Fotografía
referente al equipo del UD. Orotava que se enfrentó al Deportivo de la Coruña
de la Primera División, en el primer partido de la primera edición del trofeo
Teide, en el estadio Municipal “Los Cuartos” de la Villa de La Orotava.
Resultado UD. Orotava 1 Deportivo de la Coruña 3. Inauguración del césped
natural, 11 de agosto del año 1971.
El
día 2 de Agosto del año 2014, se leyó en el salón de Pleno del Excelentísimo
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz el Pregón correspondiente a la 44 edición
del Trofeo Teide, decano de los trofeos veraniego en Canarias y unos de los más
antiguos de España.
La
Lectura corrió a cargo del amigo desde la infancia de la calle El Calvario de
la Villa de La Orotava; ISIDORO SÁNCHEZ GARCÍA: “…Trofeo Teide. Con esta
introducción me toca hacer público unas referencias al histórico “Trofeo Teide”.
Como bien cuentan las crónicas, el trofeo lleva el nombre del volcán Teide, que
se alza sobre la meseta central de la
isla de Tenerife, la más alta y extensa del archipiélago de canarias. El torneo
se inauguró el 11 de agosto de 1971, es
decir hace 43 años, fruto de la gestión deportiva de tres hombres enamorados
del fútbol: Luis Guiance, presidente del Real Unión de Tenerife, Buenaventura Machado
Melián, presidente de la Ud. Orotava, y Alberto Hernández Illada, presidente
del club deportivo Puerto Cruz. La reunión se llevó a cabo en el histórico
hotel Marquesa del Puerto de la Cruz, de los hermanos Fernando y Luis González.
Asistieron a la reunión deportiva junto con el dirigente portuense Pedro Real,
como fedatario público futbolístico.
Esta reunión me recordó
una anécdota que he leído en los anales de la historia del fútbol moderno, al
señalar que la asociación de fútbol, la AF, se fundó en Inglaterra en una
taberna, en el otoño de 1863. Participaron 12 clubes y se establecieron 14
reglas de juego tomando como base algunos códigos deportivos.
En el caso del trofeo “Teide”
participaron, al inicio, solo tres equipos: el Real Unión de Tenerife, el
Puerto Cruz y la Ud. Orotava. Se fijaron las bases del torneo y fueron
formalizadas y refrendadas por la federación tinerfeña de fútbol, presidida por
Miguel Ángel Morales Pestano.
Había mucha tradición en
las islas británicas y de hecho es público y notorio el origen del football, de
la mano, que no de los pies, de los ingleses. De los trabajadores emigrantes en
las minas de Riotinto, en Huelva; también de las tripulaciones de los barcos británicos que
jugaban a la pelota al llegar a puertos españoles como Bilbao, Huelva, las Palmas
y Barcelona. A lo mejor también sucedió lo mismo en este Puerto de la Cruz,
cuando los Yeoward, los Hamilton y los Fyffes
comercializaban los plátanos del valle de Taoro a pesar de no contar con un
puerto-puerto.
Sabemos que aquí se
conoció la presencia del golf en los turistas del hotel Taoro, jugando en el
mini campo de la quinta de Santa Úrsula; del criquet y del tenis, en algunos
jardines del valle. Pero no se sabe nada
del caso fútbol. Quizás el norte o el Peñón pudieron ser referentes británicos.
Habrá que preguntarle a Nicolás Lemus.
Lo que sí sabemos es que
en junio de 1799 se alojó en la casa de los Cólogan, actualmente hotel Marquesa,
el naturalista alemán Alejandro de Humboldt, nacido en Berlín. Visitó Tenerife camino de América y estaba
obsesionado con subir al pico Teide. Al comienzo del verano salió del puerto a
la Orotava, y siguiendo el camino de Chasna alcanzó las cañadas y el Teide. Vio
los Realejos dividido en dos. De estar
con nosotros podría escribirle un haiku que dijese: “la Orotava, Puerto y Realejos,
trofeo Teide”.
También nos contaría su
afición por el Hertha de Berlín, equipo que estuvo a punto de venir al trofeo Teide
cuando la crisis deportiva del año 1999.
Fecha en la que celebramos en esta comarca de Taoro el bicentenario del paso de
este ilustre prusiano por los tres municipios del valle. Parece que en ese año
de 1999 el trofeo Teide adquirió la mayoría de edad superando la crisis
finisecular.
Igualmente fue cierta la
estancia de una escritora singular en el antiguo hotel Taoro de esta ciudad, en
los años cincuenta del siglo pasado. Me refiero a dulce maría Loynaz, una mujer
habanera, la poetisa del agua, hija
adoptiva en 1951 del Puerto de la Cruz, premio Cervantes en 1992 y autora de una novela de viajes que tituló “un
verano en Tenerife”. La dividió en
treinta capítulos y escribió en algunos de ellos sobre el Puerto de la Cruz.
<<Ese pueblecito costanero donde termina el mar y comienza el
valle>>; sobre la Orotava y sobre los Realejos, de su admirado Viera y Clavijo.
asimismo resaltó las cañadas, que viene a ser uno de los estribos del Teide, el
único rellano que se encuentra en su ascensión;
también la montaña de Guajara, la joven y rubia aborigen cuyo nombre quería
decir sol; desde su cima se observó el cometa Halley en 1912 y se contempla el
pico del Teide. Un volcán singular, con una altura de 3.718 metros sobre el
nivel del mar. En una isla coronada, Tenerife,
que lleva en sus sienes un resplandor de nieve virgen, un vago recuerdo de un
mundo que pasó.
Repasando la historia
deportiva de canarias recordaremos un hecho cierto y fue que en el mes de
agosto de 1971, se inició esta competición futbolística de verano en el estadio municipal de “los Cuartos”, en
la tinerfeña villa de la Orotava, haciéndola coincidir con la inauguración del
césped natural, conformando un verdadero
tapiz vegetal.
Fue una idea que
promovió el entonces presidente del club orotavense Buenaventura Machado Melián
antes la corporación que presidía don Juan Cúllen y Lugo, para lo que contó
también con el apoyo del concejal de deportes orotavense, Félix Domínguez.
El campeón del primer
torneo veraniego de Tenerife y Canarias fue el club deportivo de la Coruña que
venció en el partido inaugural a la Ud. Orotava
por 3-1 y posteriormente al Cd. Puerto Cruz por 2-0.
En las filas del equipo
de la Ud. Orotava jugaron dos de mis hermanos, Nany y Francisco, quien más
tarde sería presidente de “los copos de nieve” y electo alcalde del ayuntamiento
de la villa de la Orotava en 1979. Corporación municipal en la que participó
también Buenaventura Machado Melián, conocido popularmente como don Ventura el
médico. A pesar de la amistad familiar participaron en grupos políticos
diferentes.
Al principio, el “trofeo
Teide” era de ámbito y talante casero pero a lo largo de su vida ha ido
conociendo diversas etapas, acordes con cada uno de los momentos en que se
vivía la situación deportiva y económica de la sociedad, sobre todo la de los
municipios del valle de Taoro. Lo cierto fue que el torneo tuvo sus virtudes y
sus defectos, sus luces y sus sombras. Del ámbito comarcal, insular y autonómico se abrió a europa y América, se hizo
multinacional (España, Portugal y Hungría) y muticontinental (Europa y América).
cada año el trofeo
aporta novedades de varios tipos: unas veces, de carácter deportivo, con los
equipos que se enfrentan en la final al Cd Tenerife; en otras, de carácter
técnico, como fue la iluminación eléctrica del estadio orotavense, y no hace un
lustro la inauguración de una cubierta en la zona preferente.
En este año las hay
también de carácter político y es el
estreno de alcalde en el ayuntamiento de la Orotava. Francisco Linares,
en sustitución de Isaac Valencia, quien decidió marcharse, por razones de
salud, a una mejor vida contemplativa.
Si se fijan bien, en las
finales futbolísticas del torneo llama la atención el estado del césped del
estadio “los Cuartos”. Es toda una maravilla vegetal, reflejo de la calidad del
suelo y del buen clima que se disfruta en la zona del barrio de “los Cuartos”. El
campo está situado a una altitud de unos 385 metros sobre el nivel del mar,
orientado al norte, desde donde se puede vislumbrar hacia el oeste, al padre Teide
a más de 18 kilómetros de distancia.
Hablar del “trofeo Teide”
es hablar de unos de los torneos veteranos de la España del siglo XXI. Un país
europeo que estrena monarca, quien por cierto es aficionado al deporte y al
fútbol en particular. Lo bueno del caso es que es forofo de un equipo de clase
media y por tanto debe conocer los
sinsabores de las crisis deportivas, sobre todo en los campos de fútbol.
El “trofeo Teide” viene
a ser un torneo muy particular de pretemporada, que permite calibrar la
maquinaria futbolística y conocer la cosecha que se avecina en la temporada
siguiente. Es una competición sencilla, de toma y daca para algunos y de
estreno para otros. Con nervios para los jóvenes y de ensayo para los
veteranos. Es un auténtico pulso para el
organismo y la mente, en particular.
Esperemos que el Tenerife
aproveche este torneo para calentar motores. Al igual que la Ud. Orotava, la Ud.
Realejos, el Icodense y el Puerto Cruz y preparen una temporada para que se
coloquen en los niveles deportivos que
les corresponde por razones de licencias deportivas y afición. Pero de manera
particular, por la calidad técnica de los jugadores. De ahí la importancia de
contar también con buenos campos de fútbol, aunque sean de césped artificial,
con excelentes entrenadores y mejores dirigentes, sensibles con la educación
deportiva. Que sepan administrar los recursos socioeconómicos que las
instituciones y administraciones deportivas le conceden anualmente. Seguro que
las aficiones se lo agradecerán. También las familias de los deportistas,
porque hay que tener claro que hay que educar jugando.
Hace unos meses mi nieto
Fabio me sorprendió porque me contó que quería escribir dos libros. Uno sobre
el fútbol y otro sobre la televisión.
El interés le vino
porque me veía sentado ante el ordenador cada vez que se acercaba por la casa
del abuelo y me preguntaba lo que hacía. Le contesté que trataba de contar la
historia eléctrica de la villa, que se inició oficialmente el 12 de agosto de
1892 cuando don Ricardo Ruiz Aguilar, un polifacético militar andaluz, presentó
un escrito ante el ayuntamiento de la Orotava solicitando el suministro de
alumbrado por electricidad generada en un salto con las aguas que venían de
aguamansa.
Ya los británicos habían
descubierto el ejercicio del juego de la pelota con los pies, el fútbol, y lo
habían exportado al sur de la península ibérica cuando vinieron a trabajar a
finales del siglo XIX, en la misma época que se estrenaba en España la luz
eléctrica.
Así se lo conté al
chico y le hablé del recreativo de Huelva,
como el primer club de fútbol. Curiosamente se lo pude enseñar a los pocos días
en la televisión canaria cuando me puse a observar el partido de la Ud. las Palmas
con el recreativo. Fue capaz de remontar un 2-0 en el segundo tiempo.
Entonces el nieto me
trajo unos papeles para que le
escribiera la estructura del libro. Comencé a hablarle de los sujetos. Primero,
del fútbol y de los jugadores; luego, de las reglas de juego, del terreno, y de
los balones. Cuando le dije que nosotros jugábamos en el colegio con pelotas de
badanas se echó a reír. No lo entendía, hasta que se lo expliqué. Era difícil
que se pudiera jugar con restos vegetales de las plataneras. Pensaba que las
cáscaras de los plátanos era la materia prima.
Me preguntó acerca de
los masajistas y de las porterías. Le puse como ejemplo a mi tío Antonio Sánchez, que fue guardameta
del celta de Vigo.
Continué contándole el
papel de los árbitros y de los entrenadores. Asimismo de la importancia de los
equipos, de la preparación física y del talento técnico. Como referente le
hablé del trofeo Teide, ese volcán al que contemplo y fotografío cada mañana.
No dio tiempo para
continuar con el libro de la televisión pero me acordé entonces de una
película, realizada por el director cubano, Rolando Díaz, que trata del fútbol y
si no recuerdo mal estaba destinada a promocionar al Cd Tenerife.
Ello me sirvió para
comentarle también la importancia de los medios de comunicación a la hora de
divulgar el fútbol, ya fuera en los periódicos como en la radio y televisión,
sin olvidar las redes sociales.
Como me estoy volviendo
algo surrealista quisiera retomar el tema central del “trofeo Teide” para
recordarles la importancia del deporte como base y fundamento de la
educación.
Lo importante es que los
equipos disfruten y que las aficiones de los equipos implicados se acerquen
masivamente a los campos de fútbol y se diviertan con el juego de sus pupilos,
de sus muchachos. El cuerpo y el espíritu lo necesitan.
Y si van al estadio de
“los cuartos”, el Teide se los agradecerá. La efemérides de sesenta años como
parque nacional servirá de justificación para alzar la copa y brindar por la
salud deportiva de los equipos participantes. Tanto de los jóvenes que jueguen
en el trofeo de los “altos de Guajara” como los mayores regionales. No digamos
nada si se trata del match entre el Cd Tenerife y el real club deportivo Español.
Todo un lujo para la afición del norte y de la isla entera.
Un equipo de primera,
centenario, español en los dos sentidos, que ya participó al principio de la
vida del trofeo Teide. Corría el año de
1972 y hubo crisis en la organización del trofeo. También en el palmarés
deportivo del equipo catalán. Si no recuerdo mal el Cd Puerto Cruz le ganó al
equipo catalán a las primeras de cambio, por culpa del recordado y excelente
jugador portuense Tito del Pino; también lo hizo el Tenerife, por 4 goles a
tres.
El Español quedó
clasificado en cuarto lugar. Ahora es buena ocasión para que el equipo catalán
pueda resarcirse de aquella derrota, con permiso del Tenerife las viejas glorias
españolistas como Ricardo Zamora, Di stefano, Kubala se lo agradecerán. También De Felipe.
Lo que si podremos
extraer de este tipo de competición, del “trofeo Teide”, es la aplicación de
estrategias a la hora de jugar.
De las posibles, me
quedo personalmente con la denominada 4-3-3. Nos la enseñó el entrenador del
juvenil Plus Ultra de la Orotava, el amigo Chile. También, la conveniencia de la charla y del
periplo psicológico. Entendí la
importancia de contar con un buen cancerbero y de mantener un equilibrio mental
a la hora de atacar y defender. Asimismo lo bueno que es el modelo de una línea
de cuatro defensas, tres medios y tres delanteros. No es tan geométrica como la
que nos ofrece el Teide pero creo que de esta manera podremos jugar al fútbol
de manera más equilibrada, más sostenible.
Sobre todo si apostamos
por un nuevo modelo futbolístico, al igual que la energía. De hecho el fútbol
es energía, que necesita de fuentes renovables y no convencionales. y si miran
para el mundial recién jugado sabrán a lo que me refiero. Más oxígeno y menos
dióxido de carbono. De eso sabe mucho el volcán Teide.
Aunque soy algo
tradicional voy a saltar, paradójicamente, a la modernidad, apoyándome de nuevo
en los maestros, para que nos cuenten lo que han escrito en su vida relacionado
con el deporte. Otra vez evoco al uruguayo Eduardo Galeano, quien para el 12 de agosto, escribió en uno de sus
libros, “los hijos de los días”, una referencia significativa a los atletas en
general. Pero entonces tenemos que remontarnos a 1928, cuando la crisis
eléctrica en el valle de Taoro era total y absoluta. Había culminado la
olimpiada de Ámsterdam, y Johnny Weissmuller, conocido como tarzán, fue campeón
de natación, mientras que Uruguay lo fue de fútbol y por primera vez la llama
olímpica, encendida en una torre, acompañó las jornadas del principio al fin. Los
juegos resultaron memorables por otra novedad: participaron mujeres por primera
vez. Nunca, en toda la historia de las olimpiadas, desde Grecia en adelante, se
había visto nada igual.
Les recuerdo que en las
olimpiadas griegas, las mujeres tenían prohibido competir, y ni siquiera podían
asistir a los espectáculos. Por estas razones mejor es no hablar del fundador
de las olimpiadas modernas, el barón de coubertín, aquel personaje que afirmó
que lo importante era participar.
Por ello voy terminando
apostando por la igualdad en el deporte. No me llamen novedoso ni me tilden de
progresista, por pensar en la participación de las mujeres en el próximo
“trofeo Teide”. Así que no les extrañe que
solicite, desde ahora, a la organización del torneo, la presencia de dos
equipos femeninos para 2015. y uno de ellos que sea el flamante conjunto de Granadilla. Se trata simplemente un ejercicio pragmático
de la igualdad. Concluyo señalando: (I)
este pregón es un homenaje particular al Teide por su cumpleaños como parque
nacional, y a don Alfredo di Stefano por su excelencia deportiva. Asimismo a
jugadores como Tito del Pino y Francisco Sánchez, quienes jugaron el trofeo Teide
y tuvieron un amigo común: Pedro de Felipe.
(II) también a los
futbolistas en general, como jugadores y como personas. Igualmente a los
equipos como colectivos sociales.
(III) el “trofeo Teide”
tiene que ser algo más que fútbol. Hay que disfrutar jugando, con talento, sin
violencia, con deportividad, con pasión pero sin fanatismo. Debe ser un
referente de la unión de un deporte con valores como la amistad, el respeto, la
educación y la comprensión.
(IV) hay que recuperar el sentimiento y la
identidad. Creer firmemente en la relación equipo-afición-club, y en la
cantera.
(V) al fútbol hay que
ponerle corazón, como bien dice Vladimiro cuando escribe sobre las papas.
(VI) “de nada nos sirve
ganar, si no conocemos antes el sabor amargo de la derrota”. Fue un mensaje que
nos legó un buen jugador de fútbol.
(VII) En Canarias, Centinela
del fútbol, Trofeo “Teide”
Y (VIII): a partir de
hoy, con la venia de las autoridades, ya puede sonar el pito para que comiencen
los partidos del trofeo “Teide”. Muchas gracias…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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