martes, 7 de noviembre de 2017

EL RECORDADO CAMELLITO OROTAVENSE



El amigo desde la infancia de la Villa de La Orotava; EVARISTO FUENTES MELIÁN “ESPECTADOR”, remitió entonces (25/12/2014) estas notas: “…Se  inauguró el bar del ‘Camellito’,  dando a la calle, en el Liceo viejo, hoy Centro de Mayores, el día cuatro  de junio domingo (víspera de las Fiestas Mayores de la Villa de La Orotava) del año 1961…”

El Camellito, conocido por el bar de la vieja sede del Liceo Taoro en la calle de San Agustín, se denominó así por el esplendido mural en su frente interior, confeccionado a base de piezas de diversos colores cuadradas diminutas de “gresite”, diseñado por el artista – alfombrista orotavense Pedro Hernández Méndez, cuyos planos fueron realizados por el arquitecto don Tomás Machado Méndez y Fernández de Lugo, ejecutado por el célebre y recordado artista villero Pepe González Alonso, que aún se conserva en la nueva y esplendida sede del Centro de Mayores de La Villa de La Orotava.

El Camellito fue un bar que proyectó entonces la sociedad El Liceo Taoro de la Villa y lo mantuvo en arrendamiento hasta su cierre, en el que le dio de baja como tal.

Destacó desde su inauguración del año 1961 hasta el año 1975, que desapareció por la marcha de la sociedad Liceo Taoro a su nueva sede (actual).

Tenía la particularidad; que estábamos en cualquier lugar de la geografía tinerfeña, y decíamos; “Nos vemos en el Camellito…”, era una frase que se repetía en el fútbol, en el baloncesto, en la sociedad, en la universidad, en el instituto, en el trabajo etc.

El bar destacaba por sus platos de ensaladilla, el buen vino de Abel que tenía sus bodegas en la calle El Loro (actual Juan Padrón) muy cerca del Barranquillo de Araujo, que él encerraba de los mostos de sus fincas matanceras. Además también se servía otros vinos en botellas de la península Ibérica, de Francia y demás…

En el “Camellito”, hubo muchas tertulias: de amor, de la política (prohibida y de distintos colores e ideología), del fútbol, de los carnavales, de las fiestas patronales y sobre todo de las cuestiones multitudinarias. Recuerdo que don Juan Álvarez Armas, y Don Miguel Hernández (Carrasco) siempre estaban en su barra con sus copas de vinos a igual que don  Carlos Argüelles.

El café, el cortado eran una monstruosidad, una maravilla. En el “Camellito” muchas parejas que aún perduran, se hicieron parejas, muchos encontraron su primer amor en ese magnífico bar que ya es recuerdo en la Villa.

Lo empezó a explotar Luis Mesa Hernández que conocíamos cariñosamente por “El Choricero”, continua  Fidel Delgado Hernández antiguo operario del desaparecido y recordado Bar “Te veo” de Lorenzo Báez, que estaba ubicado al lado del Cuartel de Infantería de San Agustín, y posterior del Bar del Kiosco de la Música en la plaza de la Constitución.

Más tarde se hizo con la gestión del “Camellito” el recordado Rafael Gómez, que procedía de Écija provincia de Sevilla, vino a la Orotava al servicio militar  al cuartel de infantería de San Agustín, se quedó y se casó en la Villa, trabajando primero en el “Bar Fariña” en la calle Calvario, después en su Churrería, cuyo contrato de arrendamiento se lo redactó el jurista orotavense Jesús Hernández. Acosta.

Rafael murió aún siendo muy joven, quedándose su señora viuda Carmen León Domínguez con la administración del bar, bajo la tutela administrativa y gestora de don Carlos Argüelles.

 

BRUNO JUAN ÁLVAREEZ ABRÉU

PROFESOR MERCANTIL

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