El amigo del Puerto de la Cruz; SALVADOR
GARCÍA LLANOS. Remitió entonces (15/09/2018) estas notas, que tituló; “ESCULTURAS EN LAS CALLES”: “…El historiador del arte
Eduardo Zalba (Lhorsa) emprende
con ganas la idea de ensalzar la escultura en las calles del Puerto de la Cruz.
Es una propuesta singular, sin duda, aprovechando que se cumple el sesenta
aniversario de la colocación de la primera obra escultórica en las vías del
municipio y el treinta de aquella célebre exposición convocada en ocasión de
una edición del desaparecido Festival Internacional de Cine Ecológico y de la
Naturaleza.
Explica Zalba que la ruta
pretende dar a conocer las obras desaparecidas y aquellas otras de este certamen
que se conservan en las calles de la localidad. Añade que la iniciativa
posibilitará conocer el resto de obras colocadas entre 1958 y 2018, las cuales
conforman la denominada Sala de
escultura del museo al aire libre Puerto Street Art.
Quiere el promotor, sabedor de
que hay todo un capital artístico en el espacio público portuense, crear una
ruta que, debidamente guiada y documentada, debe resultar de lo más atractiva.
Se trata de contar con un soporte que facilite sobre el terreno conocer
características de las obras, además de descubrir aspectos de la historia de la
ciudad y varios personajes que han entrado en ella por derecho propio.
Objetivo: disfrutar del arte en la calle. Ahí están esos exponentes artísticos
que engrosan el patrimonio histórico y artístico-cultural, merecedores de
atención sin la cual, desde luego, es imposible sensibilizar a la población de
los valores que entraña.
A vuelapluma, una selección:
hay que destacar el monumento dedicado al turista, iniciativa del Rotary Club
del Puerto de la Cruz, inaugurado en junio de 2001, hecho en bronce y hierro,
del que es autora Marta von Poroszlay. Está ubicado en la plaza-mirador de La
Paz. La artista situó sobre un globo terráqueo abstracto a dos personajes
realizados en bronce. La mujer lleva un traje corto y una maleta, mientras que
el varón porta una cámara fotográfica y viste camiseta y pantalón corto,
muestra de la benignidad del clima en el archipiélago.
Y el que rinde tributo al
donante, de autor desconocido, promovido por el Club de Leones de la ciudad,
hecho con piedra natural y descubierto en 2008, en Los Cachazos. Muy sencillo,
consiste en un monolito de aproximadamente dos metros de altura con dos placas
alusivas al objetivo del mismo. De forma simbólica está jalonado por dos
árboles, uno de hoja perenne y otra de hoja caduca.
Hay una obra de Felipe Mesa
Hernández que data de la década de los ochenta: es el Monumento a la mujer
canaria, ubicado en la plaza de Las Dehesas, junto a la iglesia de San Pablo.
Fue develada en la clausura de una semana de actividades que exaltaban el papel
de la mujer canaria. Hecho en piedra, representa a una mujer en la que se
apoya, volteado de espalda, un niño desnudo. Este doble punto de vista, según
Zalba, le otorga una característica singular al conjunto. Las facciones de la
mujer recuerdan la producción escultórica de la obra de Plácido Fleitas.
Y ya que mencionamos el
festival cinematográfico -¡qué lástima su desaparición, portuenses, viendo cómo
la idea ha sido rescatada en otras localidades!-, consignemos dos apreciados
testimonios: uno, el Homenaje a
Néstor, original de Juan Carlos Batista, instalado en 1988, durante
la séptima edición del certamen en la calle Iriarte. En un principio, pudo
verse en la plaza Francisco Afonso Carrillo, también conocida como la de la
estación de guaguas. Está elaborado a partir de un tronco de almendro, cuya
parte inferior rugosa remite a la corteza del árbol de donde emerge una figura
de grandes cuernos. Pretende homenajear el artista al pintor grancanario Néstor
Martín Fernández la Torre (1887-1938), inspirando su figura en los faunos que
componen la serie del Valle de Hespérides, ejecutada en la década de 1910.
Y el otro, Spectator, admirable en la Punta
del Viento, cuyo autor es el portuense Arnoldo Évora que trabajó sobre hierro.
Si hay una escultura que se ha convertido en emblema del Puerto de la Cruz, esa
es “Spectator”, opina Zalba. El espíritu de la escultura en la calle se mantiene
vivo, desde luego, en estos dos valiosos trabajos. La abstracción y el
expresionismo fue la clave de la producción de los jóvenes artistas. Aunque no
fue concebido para este emplazamiento, este espectador -con su actitud sedente
y pensativa- domina desde 1989 la Punta del Viento, contemplando una de las
mejores vistas con que cuenta el litoral portuense.
Por supuesto, hay otras
esculturas que llaman la atención y que significan el riquísimo contenido
patrimonial que se contrasta en las calles de un Puerto de la Cruz, ciudad para
pasear y entretenerse por múltiples razones. Ahora surge esta idea de gozarlas
en una ruta. Bien…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ
ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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