….. Tal vez fueran las tres cosas : entusiasmo, fe y…..
milagro, para que se cumpliera uno de los sloganes salesianos de que “el
fin corona la obra”.
Hasta esa fecha ningún equipo
de las Islas Canarias había participado en competiciones Nacionales de ese
deporte. En los últimos años “40” y/o primeros “50”, a la Federación Española
de Fútbol se le ocurrió que ya iba siendo hora de que los canarios participaran
en ellas. En esa decisión, algo, o tal vez mucho, tuvo que ver Luis
Benítez de Lugo, marqués de La Florida, que era madrileño, pero presumía
de “canario”. D. Luis llegó a tener por allí, es decir, en Madrid y sus
alrededores, a una docena de excelentes futbolistas canarios cuando fue
presidente del Atlético de Madrid(1952-55).
El primer requisito exigido-- y
exigible, claro está – para participar en la que se llamó “Liguilla de Ascenso
a Segunda División Nacional”” fue el de unas instalaciones adecuadas que
incluían, lógicamente, un campo de dimensiones reglamentarias con
infraestructuras, por lo menos, dignas.
El “Quiquirá” de La Orotava estaba condenado a ser excluido dadas sus limitaciones-- sin posibilidad de corregirlas-- por la carencia de terrenos propios , en lo referente a sede social y, sobre todo, vestuarios, dimensiones del terreno de juego y…. ¡¡gradas!! con las capacidades suficientes para acoger al gran número de aficionados que se suponía despertaría la susodicha “liguilla” y, por supuesto, la participación en la “Segunda División Nacional”. Gradas, digo, angostas en extremo en el “Quiquirá” en un deporte ya multitudinario como puede apreciarse en la fotografía del Metropolitano madrileño de aquellos años (foto 1).
Excluida La Orotava, fueron
elegidos tres campos de fútbol, que, haciendo de tripas corazón, reunían
las condiciones que se pedían. : el de “El Peñón” en el Puerto de la
Cruz, “La Manzanilla” en La Laguna y el “Heliodoro” en Santa Cruz;
con sus equipos CD. Norte, Unión Deportiva Tenerife y CD. Tenerife,
respectivamente.
El CD. Norte y la Unión
Deportiva Tenerife, ambos de nueva creación, incorporaron los mejores jugadores
de los equipos regionales de cada zona -- incluida La Orotava, por supuesto--
con refuerzos de uno y otro lado a conveniencia y posibilidades de cada
uno. El CD. Tenerife hizo lo propio en la capital, reforzándose a costa
de jugadores de equipos regionales con currículos de prestigio a nivel
insular. Ese carácter de “selección” de los mejores para competir entre ellos
por un soñado y añorado ascenso fue la principal inyección y la mejor propaganda
para estimular la afición y el interés social por el fútbol.
Máxima rivalidad entre los tres
aspirantes, llenazos hasta la bandera, con entradas agotadas y reventas
abusivas y usureras, aprovechando la ocasión, en todos los partidos. Nunca se
había vivido tanta afición, tanto interés y tal impacto del fútbol en la
sociedad, en las familias y hasta en las mujeres, que solo sabían del fútbol
que el balón era redondo,….. pero, eso sí y no todas, gritaban contra los
árbitros tanto o más que los hombres.
Junto a mi hermano Evaristo
fuimos con nuestro padre a uno de esos partidos de el “Norte” jugando en
“casa”. Me quedó una imagen muy difuminada de una portería con su portero bajo
los palos y la vivencia de movernos entre el Peñón, el risco, y el muro del
campo de ese lado en busca de la entrada al recinto con el claro riesgo de,
como niños, perdernos entre la muchedumbre que llenaba aquel espacio.
Para mi padre fue como asistir a un acontecimiento social. No le gustaba el
futbol y nunca jamás fue a otro partido de este deporte. Por cierto, el risco
en si mismo, el peñón,-- que no fue fruto del cincel de una erosión
multimillonaria, sino que vino “rodando” hasta donde está en medio de una
erupción volcánica de no sé qué siglo—el peñón, repito, con su cruz y su
templete pudo hacer de grada de “fondo preferente”.
En tal caso, si el gigantesco
risco hizo de “Tribuna de Fondo”, allí en aquel conocido barrio de
pescadores en donde el trueque era una importante y tradicional forma de
relación comercial, el Peñón podía ofrecer “fútbol barato” a cambio de una
inocente forma de economía sumergida.
La Orotava quedó relegada
al papel secundario de lo que pasara en el Puerto de la Cruz y lo que hiciera
el nuevo, prometedor e ilusionante equipo Club Deportivo Norte.
Como era previsible, toda la afición futbolera del norte de la isla, desde
Buenavista y Los Silos( ¡¡por supuesto!!), pasando por Icod, hasta Tacoronte,
convergió en el Puerto de la Cruz en aquellas tardes domingueras de las
“fiestas del fútbol”.
Los clamores se
oían kilómetros adentro del Valle y se dice que, cuando los alisios eran
favorables, llegaban hasta “la cumbre”…….. Y los clamores portaban información
de lo que estaba ocurriendo en el terreno de juego. Eran claros los ¡¡¡ UUUYYYY
!!! de las ocasiones perdidas y los desilusionantes ¡¡¡OOOHHHH!!! de los fallos
garrafales. Con nervios, ansiedad y taquicardia sudorosos, todos y todas,
esperaban el ¡¡¡ GGOOOOOOOLLLL!!!.....ese grito tan de moda en los medios
audiovisuales actuales y tan prolongado en un EXCESO acorde con la capacidad
pulmonar del locutor. Está bien disfrutar de el Triunfo ( ¡¡ que en estos
casos, como casi siempre, es “Vencer”!!…); con alegría, sí, pero el
EXCESO está cargado, y lo carga el diablo, por el resentimiento, como
ajuste de cuentas, como satisfacción vengativa, con gran dosis
ancestral de reforzar nuestro ego y, de camino,
le damos por los besos al vecino de enfrente que es del bando contrario y nos tenía
“hasta aquí” con sus sonrisitas y su jactancia.
Pero el gol no llegó o fue
insuficiente y los Salesianos tomaban buena nota de los acontecimientos.
(Sigue)
Isidro Fuentes Melián.-
Médico.
Mayo
de 2023…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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