El
amigo de la Villa de La Orotava; JAVIER LIMA ESTÉVEZ Graduado
en Historia por la Universidad de La Laguna, remitió entonces (25/01/2019)
estas notas que tituló; “PROBLEMAS DE ALUMBRADO PÚBLICO”.
Publicado
el sábado 26 de Enero de 2019 en La Opinión
de Tenerife: “…En artículos de
prensa histórica localizamos diversas referencias que nos aproximan al malestar
generalizado a partir de la situación del alumbrado público en La Orotava a
inicios de los años veinte del pasado siglo, atendiendo esa circunstancia a un
municipio que representa un punto pionero en su introducción en la isla de
Tenerife. En tal contexto, ese dato es enlazado y criticado por las medidas
tardías que se toman para proceder a su correcto funcionamiento, tanto en las
viviendas particulares como en las vías públicas. Con la finalidad de intentar
resolver esa situación y ante la búsqueda de soluciones, el periódico El
Popular. Periódico de la vida orotavense, con fecha de 10 de diciembre de 1922
y en una publicación disponible para su consulta en la hemeroteca de la
Biblioteca Municipal de La Orotava, llegaría a incluir el resultado de una
entrevista a Óscar Bethencourt Hernández, por entonces director-gerente de la
Sociedad Eléctrica. A las preguntas del periodista responder afirmando conocer
el estado de malestar generalizado en el municipio respecto al funcionamiento
que por entonces se ofrecía. Incluye como primera circunstancia en el problema
de abastecimiento la situación que se llegó a desarrollar tras la Primera
Guerra Mundial, momento en el que, tras la escasez de velas y de petróleo,
aumentó considerablemente la demanda de fluido eléctrico. No duda en ocultar la
falta de previsión ante esa circunstancia, aumentó, a pesar de todo ello, el
número de abonados. Todo ello tendría como consecuencia, lógicamente, una
sobrecarga en la central hidráulica. El director-gerente señala en la
entrevista los problemas relacionados con la falta de sección en los conductores,
siendo un hecho cuya influencia se traslada ante la disminución en la
intensidad del fluido eléctrico y la actitud de tolerancia por parte de los
abonados ante la evidente excesiva sobrecarga.
A ello habría que
añadir el lamentable estado de la tubería encargada de suministrar agua y cuyos
efectos se podrían trasladar a la pérdida de luz en algún momento. Para ello se
llevaría a cabo la obra de recubrir de cemento armado esa tubería con la
finalidad de intentar evitar así posibles roturas. Se trataba de un
procedimiento desarrollado por parte de grandes centrales tanto de Europa como
de América. Sin embargo, ese conjunto de medidas no sería suficiente para
mejorar la situación y, en atención a esa circunstancia, se llegaría a exponer
desde la Sociedad Eléctrica la necesidad de proceder a una reforma total de las
redes; uniendo a esa circunstancia el deber de alejar del peligro los cables de
alta tensión, quedando de esa forma lo más alejado posible de la población y en
el caso de tener que dejar algo fuera se tomaría en cuenta la posibilidad de
proceder a instalar de forma subterránea. Otra propuesta de interés tendría
como punto principal el Puerto de la Cruz y la necesidad de apoyar la
ampliación de su central térmica, evitando así suministrar corriente desde La
Orotava al Hotel Taoro para cumplir con las necesidades que requerían sus
instalaciones.
Respecto a las
calles de la Villa se tomarían en consideración la colocación de lámparas de
arcos y proceder a aumentar la intensidad en ellas.
No duda en señalar
el director-gerente la necesidad de disponer de ayuda y cooperación desde el
Ayuntamiento, manteniendo la confianza sobre la figura del alcalde y los
concejales. Un apoyo que también se debería prolongar a los dueños de los
edificios.
Una última
curiosidad del periodista tendría como objeto de atención –y a la vez de
crítica- la incapacidad de los accionistas para proceder a actuar con todas las
reformas que se necesitaban antes del contexto de la Primera Guerra Mundial,
atendiendo a que los materiales pudieran ser más económicos. El presidente de
los accionistas, Tomás Ascanio y Méndez, realizaría un gran empeño en lograr
esa labor, esperando noticias respecto de las casas suministradoras de
cables.
Son, en definitiva,
una serie de cuestiones que nos aproximan al malestar presente en la villa
orotavense hace casi un siglo. Problemas y soluciones ante el aumento de la
población y la necesidad de responder de la mejor manera posible a las
exigencias de un digno alumbrado público…”
BRUNO
JUAN ÁLVAREZ ABRÉU
PROFESOR
MERCANTIL
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