Sebastián Hernández Gutiérrez “CHANO”, nació
en la Villa de La Orotava en el año 1957 y falleció en la misma Villa el 9 de
octubre del 2018, a los 61 años de edad.
Doctor en Historia del Arte. Inició su
labor docente en la Universidad de La Laguna, posteriormente se integra en el Departamento
de Arte, Ciudad y Territorio de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
La investigación histórica forma parte de
sus quehaceres cotidianos, aportando a la comunidad científica trabajos de
renombre asociados a las materias que comprenden el vasto territorio del
Patrimonio Cultural.
Le conocí desde que nació, sus padres:
Ceferino Hernández y Carmita Gutiérrez, me fueron familiares de toda la vida.
En su juventud formó parte del Club Juvenil
Tauro, con el que desarrolló una importante labor; cultural y social.
Jugó al Baloncesto en las bases del AA. AA.
Salesianos (actual CB. San Isidro), estudió en el IES La Torrita de la Villa de
La Orotava y en la Universidad de la Laguna.
Su primera obra científica la realizó sobre
el Marquesado de la Quinta Roja, don Diego Ponte del Castillo y su trayectoria masónica.
Su principal interés sobre la obra del
arquitecto Mariano Estanga, lo llevó a realizar un catalogo de sus principales
inmuebles que concluyó en un excelente libro.
Nunca me imaginé que llegara a lo más alto
del arte de nuestro archipiélago, puesto que siendo un muchacho, me pidió que
le dieses clases particulares de contabilidad y calculo mercantil, que
necesitaba para sus tempraneros trabajos en la hotelería del Puerto de la Cruz.
En el tiempo aparece ante mis con su flamante
titulación universitaria de doctor en Historia de Arte, lo que me conmocionó de
seguirle ayudando en lo que estuviera a mi transcendencia.
Una curiosa enfermedad, lo apartó de sus
futuras investigaciones históricas, y de todo lo que era de su complacencia
profesional: el arte, y la arquitectura en el tiempo.
Chano, pediste que disfrute de la
tranquilidad, de la paz, de la esperanza y de la misericordia en el paraíso eterno,
donde te reencontrará con tu inolvidable padre; Celestino Hernández, pero no
olvida que aquí con nosotros dejas la otra mitad, tu madre Carmita Gutiérrez,
excelente madre y ama de casa, que siempre te ha querido y te sigue queriendo.
Un abrazo y hasta siempre.
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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