Fotografía referente al principal edificio del sanatorio del
Teide. Uno de esos sitios que siempre he querido visitar por su historia y por
el sitio en que está ubicado.
La asiento es perfecto, camuflada entre las coladas de lava de
las cañadas, difícilmente visible desde lejos. Su historia data del periodo en
que desde Europa se buscaban climas benévolos de aire puro para la recuperación
y la mejora de la calidad de vida de las personas que sufrían de problemas
respiratorios.
Aunque el proyecto nunca llegó a fraguar y quedó abandonado,
formando parte del paisaje y de la historia de nuestro parque nacional. Y quien
sabe, quizás ya que está hecho, algún día alguien se le ocurrirá restaurarla como
refugio de montaña.
La iniciativa privada extranjera en el pasado de Tenerife es
algo que no debemos olvidar, puesto que hubo una época en que el abandono por
parte del gobierno nacional en ciertos sectores se suplía con este interés extranjero.
El amigo de La Villa de La Orotava desde la infancia y compañero
de docencia; JESÚS GARCÍA DELGADO, remitió entonces (24/12/2013) estas notas: “… Las casas del denominado lugar como Sanatorio, se
construían en pequeñas depresiones y por eso no se veían desde la carretera
general, solo se veía en los años 1963 y 1964, la casa del Médico, en aquel
entonces quien subía los veranos y la ocupaba de forma esporádica era Don
Buenaventura Machado, y las cuadras, que fueron dividas en pequeños cuartos
para ser ocupadas por aquellas personas que lo solicitaban en el ayuntamiento
de La Orotava , y adosado a las cuadras había un garaje y vivienda, que también
era ocupado por personas "más importantes", por ejemplo en la época
cuando yo estuve con mi Madre y hermana Nena era Don José Estévez Méndez
(Alcalde) y Familia. Nosotros tuvimos la suerte de ocupar el garaje, (será que
mi Padre era importante en La Villa) cuando yo estuve con mi madre y mi hermana
Nena, dos veranos, aunque luego estuve muchas más veces. La fotografía es
efectivamente la casa de Don Julián, un señor de una familia muy conocida en La
Orotava, incluso hasta hace poco vivió en ella largas temporadas su hijo, donde
se comía muy bien, bien por encargo o los extranjeros que pasaban o,
informados, iban por allí. Luego estaba la casa del Francés, la de un señor de
la Cruz Santa, que era cojo, , una familia de la Laguna pero procedente de la
Cruz Santa, apellidados Verdes, me acuerdo que la señora se llamaba doña
Candelaria y su hija Nadia, la de los Díaz. Por tanto, recuerdos muchísimos que
podrían llenar páginas y páginas de nuestra estancia en el Sanatorio: se
construían en esos años las bases del Teleférico, las mejoras del Observatorio
de Izaña, el camión de Don Eduardo Gutiérrez, con su cuba de agua, que recogía
en los depósitos de agua que hay cerca del Sanatorio, procedente dicha agua de
la Fuente de la Grieta, para llevarlas a esas obras, y nosotros montados,
paseándonos por todas las Cañadas, El Casino, donde se reunían jóvenes y
mayores, la casa cuartel de la Guardia Civil, donde hoy está un mirador, las
duchas a mangerazo limpio entre todos, muy fría, por cierto, en la explanada
fuera del Sanatorio, las pinocheras, ...en fin, en nuestra estancia en aquel
lugar, hay un recuerdo muy importante para mí: allí conocí los ojos más bonitos
que se pueden ver a la luz de una vela, de noche, cuando llegamos para
quedarnos el primer verano, y no eran otros ojos que los de mí esposa Nélida
(entienden que me guste tanto ese lugar, el cual visitamos de vez en cuando,
caminado por la pista de 5 km. que hay desde la carretera, frente al
teleférico, hasta el Sanatorio). Saludos…”
BRUNO JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR MERCANTIL
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