El amigo de la Villa de Los Realejos: JERÓNIMO DAVID ÁLVAREZ GARCÍA,
remitió entonces (31/11/2018) estas notas y fotografías que tituló; “REGENCIA
DE DON ANTONIO HERNÁNDEZ OLIVA EN LA PARROQUIA DE REALEJO ALTO (1981-2013)”.
Publicadas en el suplemento “LA
PRENSA” – EL DÍA, el 27 de octubre de 2018: “…Don José Antonio Hernández Oliva nace
el 10 de marzo de 1938 en La Perdoma, según consta en su partida de bautismo de
la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario (La Orotava). Hijo de Antonio
Hernández y Agustina Oliva, es bautizado en esa parroquia el día 20 por el
párroco José Ponte. En 1952 ingresa en el Seminario Diocesano donde realizó
estudios eclesiásticos. En 1963 recibe la tonsura y se le conceden las órdenes
de lector, acólito y exorcista. Subdiácono y diácono en 1965, es ordenado
sacerdote el 24 de junio en la Parroquia de Ntra. Sra. de la Concepción de La Orotava.
El 29 de junio cantó su primera misa su parroquia natal. Su carrera
eclesiástica comenzaría ese año en Tegueste y prosigue como coadjutor de la
Parroquia de San Francisco de Asís en Santa Cruz de La Palma. Es destinado como
cura encargado de San Mauro (Puntagorda) y rigió su parroquia natal por
indisposición del cura Ponte. En 1967 es designado a la Parroquia de San
Lorenzo Mártir (Valle San Lorenzo) y otras parroquias de Arona donde ejerce
hasta 1971. Desde ese año hasta 1978 es párroco en los barrios de San Antonio,
Santa Clara, Camino del Hierro, Nuevo Obrero y Nuevo Miramar de Santa Cruz de
Tenerife, alternando la capellanía del Hospital de Ntra. Sra. de Candelaria
(1975-1976). Desde ese destino es nombrado profesor del Seminario (1978-1981) y
en 1981 es enviado como párroco a El Coromoto (La Laguna) antes de su traslado
definitivo.
La vida religiosa de Realejo Alto del
pasado siglo viene marcada por las regencias de: Carlos Delgado (1928-1948),
Leonardo Regalado (1948-1952), Ramón García (1952-1968), Nicolás Soriano
(1968-1969), Benjamín de Taoro (1969-1980) y Nicasio Moreno (1980-1981). En ese
último año el biografiado es designado párroco de Santiago Apóstol y Nuestra
Señora de los Dolores de Palo Blanco de Los Realejos, tras el fallecimiento de
su predecesor.[1]
El primero y principal problema que
competería al protagonista durante su mandato, fue el alarmante estado de la
techumbre de la iglesia que obliga a su clausura en 1982.[2]
Creada la Junta de Reconstrucción y por él presidida, se inicia la restauración
por Sebastián M. Delgado y su técnico Juan A. Labory. Dado el estado del
edificio, el Director General de Cultura del Gobierno de Canarias, Adrián
Alemán de Armas, logra una partida urgente, que estaba destinada a la Catedral
de Las Palmas y ascendió a 12,5 millones pesetas (el día de la concesión el
párroco ordenó repicar las campanas). La segunda remesa se sufragó con una rifa
cuyo precio era 6.000 pesetas. Fue vendida en su casi totalidad a feligreses y
colaboradores (el primer premio ascendía a 1 millón de pesetas y fue
incobrado), percibiendo la parroquia su cuantía junto a 12 millones de pesetas,
(y generosos donativos de feligreses). Las obras de pintura, electricidad y
sonido se realizaron gratuitamente por diversos vecinos. En un principio se
celebraron los oficios en el atrio de la iglesia; posteriormente se celebró la
misa en el Circulo Viera, los sepelios se oficiaron en el Cementerio de San
Agustín y se concelebraron las solemnidades en la plaza. Mientras, Nuestra
Señora de los Remedios fue trasladada al Colegio Nazaret. A esta situación se
añadió el hundimiento del firme de la Capilla del Nazareno. José Siverio
notificó en 1984 en El Día:“ambas
iglesias están sometidas a profundos trabajos de restauración; la de Santiago
por su deterioro y ruina de su techumbre mudéjar, la de la Concepción por los
efectos horribles de un incendio en 1978, (...) a voluntad del vecindario se
vienen reparando”.[3] La
re-apertura del templo acaecería el Domingo de Ramos de 1985.
En 1983 se publicaría un referente en el
estudio de la historia realejera: “Iglesias
de la Concepción y de Santiago Apóstol”, de Guillermo Camacho. Edición
aplaudida por el protagonista, hombre culto, que junto a su labor pastoral
ejerció la docencia en el I.B. Los Realejos (1981-2003). En 1983 el templo es
declarado Monumento Histórico Artístico Nacional a petición del consistorio y
el 24 de julio de 1985 acontece un hito histórico: la subida de Nuestra Señora
del Carmen a Realejo Alto,[4]
donde es declarada “Alcaldesa
Honoraria y Perpetua de Los Realejos” por el alcalde Jesús M. Hernández.
Ese año, por empeño del biografiado, se retoman los cultos de septiembre en
honor a Ntra. Sra. de los Remedios, instaurándose su procesión a la calle Viera
y Clavijo, el día de su Natividad. Además, de agosto a septiembre de 1987, con
motivo del Año Santo Mariano se
realizó la peregrinación de la Virgen de los Remedios por los barrios de la
parroquia: San Benito, Mocán, Horno, Toscas de Romero y Tanque Arriba. La talla
atribuida a Fernando Estévez, sería expuesta con motivo de su bicentenario en
la iglesia de San Agustín de La Orotava en 1988.
A comienzos de los noventa, prosiguen las
actuaciones sobre el patrimonio. Así, se
consolidó del Retablo de la Misericordia por el tallista Juan Pedro Martín.
Obra financiada por la Comisión de Las Fiestas de Mayo de Los Realejos, 1989.
El 22 de marzo de 1990 queda señalada como una luctuosa jornada, cuando
una explosión destruye la fábrica Pirotécnica Santa Bárbara. El siniestro
provocó el óbito de una vecina; don Antonio ofició el sepelio junto al obispo
Iguacen.
El biografiado, persona culta, de buen
oído y afinada voz, fue benefactor de la música en el pueblo. En 1990 autorizó
la celebración en el templo del VI
Encuentro Coral Villa de Los Realejos. Se añade su apoyo a los coros
parroquiales o las iniciativas de Pedro Fuentes: la Coral Polifónica Villa de Los Realejos y el Coro de Cámara de Santiago Apóstol. Bajo su regencia se
organizaron conciertos navideños y de Semana Santa, (interpretados por bandas
locales y foráneas). De las externas, citamos a la Banda La Esperanza de La
Guancha y la Agrupación Musical Cruz Santa con quienes se convino múltiples
tocatas. Esa directriz sobrevino tras las discrepancias de la Parroquia con la
Filarmónica de Los Realejos, debido a la incompatibilidad de horarios y
retrasos en las procesiones, al primar la contratación con Realejo Bajo, como
constató el autor.
Anotamos en su haber la adquisición de
las lámparas de araña de estilo holandés que decoran las naves, mientras que
sobre la conservación patrimonial, testificamos la realizada por el tallista
citado, al Retablo del Socorro en 1990, donde se ubica el Nazareno de Andújar.
En junio de ese año don Antonio Hernández celebró sus bodas de plata
sacerdotales, tras la misa tuvo lugar un almuerzo con la feligresía en un
restaurante local. El 22 de julio participó en el 25º Aniversario de la
bendición del Santuario de Nuestra Señora del Carmen. El 8 de
diciembre celebró el cincuentenario de la llegada de las Misioneras de Nazaret
a Realejo Alto con una misa solemne en la parroquia. A comienzos de los noventa renacería la Semana
Santa, siendo en 1991 cuando un grupo de jóvenes adscritos a la parroquia
fundan la Cofradía del Nazareno. Esto motivó la propagación de numerosas
hermandades que aún subsisten. En esas fechas es inaugurada la nueva capilla de
la Cruz de la Calle del Medio por el alcalde José V. González (1987-2003) y
bendecida por el biografiado. La prensa local notificó la restauración de las
puertas de las naves laterales, el enjalbegado de las paredes exteriores y la
consolidación del balcón y ventanas de la sacristía menor. Este año que
satisfizo al protagonista por la actividad descrita,[5]
tendrá su contrapunto con el fallecimiento de su padre y su prima. Por último,
celebró el III Centenario de la erección de la ermita de San Benito y asistió a
la concesión de la Medalla de Oro de
la Villa al Colegio Nazaret el 8 de diciembre, entregada por el alcalde
en presencia del obispo Felipe Fernández.
Por estas fechas se reinstaura la
procesión diurna del 3 de Mayo, (a petición de los fieles no se proyectan
fuegos artificiales). Y el protagonista bendice del tanatorio sito en la
Avenida de Canarias,[6] así
como la cripta de Palo Blanco o sedes vecinales y locales municipales, entre
ellas la emisora de Radio Realejos. Un suceso acaece ese verano, el conocido
como Milagro de la Fuente Pedro,
en teoría, una vidente contactaría con la Virgen María ante los fieles. El
biografiado firmó junto a otros párrocos, un comunicado advirtiendo de estas
manifestaciones. El auge de las cofradías penitenciales es evidente en los años
sucesivos, así como su contribución al rescate del patrimonio religioso, como
reconoció el párroco.[7] La
restauración en 1994 por Ezequiel de León del Nazareno de Andújar y los ensayos
en el templo de la Coral Polifónica
Villa de Los Realejos bajo la dirección de Oswaldo Hernández (su presentación en el Teatro-Cine Realejos,
fue un rotundo éxito), se unen a la retransmisión de las campanadas de fin de
año desde la torre, preámbulo del V
Centenario.
En junio de 1996 el Cabildo Insular
aprueba la restauración de las capillas afectadas por aluminosis y el coro. Se
celebraron los actos centrales del V Centenario de la Fundación del municipio y
la parroquia y por esa efemérides, en agosto acontece la peregrinación de
Nuestra Señora de los Remedios, en los mismos términos de la primera.[8]
Por último, en septiembre se trasladó el Santísimo Sacramento, en solemne
procesión, hasta la ermita de San Benito ubicándolo en el nuevo sagrario,
anhelo del biografiado. El auge de la Semana Santa, es patente con la
adquisición[9]
del Ecce Homo obra de Luis González Rey. La
Voz de Los Realejos publica en julio de 1998 sobre el estado de las
subvenciones atrasadas para la restauración del templo. Mientras, don Antonio
Hernández es nombrado vice-arcipreste del Valle de La Orotava y arcipreste al
año siguiente. En 1999 comenzó la 3ª Fase de la restauración anteriormente
citada. El 28 de abril de ese año bendice el nuevo edificio del ayuntamiento,
junto al alcalde José Vicente González y políticos regionales. El biografiado
autorizaría el traslado del Tríptico de Santiago Apóstol, a la Exposición del
Jacobeo celebrada durante la segunda mitad del año en Santiago de Compostela.
El 21 de abril de 2001 acontece la
segunda subida de Nuestra Señora del Carmen a Realejo Alto,[10]
si bien la expectación no superó a la de 1985. Recuerda el sacristán Enrique
López como tras 43 años sin ordenaciones sacerdotales en la parroquia, en
septiembre de 2002 es ordenado presbítero Agustín Sanabria. En 2003 se presenta
el trabajo “Semana Santa. Los
Realejos” editado por su ayuntamiento, donde se estudia esta
celebración, historia y esencia. En esa fecha bendijo la talla de la Piedad,
que sustituyó a la donación de 1959.
En marzo de 2004 se aprueba el
presupuesto para la 4ª Fase de la restauración del templo. En junio se celebró
el 375 Aniversario de la Hermandad del Santísimo con la procesión conmemorativa
a la ermita de San Benito. En agosto se inicia la rehabilitación de las
capillas mayores y sacristías del templo, (el mobiliario de las sacristías fue
adquirido por la parroquia). Don Antonio Hernández, devoto de Nuestra Señora de
los Remedios, recibió el 8 de septiembre de 2004 el homenaje de la feligresía y
el obsequio de una talla homónima. En noviembre de 2005 se restaura la cancela
de la puerta principal y en mayo del año siguiente se reforma la techumbre de
la ermita de San Benito; lamentablemente durante su fiesta de julio, el
protagonista es atropellado por un automóvil, siendo su recuperación favorable.
La buena administración durante su regencia queda patente con la venta de una
vivienda de propiedad parroquial sita en la Avenida Los Remedios: advierte
Enrique López que del montante se acometieron nuevas obras. En mayo de 2008
finalizan los trabajos iniciados cuatro años atrás, incluyendo la torre, que propició airadas críticas por la
tonalidad del enfoscado, constató el
autor. El remanente de la vivienda parroquial enajenada se utilizó en la
rehabilitación de la antigua casa parroquial y en 2009 Hernández Oliva, es
nombrado en reconocimiento a la labor realizada en el municipio, Hijo Adoptivo de Los Realejos. En 2010 autorizó el traslado de tres
piezas de orfebrería a la exposición internacional “Plata: forjando México” celebrada en el país maya.
Su madre Agustina Oliva fallece en 2012 a
los 93 años de edad. Merece a juicio del autor un capítulo aparte.
Con la inminencia de su jubilación
reformó la vivienda parroquial y en marzo de 2013 tras cumplir los 75 años
presentó al Obispo su renuncia y es nombrado administrador de las parroquias
tras 32 años de regencia, (la tercera más larga en 275 años). En su despedida
durante una eucaristía y el posterior almuerzo quedó patente el afecto popular.
Domingo Díaz le sucede en agosto (2013-2017) y recibe el homenaje del Círculo
Viera y Clavijo en 2014. Designado para dar lectura al Pregón de las Fiestas de
Mayo de Los Realejos 2015, año en el que celebró el cincuentenario de su
sacerdocio, vivirá con honda satisfacción la celebración del 200 Aniversario
(1817-2017) de la llegada de la imagen de Nuestra Señora de los Remedios a la
Parroquia de Santiago; pues concelebró en las funciones religiosas, asistió a
la presentación de sendos libros conmemorativos y los actos culturales
organizados.[11]
Un nuevo sucesor le aguarda: Francisco Hernández (2017-2018). Finalmente, meses
atrás es distinguido con el Premio Pedro
Méndez “el cartero” y en agosto recibió al tercer sucesor y actual
párroco Teodoro J. Francisco.
El autor ha esbozado la regencia del
sacerdote en la Parroquia Matriz de Santiago Apóstol de Realejo Alto,
indirectamente evidencia la historia de la misma, desde la llegada de la
Democracia. A ello se añade su labor pastoral propiamente dicha, como cura de
almas y sus relaciones diocesanas. Aspectos omitidos en favor de compendiar la
relación de su administración de la parroquia. Acorde a anteriores trabajos
hemos analizado la cotidianidad del extinto municipio.
La estructura de la publicación y del
texto exige citar a los autores, obviando colaboradores y donantes
parroquiales. Dicho lo cual, reconozco la predisposición del biografiado y las
precisiones de Álvaro Hernández, Gaspar Carballo y el sacristán-sochantre
Enrique López. Esta biografía autorizada fue presentada a don Antonio Hernández
en el Círculo Viera y Clavijo de Los Realejos, el 17 de agosto de 2018 ante su
presidente José Antonio Mesa y el citado sacristán.
Foto 1. Don Antonio Hernández Oliva. JOSÉ
DAMIÁN PÉREZ.
Foto 2. Reconstrucción del templo. JUAN GARCÍA
DUMAS…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
[1] El párroco Nicasio Moreno se indispuso
durante la misa del sábado 24 de octubre de 1981 y falleció repentinamente esa
noche. Hernández Oliva tomó posesión de
las parroquias realejeras el 7 de noviembre de ese año.
[2] Se constató en la cata efectuada por
Baldomero Hernández, el día del entierro de José Febles (23.01.1982)
clausurando parcialmente el templo. Fueron sus ayudantes de obra; Víctor Rguez,
José García y Saturnino Hdez.
[3] Debido al carácter divulgativo del texto
hemos suprimido los notas referentes a la prensa consultada, a saber: Boletín
Informativo Municipal de Los Realejos, El Día, Diario de Avisos y La Gaceta de
Canarias.
[4] HERNÁNDEZ GONZÁLEZ. Manuel. “1904-2004,
Hitos de la religiosidad en torno a Nuestra Señora del Carmen”, en Vitis Florigera, La Virgen del Carmen
de Los Realejos, pp. 428-432.
[5] En su regencia también se recuperó la
primitiva talla de S. Juan Evangelista, restauración de San Isidro y el
Crucificado por Ezequiel de León. El Niño Jesús de Ntra. Sra. de los Remedios
(por Antonio Ayala), San Miguel por Mónica Pérez, cuadro de Ánimas por Mª José
Ramos y su equipo, San José (Antonio Ayala), Santa Bárbara por Pablo Amador y
la totalidad de las tallas de ese retablo. El Cristo Difunto fue limpiado por
Antonio Ayala y la urna restaurada por Ezequiel de León, la Dolorosa por
Inmaculada Pérez y las tallas del altar del Socorro por Juan F. Plasencia. El
Corazón de Jesús, San Francisco, la realización de los bancos, recuperación de
orfebrería, la cruz procesional de plata por Juan Á. Glez, restauración de
lienzos, catalogación de libros y documentos parroquiales.
[6] Las Salas de Velatorios Nuestra Señora del
Pilar, ostentan desde 1992 esta denominación por Pilar Suárez, esposa de José
Febles, por ser la primera persona velada en esas dependencias.
[7] La relación de cofradías o grupos
penitenciales fundados bajo su regencia es: Nazareno (1991), Ntra. Sra. de los
Dolores (1992), Santo Entierro (1994), Piedad (1994), Misericordia (refundada
en 1996), Columna (1997), Huerto (2000), Ecce Homo (2005), San Juan (2007). Programa
de Semana Santa de Los Realejos, 2011.
[8] HERNÁNDEZ ABREU, Pablo, “El culto
profesado a la nueva imagen. Devenir religioso, festivo y patrimonial desde
1817”, en Remedios, Testimonio Devocional de Los Realejos, p.119.
[9] Resta citar: Señor Preso (1998) de Luis
González Rey, Oración en el Huerto (2000) de Antonio Bernal, Sagrada Familia
(2006) de Luis González y Los Reyes Magos de Antonio J. Rodríguez
Martínez.
[10] HERNÁNDEZ GONZÁLEZ. Manuel Jesús, op.
cit, p. 432.
[11] El Bicentenario de la llegada de la imagen
de Ntra. Sra. de los Remedios a la Parroquia de Santiago, motivó la celebración
de numerosos actos: el empeño del párroco Domingo Díaz en la restauración del
Retablo de Los Remedios, por Luis Mora y su equipo.
El párroco nunca organizó una comisión oficial, pero aplaudió las
iniciativas surgidas: artículos de quien suscribe: Las Fiestas Patronales de
septiembre en Realejo Alto (1907-1917), Las Fiestas Patronales de
Realejo Alto (1918-1922) y Las Fiestas de Septiembre en Realejo Alto
(1952). Borja Romero compuso en honor a la talla de Estévez, la marcha: Flor
de Mayo. El 21 de abril se presentó en el Círculo Viera el libro: Las
Fiestas Patronales de Realejo Alto en honor a Nuestra Señora de los Remedios
(1907-1959) de J. David Álvarez y Javier Lima, ante un aforo de 200
personas. El Lunes de Remedios hubo concelebración religiosa, procesión
con derroche de música, poesía y fuegos de artificio. En septiembre, la
Comisión de la Calle del Agua organizó el Homenaje a las Camareras de la
mano de Isidro Pérez, proyectó un documental de la Peregrinación Mariana de
1987, encargó a Josué Hernández el cartel alusivo y editó un segundo trabajo: Remedios,
testimonio devocional de Los Realejos, firmado por Juan A. Lorenzo, Eduardo
Duque, José Mª. Mesa, Pablo Hernández, Manuel J. Hernández y Eduardo Zalba. El
ajuar donado a la imagen por devotos, los oficios y procesión del día 8 que
resultaron solemnes, el concurso de fieles, aparato decorativo, fuegos y las
voces del Coro Pedro Fuentes López, completan la relación.
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